César Ernesto Román y Xavier Prieto Aztigarraga | Especial para El Litoral
Juan Martín Nero y Pablo Mac Donough dejan el equipo en el que compartieron una década de gloria junto a Adolfo Cambiaso. Ahora, en Murus Sanctus, son más favoritos que el propio La Dolfina.
César Ernesto Román y Xavier Prieto Aztigarraga | Especial para El Litoral
Podrá sonar a maniobra non-sancta: jugaron juntos diez años y ahora dos de los cuatro se van a otro equipo, que sin dudas será un gran rival, incluso más fuerte que el que dejaron. ¿Traicionaron, efectivamente, Juan Martín Nero y Pablo Mac Donough a Adolfo Cambiaso, para muchos el mejor polista de la historia?
Bien vale una explicación para poner en contexto el hecho de que Murus Sanctus, la formación que ahora gozará de Nero y Mac Donough, aparezca como un candidato más poderoso que el mismísimo La Dolfina, el super-campeón que Cambiaso rearma con lo que queda a mano para la temporada argentina que comenzará en septiembre.
A todo aquél que tiene unos cuantos años y sigue de lejos el polo, le sonará Coronel Suárez como el mejor cuarteto de todos los tiempos. Las estadísticas lo muestran como el club más ganador, y su alineación más famosa, la de los hermanos Harriott y los Heguy, fue la más exitosa de todas las épocas. Pues, en pleno apogeo del conjunto azul y rojo, nació el polista que vino a poner en cuestión esa superioridad histórica: en el año 1975 apareció Adolfo Cambiaso VI, el crack que revolucionaría el deporte por estilo de juego y popularización. Ahora, en el 2021, el hombre de Cañuelas afronta a los 45 un año bisagra, en el cual lo cuestionado es... su propia hegemonía. Presente y futura.
Cambiaso ha dominado el polo en gran parte de sus 28 años en el máximo nivel. Principalmente, en los últimos 16, en los cuales ganó 13 veces el Campeonato Argentino Abierto y muchísimos otros torneos. A fines de 2020, se dio algo que él preveía, pero de una forma tan diferente que ahora el panorama del polo es otro y su reino está bajo amenaza de "fuego amigo". ¿Qué estaba pautado? La desintegración del arrasador La Dolfina compuesto por David Stirling, Pablo Mac Donough, Juan Martín Nero y el propio Adolfito. ¿Qué no lo estaba? Que Nero y Mac Donough se fueran juntos y a un equipo ya muy competitivo, conformando un super-adversario para Cambiaso y los suyos.
Unidos los cuatro hicieron estragos durante diez temporadas en Argentina: levantaron nueve veces la copa del Abierto en Palermo, seis la de Tortugas y seis la de Hurlingham. Sobre 30 certámenes, ganaron 21: 70% de eficiencia. Pero en dos campeonatos faltaron tres de los cuatro integrantes, así que la cuenta podría ser 21 sobre 28: 75%. Impresionante, entre otras estadísticas asombrosas. Y cómo han jugado... Lindo polo, con autoridad y gran defensa, casi sin puntos débiles. ¿Por qué tenían programado separarse, entonces, si les iba tan bien? Por un lado, Adolfito quería compartir la cancha con su hijo, Poroto, en sus últimos años de alto handicap. Por otro, la presión por sostener tanta victoria se vuelve difícil de resistir: se juega más para no perder que para ganar. Y por último, todos estaban grandes –38 años el más joven– y algunos querían ir dándole forma a la parte final de sus carreras, jugando con otros amigos o por su propio club de origen o familiar.
Sin embargo, finalmente el adolescente Poroto (15) no vestirá la misma camiseta que su papá este año y La Dolfina se partió por mitades. ¿Qué pasó? La decisión tomada a principios del 2020 sobre bifurcar el camino se topó con la pandemia, las lesiones y ausencias de los tres compañeros de Cambiaso y los estadios vacíos que no le darían a ese Dream Team la ovación postrera que merecía. La Dolfina se coronó una vez más en Palermo –y vaya cómo– y Poroto consiguió en otro conjunto (Brava) la clasificación para disputar la Triple Corona del 2.021.
La elección era del chico: ¿"ascender" a La Dolfina o seguir con sus coequipers? Y Adolfo VII se inclinó por esto último. Todo dado, entonces, para que los cuatro fantásticos continuaran otra temporada. No obstante, no lo confirmaban y lo dejaban sujeto a una reunión entre los cuatro... Algo pasaba.
La situación cambió drásticamente en muy pocos días. Apareció una oferta. Murus Sanctus tiene una patrona que, entusiasmada por el buen año del cuarteto azul, con sus 35 goles de handicap, fue por más. La francesa Corinne Ricard, ex amazona y propietaria de Pernot Ricard, Galerías Laffayette y algún otro emprendimiento, apostó fuerte: hizo una propuesta que Nero no podría resistir. Y el back incluyó en la negociación a su amigo Mac Donough. El resultado es que ambos, a los 40 y los 39 años, vestirán una nueva camiseta en sus trayectorias, y de modo profesional, cobrando generosas sumas. ¿Traición a Cambiaso?
Adolfo no se ha pronunciado desde entonces, pero no parece ser eso lo que piensa. Cuando en el polo hay una oportunidad económica, se sobreentiende que cualquiera la tomaría, y salvo en ciertos casos, un cambio de colores no es considerado un puñal en la espalda. Eso sí: el líder de La Dolfina debió salir a buscar reemplazantes. Y así como en el fútbol no los hay para un Lionel Messi y un Cristiano Ronaldo, no había forma de que él consiguiera algo de la misma categoría. Incorporó dos jugadores de 9 goles: Francisco Elizalde, uno de los desplazados de Murus Sanctus, y Diego Cavanagh, que "asciende" desde La Dolfina Polo Ranch (versión B del campeón).
Entonces, el mapa de la próxima temporada tiene a cuatro favoritos en la búsqueda del tesoro: Ellerstina, el archirrival de La Dolfina, con 39 de handicap; Murus Sanctus, también con 39; La Dolfina, con 38, y La Natividad, con 36.
Si La Dolfina hubiera ido desmembrándose de a poco y sus desprendimientos hubiesen ido a conjuntos de menores aspiraciones, todo habría estado servido para los postergados Pieres. En el segundo año de los tres hermanos con Hilario Ulloa y ante una oposición debilitada, hasta cabía esperar una triple coronación de Ellerstina. Pero Murus Sanctus hizo la movida inesperada y se potenció enormemente: a sus dos refuerzos de ultralujo añade el mejor polista de la temporada 2020, Guillermo Caset, y Facundo Sola. Un equipazo, cuyo nivel dependerá más de sus caballos que de los humanos: sobrará talento en Sola-Caset-Mac Donough-Nero.
La Dolfina será muy competitivo, pero estará un escalón debajo, y Cavanagh y el ascendente Elizalde deberán demostrar que están como para un equipo grande. Está claro que sus aspiraciones serán menos pretensiosas, pero cuando la bocha ruede la ambición de Cambiaso seguramente será la de siempre.
Y La Natividad, un par de pasos más atrás, tendrá que parecerse más al del 2.019 que al del año pasado, cuando los hermanos Castagnola –primos de Poroto y con quienes a Adolfito le gustaría compartir cuarteto en alguna temporada– fueron más exitosos en Inglaterra que en su país, donde se esperaba de ellos poco menos que una toma del poder.
Descartada la película de drama y traición, el 2021 trae una de suspenso en el polo. Y de acción, por supuesto, la que seguramente habrá, a prueba de virus y pandemias...