La mayoría de las encuestas coinciden en señalar que la principal preocupación ciudadana hoy es la situación económica (alta inflación, salarios siempre corriendo detrás, dificultades para conseguir empleo) seguida por la inseguridad y la pandemia. Con ese marco de situación, Argentina y Santa Fe entraron en un año electoral.
Pero también dentro de ese marco, Santa Fe se encuentra en un momento delicado donde crujen las estructuras de los poderes, donde en más de una ocasión chocan los poderes dejando de lado el virtuosismo del funcionamiento armónico pensado y escrito por los convencionales constituyentes..
El ciudadano leyó en los últimos días que la Corte Suprema de Justicia -en votación dividida- convalidó el control del Poder Legislativo sobre fiscales y defensores del sistema penal (ley 13.807). Que una jueza del fuero laboral de Rosario ordenó a la Legislatura no investigar la conducta de un funcionario del Ministerio Público de la Acusación (Marcelo Sain) y que entonces la Legislatura pide a una sala de la Cámara Laboral y a la Corte que le abra la posibilidad de investigar esa conducta y que ya le habilitaron la feria judicial para el recurso.
En ambos temas el Poder Ejecutivo no fue neutro. En la ley sobre control a fiscales, fue el gobernador Omar Perotti quien le encomendó al fiscal de Estado, Rubén Weder, que vaya a la Corte cuando en primera y segunda instancia la norma había sido declarada inconstitucional. En tanto, en el caso Sain, el mismo Perotti le pidió a Weber que se allane al reclamo del peticionante.
Las autoridades del Ministerio Público de la Acusación no disimularon su molestia por el pronunciamiento de la Corte, pero sin esperarlo accionaron el tema Sain y lo enviaron a Legislatura.
Si algo faltaba a este cuadro fue que un juez rosarino declarara inconstitucional parte de un artículo de nuestra Carta Magna sobre fueros legislativos a pedidos de dos fiscales de Rosario que investigan un caso de corrupción que descabezó el MPA de esa ciudad y tiene contra las sogas al senador Armando Traferri.
El resultado de este cruce entre poderes parece no tener una pronta resolución. Es más, en algunos casos la suerte quedará en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El gobernador Omar Perotti ha desatado en parte este paquete con algunas decisiones políticas como la ruptura con un grupo de senadores justicialistas que colaboraron para auparlo a la Casa Gris. Además suya fue la responsabilidad por la designación de Marcelo Sain como ministro de Seguridad, funcionario antes y hoy del Poder Judicial gracias al Frente Progresista que lo trajo desde Buenos Aires, primero como asesor en materia de seguridad y luego abrió las puertas para que sea responsable del Organismo de Investigaciones.
El enredo institucional mantiene casi paralizada a la Legislatura que en las últimas semanas sólo votó leyes con mayores gastos y mantiene en stand by la habilitación al crédito internacional con el supuesto destino del plan de conectividad.
La muerte de Miguel Lifschitz le quitó al Ejecutivo un interlocutor con poder de decisión dentro de la Legislatura. En la primera etapa de la gestión de Perotti el objetivo fue la diferencia con la gestión del socialista. A inicios del presente año se habían abierto canales de diálogo para una agenda que incluía endeudamiento, seguridad, pliegos para el Poder Judicial y códigos procesales. Al propio Lifschitz le interesó la agenda suponiendo que podría desarrollarla en parte en un eventual segundo mandato. El imprevisto deceso trastocó el Poder Legislativo que todavía está reacomodándose y que no será el mismo tras el resultado electoral de noviembre.
Si bien no hay elecciones provinciales, la mezcla del resultado electoral nacional con el municipal y comunal empezará a contornear un nuevo mapa político santafesino, un mapa que en poco más de un año perdió jugadores de mucho peso como el dos veces gobernador y cuatro veces senador Carlos Reutemann; los ex gobernadores socialistas Hermes Binner y Lifschitz más el rosarino Héctor Cavallero. Demasiadas pérdidas como para favorecer este movimiento telúrico con fuertes réplicas en los tres poderes del Estado santafesino.