Con una suerte de pacto de no agresión – al menos para la tribuna y durante los actos de este lunes-, las dos listas que competirán en las internas del peronismo tuvieron sus presentaciones en sociedad. Son los pre candidatos a diputados y senadores nacionales que aspiran a representar al Frente de Todos en los comicios generales de noviembre.
Con la extrañeza de protagonizar actos de campaña sin público, los dirigentes le hablaron a una cámara que no registra devolución, excepto las reacciones de quienes están siguiendo el evento a través de las redes sociales. Son las modalidades que imponen los tiempos de pandemia.
El peronismo venía en Santa Fe con un alto nivel de beligerancia, sobre todo de parte de Agustín Rossi, que eligió para el golpe no a su adversario directo en las urnas – Marcelo Lewandowski-, sino al gobernador de la provincia. Pero en el despliegue virtual de este lunes no hubo una confrontación expuesta. Sí, expresiones repletas de sutilezas pero con elipsis de nombres propios. Quizá, en honor a lo que el mismísimo presidente de la Nación planteó durante la presentación. Su mensaje grabado para avalar la lista que apadrina Perotti fue uno de los platos fuertes del día, y en su mensaje de unos pocos minutos, dejó en claro su pretensión: "Sólo quiero confrontación de ideas", planteó.
Ya al mediodía y desde el Monumento Nacional a la Bandera, el ex ministro de Defensa y pre candidato a senador nacional por la lista "La Santa Fe que queremos", había elegido un discurso menos agresivo. Al menos eso fue lo que se escuchó desde que subió al escenario. No citó a Perotti como lo venía haciendo en sus intervenciones anteriores en las que lo definió como un "autócrata" y lo acusó de querer "robarse el peronismo de Santa Fe". Pero dijo lo suyo; puso énfasis en la "coherencia" de su trayectoria política como valor y reclamó "diálogo"; planteó que Santa Fe "tiene que dejar de ser una provincia que se mira el ombligo", y reivindicó la necesidad de disputar la interna porque "no hay nadie que diga que lo que vengo planteando no viene sucediendo o no va a sucede". Sin hacer nombres, ratificó implícitamente sus denuncias acerca de los intentos de "arrebatar" el peronismo de Santa Fe.
El acto para mostrar a los candidatos de la lista del oficialismo tuvo la particularidad de que el centro de la escena no fue copado por los postulantes titulares, sino por el presidente y el gobernador. Claro que los candidatos tuvieron su espacio. Le reprochó a la oposición "cajonear" la ley de conectividad, y pidió "corazón caliente pero mente fría". Su compañera en la dupla para el Senado, María de los Angeles Sacnun, instó a "seguir trabajando en conjunto" con Nación. Y el primer pre candidato a diputado, Roberto Mirabella, fue el que enunció el mensaje más directo - aunque otra vez evitando nombres propios- hacia su adversario interno. "Muchos están haciendo un esfuerzo para que nos enojemos. Pero no necesitamos que nos vengan a enseñar de ética. Vamos a responder con obras y con amor", disparó. La expresión remite a la imputación de Rossi, quien consideró desde el primer minuto después del cierre de listas que es "vergonzosa y poco ética" la decisión de Perotti de incluirse como pre candidato a senador suplente.
El gobernador, que habló tanto o más que los integrantes de la lista, también aludió a ello; justificó su participación en la campaña y en la nómina, y volvió a marcar la cancha. "Estos son los candidatos del gobierno. Estoy aquí para que se sepa dónde estamos parados", sentenció. Y defendió la oferta electoral que apadrina ante la necesidad de "no seguir siempre con los mismos (dirigentes/candidatos)".
El mandatario cerró el acto y lo hizo después de escuchar al presidente; Alberto Fernández le había hecho un reconocimiento por su trabajo de "colaboración" en la pandemia, que Perotti agradeció. El presidente eligió como centro de su crítica al macrismo, y sobre la disputa interna sólo dijo que "enfrente hay alguien (por Rossi) a quien quiero mucho".
El acto, sobre todo de la lista Celeste y Blanca, estuvo repleto de datos de color. Desde el saludo enviado por Tití Fernández para Lewandowski como su par en el periodismo deportivo, hasta el blooper que protagonizó Perotti cuando antes de comenzar a hablar, debió dedicar unos segundos a desenredar el nudo que se le había generado entre el barbijo y el micrófono inalámbrico.
Causó chanzas en la tribu adversaria, también, la manera en la que el presidente pronunció el apellido Mirabella, reemplazando la "ll" por la "y". Finalmente, no pasó desapercibido que entre los mensajes que se emitieron grabados, además del que correspondía al presidente y a su ministro del Interior, Wado de Pedro, también estuviera el de la ministra de Salud, Sonia Martorano. Fue la única integrante del gabinete que se "mostró" durante la transmisión del acto; su nombre había sido, de hecho, uno de los que circuló en la previa al cierre e listas como posible pre candidata en la lista de Perotti