"Por ello, conciudadanos del mundo, no se pregunten qué hará Estados Unidos por ustedes, sino qué podemos hacer juntos por la libertad del hombre", dijo alguna vez JFK (John F. Kennedy). En medio de la pandemia, muchos socios del fútbol argentino no se preguntaron qué haría su club por ellos sino que decidieron (porque el bolsillo se los permitía) seguir pagando la cuota a pesar que las persianas estaban totalmente cerradas.
Está más que claro que será, el de los socios leales y pandémicos, un grupo de privilegio en cada estadio que tendrá la prioridad cuando el Gobierno active definitivamente la vuelta del público a los estadios en la Argentina: en Balcarce 50 se habla de "tope con aforo al 50 por ciento"; los dirigentes, con Tapia (AFA) y/o Tinelli (Liga) a la cabeza, van por "un piso del 70 por ciento". Cuando impacte el DNU el 1 de octubre se terminará el misterio.
En ese raro contexto, muchos clubes del fútbol argentino se encontraron con otro asterisco: plateistas y/o plaquistas que tenían abonada toda la temporada antes del Covid. En consecuencia, habían pagado por adelantado ubicaciones en butacas al aire libre o palcos cerrados por partidos que no se jugaron por el parate mundial.
Tenés que leerOficial: Colón volverá a jugar con público ante Banfield y Unión contra PlatenseSi bien todavía no hay una comunicación oficial o formal, El Litoral está en condiciones de adelantar una medida que implementará la Comisión Directiva del Club Atlético Unión. "Una noticia muy positiva para muchos tatengues: la CD va a hacer un gran esfuerzo y a los casi 3.000 plateistas y palquistas que tenían abonos comprados (cuando se empezó a jugar sin público) no van a perder sus ubicaciones y no se les va a cobrar un solo peso por los partidos que se vienen ahora con la vuelta de los espectadores".
Las dos noticias son de impacto positivo: la del bolsillo (entran gratis) y la del sentimiento. Muchos mantienen, de generación en generación, el lugar de sus abuelos o de su padres en la cancha de Unión. "Quiero volver a la cancha, alentando a Unión desde el lugar de siempre", expresan a modo de súplica más que de reclamo. Serían, estos abonados, unos 3.000 aproximadamente acorde al sistema administrativo que tienen actualizado en López y Planes.
Lo otro que deberá evaluar la Gestión Spahn cuál será la política con los socios que hoy tienen en Unión la cuota al día. El número, por lo que averiguó este diario, viajó de los 12.000 a los 14.000 en el tiempo de parate, acorde a cómo anduvo cada bolsillo. Pero, desde el momento que los medios nacionales impactaron con la noticia de la vuelta del público (por ahora no está publicado el DNU), muchos tatengues empezaron a desfilar por la sede de López y Planes para "ponerse al día".
Si el aforo fuera del 50 por ciento, como quiere autorizar el Gobierno, el estadio 15 de Abril, habilitando la tribuna nueva, quedaría con un piso de 14.000/15.000 lugares para socios de Unión. Ese número "más/menos de 1.000" es porque se habilitarían las 900 butacas del bloque a estrenar pero no así los palcos (faltan algunos detalles).
En líneas generales, la cantidad de socios que tenía el club rojiblanco en pandemia calzaría justo con la capacidad permitida por el Gobierno con la mitad del aforo. El tema es que, de cara a los partidos que le quedan al Tate de local, está el gran incentivo del clásico con Colón como local en la última fecha, por lo que se esperan nuevos socios o bien socios que se pongan al día con las cuotas atrasadas.
"Estamos esperando aforo final. Si es sólo el 50 por ciento, solamente entrarán los socios y van a poder entrar todos", comentan ilusionados desde el área socios en el Tate. Lo concreto es que el primer paso está dado por la CD: esos 3.000 abonados, con palcos y plateas aseguradas cuando arrancó la pandemia, quedaron a salvo: Unión les mantiene su butaca o palco histórico, además de no cobrarles un solo peso por los partidos que faltan.