Mantener las prioridades pese a la derrota electoral

"La prioridad del gobierno será impulsar la producción para dinamizar la economía y generar más fuentes de trabajo genuino". Este fue el primer mensaje que, vía su cuenta de twitter, emitió el jefe de Gabinete de Ministros, Juan Manzur minutos después de asumir el lunes 20 en reemplazo de Santiago Cafiero.

La prioridad de impulsar y sostener la producción y el empleo fue uno de los principales caminos, probablemente el más exitoso, que decidió transitar la gestión de Alberto Fernández desde el día de la asunción, después de cuatro años donde el deterioro de la economía productiva alcanzó niveles pocas veces registrados en la historia argentina.

Las mejoras de la producción industrial y el crecimiento del empleo – aunque insuficiente para el nivel de demanda de una sociedad con un 50 % de pobreza y la mitad de sus trabajadores en el sector informal – han sido el eje de la campaña electoral del Frente de Todos. El mensaje del jefe de Gabinete ratifica el rumbo.

Los números hechos públicos esta semana respaldan la decisión del gobierno de poner en el centro del debate público lo vinculado con la producción y el empleo como objetivo principal de política económica y que trascienda la derrota electoral nacional que, de no ocurrir un hecho extraordinario, será ratificada en noviembre.

-El desempleo en el segundo trimestre de 2021 fue del 9,6% y se ubicó por primera vez debajo de los dos dígitos desde fines de 2019. En un año, cerca de 265 mil personas dejaron de estar desempleadas.

-Las exportaciones en agosto crecieron el 58,4%. Las ventas al exterior fueron de 8.93 millones de dólares y acumulan los primeros 8 meses del año 50.717 millones de dólares. El saldo comercial favorable al país fue en agosto de 2.139 millones de dólares y suma 10.649 millones. Se estima que este año superá los 12 mil millones de dólares.

-El informe de actualidad industrial que elabora el Centro de Estudios de la UIA indica que en julio de 2021 la actividad industrial subió 11,9% en términos interanuales y acumula los primerso 7 meses del año un incremento del 19,3% respecto del mismo período de 2020 y del 5,3% respecto al de 2019.

.De acuerdo a las estimaciones que hace el Centro de Estudios Productvos (CEP) que depende del Ministerio de Desarrollo Productivo de Nación, en base al consumo de energía eléctrica de más de 1000 plantas industriales, los niveles de producción de agosto de 2021 tendrán una suba en el promedio industrial del 3,2% contra agosto de 2019 (y +11% contra agosto de 2020). Si tomamos el acumulado enero-agosto, la producción industrial opera 4,8% por encima del mismo período de 2019 y 21,1% por encima de 2020.

-También el CEP dice que la recuperación industrial argentina sigue siendo de las más aceleradas del mundo por detrás de China (más de 11% en julio). De 11 ramas, el desempeño argentino fue mejor al del promedio de los países seleccionados entre julio de 2019 y 2021. Se destacan los rubros como el químico y el automotriz.

-Finalmente, el CEP informó que los primeros días de setiembre de este año se alcanzaron los máximos índices de movilidad desde el inicio de la pandemia, con la movilidad al trabajo igualando los números de principios de marzo de marzo de 2020 y a comercios esenciales superando los niveles prepandemia. Santa Fe es la segunda provincia, después de Salta, donde se registró los mayores incrementos de la movilidad.

Está claro que estas mejoras no han llegado a la mayor parte de la sociedad, que hoy vive peor que hace 10 años, que viene asimilando como puede primero las políticas económicas del gobierno de Macri y segundo con un largo período de alta inflación, que han hecho descender el poder adquisitivo de los salarios al quinto subsuelo.

Como se encarga de recordar cada vez que puede el secretario de Industria Ariel Schale, cuando el actual gobierno asumió "la industria llevaba más de 20 meses de caída consecutiva; de 48 meses de gestión de Macri, 46 fueron de destrucción del empleo industrial y en diciembre de 2019 ningún sector de la industria tenía niveles de actividad superiores a diciembre de 2015. A todo aquel que producía en Argentina le fue mal". El desafío es no volver a esas políticas.