Por Ignacio Pueyo
Uno de los históricos árbitros de la Liga Santafesina le pone punto final a su carrera. Dialogamos sobre sus inicios, su trayectoria y las anécdotas que perduran hasta el día de hoy.
Por Ignacio Pueyo
18 años es mucho tiempo. Esa es la cantidad exacta durante la cual José Belázquez se dedicó a impartir justicia en las canchas de la Liga y de distintos certámenes nacionales. Todo comenzó poco después de la inundación del año 2003, casi por casualidad, y como una propuesta de su padre.
"En realidad esto fue algo como para probar. Era una situación difícil en el 2003 con la inundación; nosotros ayudábamos a mucha gente llevando comida con mi viejo, con mis amigos. Un día habíamos visto en el diario o en algún lugar que decía que faltaban árbitros en la Liga. Mi viejo fue el que me lo propuso; me dijo: '¿por qué no probas hacer esto?'. Y le digo, '¿te parece?'. Y me dijo que pruebe porque me iba a gustar. Arranqué así y fue gracias a él que me metí en esto. Una profesión que me llevó y gracias a eso pude recorrer varias canchas en el país" contó Belázquez sobre sus inicios.
Hoy el cuerpo ya le pasa factura, y es por eso que después de esta prolífica carrera, tomó junto a su familia la decisión de poner punto final. Adentro de las canchas ya no lo veremos, pero seguirá ligado al arbitraje porque se encuentra realizando el curso de instructor nacional.
-¿Qué partidos importantes te tocó vivir?
-Son varios partidos. Mi debut por Copa Argentina fue en el estadio de Sarmiento de Resistencia. A ese partido fuimos una semana después que la Selección Argentina jugó con Paraguay, que creo que le gana 4 a 2. Lo inaugura la selección y nosotros vamos la semana siguiente. Sportivo Patria de Formosa contra Sarmiento de Resistencia. Fue un partido lindo, lo dirigió Gastón (N. del R: Freyre), y fuimos con Rubén Vegetti. Una experiencia hermosa. De esos partidos tengo un montón: Federal B, Torneo del Interior, un montón de partidos. Incluso acá en Liga Santafesina: Los clásicos de San Justo, los clásicos La Salle-Ateneo, son lindos recuerdos.
-Dicen que para ser árbitro hay que sentir el arbitraje, ¿de qué se trata eso?
-Primero lo tenes que sentir, la pasión te tiene que llevar, porque es bancarte insultos, escupitajos, de todo. Es complicado, te tiene que gustar mucho, porque esto es una pasión. Es como un futbolista: el futbolista llega el fin de semana y se prepara el bolsito con los botines para ir a patear. Nosotros lo mismo, porque ya el día anterior, o el día que está la designación nos vamos preparando, formamos el grupo, preparamos el partido. Eso es tener convicción, pasión, para ir a dirigir un partido.
En ese sentido, Belázquez resalta la importancia del rol del árbitro: "Si te levantas sin ganas de dirigir directamente no vayas, porque seguramente algún error vas a cometer y va a terminar todo mal. Esa es la contra que tenemos: nosotros nos equivocamos y generamos un quilombo. El jugador se equivoca y no pasa nada, porque después se puede arreglar con un gol, o en la siguiente jugada puede acomodarse. Nosotros no, porque un error nuestro puede llegar a costar un partido."
Si bien aún no sabe si tendrá su partido de despedida ni cómo seguirán los próximos días en su carrera, el colegiado no deja de recordar momentos graciosos adentro de la cancha.
Una de las anécdotas que rememora con más cariño, pero que fue sumamente vergonzosa en su momento, fue durante un ascenso de San Cristóbal. Para el Verde de las Quintas jugaban dos de sus amigos de la infancia, "Pino" Sánchez y el "Dani" Zikai. Una vez finalizado el partido, ambos fueron inmediatamente a abrazar llenos de alegría a Belázquez, lo cual generó una situación entre vergonzosa e hilarante, de dos jugadores yendo a celebrar con el árbitro del partido.
"Yo soy de Ángel Gallardo, mi viejo era de allá, yo lo perdí el año pasado, y lo malo de esto es no poder tenerlo para mi despedida. Somos de Gallardo y entonces por eso siempre me decían que yo tiraba para San Cristóbal. Yo lo dirigí muchas veces y conmigo San Cristóbal ganó, perdió y empató. Te puedo asegurar que perdió más de lo que ganó. Jamás me hicieron un problema, y jamás lo favorecí. Uno cuando entra a la cancha se olvida de los colores de la camiseta" explicó Belázquez.
Finalmente, el árbitro recalca la cantidad de cosas que se perdió por dedicarse al arbitraje. Entre algunas de ellas está el bautismo de su hija, que fue el mismo día de su debut en el Federal B. "Yo había hablado en ese momento con Roberto Carreño que era el presidente del Colegio de Árbitros. Le pedí que me cambiara, pero como era mi debut, en cancha de Huracán de Corrientes, Textil Mandiyú contra Colegiales de Concordia, él me dijo: 'Vos hace lo que quieras, pero si rechazas esta designación no vas a salir más.' Me puso entre la espada y la pared. Lo charlé con mi señora, uno se arrepiente, pero ya está, ya pasó. En ese momento fue duro, pero ya está", recordó.
Una carrera larga, con muchos sacrificios, y llena de buenos recuerdos es la que deja José Belázquez. Quedarán además las amistades, los momentos memorables y la satisfacción de haberse ganado un lugar dentro de la Liga Santafesina de Fútbol.