Una revisión médica de rutina destapó una serie de abusos a dos hermanitos de 7 años. Tras la denuncia de la doctora que atendió a los menores, que constató lesiones en el niño, el abuelo fue imputado y quedó en prisión preventiva.
La denuncia fue radicada por una médica, luego de constatar lesiones en el chico y escuchar su relato. El sexagenario quedó en prisión preventiva.
Una revisión médica de rutina destapó una serie de abusos a dos hermanitos de 7 años. Tras la denuncia de la doctora que atendió a los menores, que constató lesiones en el niño, el abuelo fue imputado y quedó en prisión preventiva.
Así lo dispuso este martes el juez José Luis García Troiano, luego de que la fiscal Alejandra Del Río Ayala atribuyera a Oscar Francisco T. (63) el "abuso sexual con acceso carnal" a la nena, y el "abuso sexual gravemente ultrajante" en perjuicio del niño, ambos delitos doblemente agravados por la guarda y la convivencia.
Si bien los hechos se habrían perpetrado durante octubre, desde el MPA no descartan la posibilidad de que existan abusos anteriores ya que, según lo expuesto en la audiencia, era habitual que los menores vivieran de a temporadas junto a sus abuelos en la casa de barrio Jesuitas. También se explicó que el sexagenario no tiene vínculo sanguíneo con las víctimas, sino que es padrastro de su madre y forma parte de la familia desde hace muchos años.
El martes 16 de noviembre una médica del Samco de María Luisa se acercó hasta la Subcomisaría 15 de esa localidad para denunciar el abuso a dos de sus pacientes. Esa mañana, los niños habían acudido junto a su madre a una revisión de rutina, en la que la profesional observó un eritema en la zona genital del varón.
Le consultó a la mamá respecto a los hábitos de higiene y a la posibilidad de que hubiera existido un abuso, y la mujer le dijo que sus hijos le habían contado que durante el tiempo que estuvieron en Santa Fe con sus abuelos, el hombre "los manoseaba".
Entonces la médica se dirigió directamente al niño, quien le confirmó que su abuelo le tocaba los genitales y también le dijo que vio "por el agujerito de la puerta" cómo tocaba a su hermanita (que es 9 meses menor). La profesional le preguntó por esto a la nena, pero ella no emitió palabra alguna ni permitió que la revisaran.
Entonces se dirigió a la madre, para consultar si había radicado la denuncia. Esta le manifestó que su hija también le había hablado de los abusos, pero que no denunció por miedo a que le sacaran a los chicos. Fue entonces que la profesional cumplió con su obligación de dar aviso a las autoridades, a lo que sumó copias de las historias clínicas.
La causa fue remitida a la Unidad Fiscal Especializada en Violencia de Género, Familiar y Sexual (Gefas), debido a que los hechos ocurrieron en su jurisdicción, y dos días más tarde se entrevistó a la madre de las víctimas. La mujer confirmó que sus hijos habían pasado un tiempo con los abuelos, y que ella los buscó el 3 de noviembre.
También informó que su hijo le contó que el abuelo le hizo "cosas cochinas", tras lo cual le preguntó a su hija y la niña entre lágrimas le señaló lo que le había ocurrido. Los pequeños le dijeron que los abusos ocurrían cuando la abuela salía a buscar la comida -al comedor, la vecinal y a la iglesia evangélica-, y ellos quedaban a solas con el abuelo.
Los menores acudieron a una cita con una médica forense, en la que el varón permitió que lo revisaran y nuevamente se refirió a los abusos. Por el contrario, la niña no habló ni consintió el examen ginecológico, que debió suspenderse.
En la audiencia de este martes la fiscal expuso las evidencias con las que cuenta hasta el momento y solicitó la prisión preventiva del imputado, a lo que se opuso la defensora pública Soledad Estrada.
Si bien destacó que "no estamos aquí para dudar de lo que se ha manifestado hasta el momento" por parte de los niños, la letrada hizo hincapié en la necesidad de "profundizar en el conocimiento de qué es lo que ocurrió, cuándo, quién fue el autor" y si es Oscar T. la única persona que pudo cometer los hechos o existe la posibilidad de que hubiera una "transferencia" (es decir, que las víctimas señalen a alguien cuando el verdadero abusador es otro).
La defensora también ofrece una serie de medidas alternativas, entre ellas la prohibición de contacto y acercamiento a los menores, las cuales no resultaron "suficientes" para el juez a la hora de neutralizar los riesgos procesales. Así, el Dr. García Troiano ordenó la prisión preventiva sin plazos para el sexagenario.