El cometa 3I/ATLAS alcanzó este viernes 19 de diciembre su máximo acercamiento a la Tierra y se convirtió, por unas horas, en el protagonista de un tipo de noticia que no se repite seguido: el paso por nuestro planeta de un objeto interestelar, es decir, un visitante que no nació en nuestro sistema solar.
Suceso astronómico inédito
3I/ATLAS: el cometa interestelar saludó a la Tierra y siguió su viaje
Este viernes 19 de diciembre, durante la madrugada de la Argentina, alcanzó su punto más cercano al planeta, obsequiando una postal científica que fue compartida por miles de personas en todo el mundo. La NASA explicó que pudo estudiarlo “en detalle” a través de una flota de telescopios y misiones desde distintos ángulos.
El momento de máximo acercamiento se produjo durante la madrugada del horario argentino, luego siguió su trayectoria. Si bien no se pude ver a simple vista, su brillo verdoso sí se pudo apreciar a través de telescopios de mediano alcance, mientras que aquellos que no tenían instrumentos astronómicos se apoyaron en transmisiones online que mostraron su recorrido en tiempo real,
Cerca, para los parámetros astronómicos; lejísimos, para cualquier escenario apocalíptico. El cometa no representó peligro alguno para la humanidad y se mantuvo a una distancia de 274 millones de kilómetros que permitió el trabajo fino de observación.
Así pasó el objeto interestelar más antiguo detectado en nuestro sistema solar. Los modelos científicos sugieren que carga al menos 7.600 millones de años y algunos incluso amplían este rango a 14.000 millones de años. Estimaciones sobre la que los datos recopilados podrán aportar mayor precisión.
Visitante interestelar
3I/ATLAS no es un cometa más, ni uno de esos que vuelven cada tanto y se ganan un lugar en el calendario de aficionados. Es un visitante, un cuerpo que viaja con una trayectoria y una velocidad poco habituales para objetos ligados gravitacionalmente al Sol.
Según explicó el científico planetario Gerónimo Villanueva, Director Asociado de Ciencias Estratégicas de la División de Exploración del Sistema Solar del Centro Goddard de la NASA, se trata del “tercer objeto interestelar descubierto en la historia de la humanidad” y, aunque en redes no faltó la fantasía, lo aclaró sin vueltas: “No es una nave espacial”.
Esa rareza fue, precisamente, la primera señal de alarma científica cuando fue detectado por el sistema de telescopios ATLAS en Chile, financiado por la NASA. “Este objeto fue descubierto por un telescopio en Chile que se llama Atlas”, dijo Villanueva.
Además, el científico planetario subrayó en la publicación de su cuenta en español que el verdadero valor de este suceso astronómico inédito estuvo en lo que permite estudiar. “Nos abrió una ventana de cómo se forman planetas fuera de nuestro sistema solar”, remarcó Villanueva.
Cómo lo estudió la NASA
El foco de la historia, para la NASA, estuvo en la calidad de los datos reunidos. Villanueva contó que el estudio se realizó con “todo tipo” de herramientas y desde “varios ángulos”, un modo de decir que la observación no quedó limitada a un único telescopio, a una sola mirada o a una medición aislada.
En la explicación dio cuenta de la multiplicidad de instrumentos puestos en acción pata tal fin: misiones como el Mars Reconnaissance Orbiter y el empleo de espectrómetros “que nos permiten ver los colores y la composición”. Citó, además, al James Webb Space Telescope, al Hubble Space Telescope y a otros instrumentos como parte de una red de observación que se desplegó para seguir a 3I/ATLAS en su tránsito.
Sintetizó el operativo con una metáfora: “Imaginemos que estamos viendo un partido de fútbol y estamos viendo una pelota que viaja a gran velocidad en el estadio. Y tenemos toda la gente en el estadio con diferentes cámaras… lo valioso es tener toda esta información… el colectivo de las imágenes que nos permite tener una imagen mucho más precisa de su comportamiento”.
Espectáculo global
El máximo acercamiento registrado este viernes abrió una ventana corta pero potente para medir con precisión. Telescopios y misiones pudieron extraer información sobre su composición, un punto clave porque el cometa, al acercarse al Sol, libera gases, y en esos gases —en sus proporciones— se guardan pistas sobre el lugar de donde viene.
El paso del cometa generó interés global en la comunidad científica. Las redes sociales se colmaron usuarios compartiendo fotografías del 3I/ATLAS, permitiendo apreciar cómo se vio en su último acercamiento, el más cercano, sobre la Tierra.
Desde la NASA, anunciaron una transmisión en vivo a través de Reddit, donde especialistas participaron en una sesión en directo de preguntas y respuestas (Ask Me Anything). También la cuenta del telescopio Hubble compartió imágenes del cometa 3I/ATLAS.
Por su parte, el doctor Josep María Trigo, destacado astrofísico y científico planetario e investigador titular del CSIC en el Instituto de Ciencias del Espacio de Barcelona, compartió impactantes fotos del acercamiento del cometa. El especialista explicó que mantuvo una intensa actividad interna, con jets ondulantes y una anticola, características que analizó mediante espectros y estudios fotométricos.
En tanto, la cuenta Il Nostro Insolito Universo – Our Unusual Universe compartió una imagen del cometa 3I/ATLAS captada durante una transmisión en vivo por Ray’s Astrophotography desde Texas, Estados Unidos, donde se observan varios objetos que parecen seguirlo y orbitar a su alrededor.
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