-¿Cómo siguió la vida de ese Nicolás Kasanzew que "nos marcó" después de Malvinas?

Nicolás Kasanzew no duda en apuntar a los altos mandos por la derrota de Argentina contra Inglaterra en las Islas Malvinas. "Menéndez no se rindíó el 14 de junio, ya llegó rendido a las islas".

-¿Cómo siguió la vida de ese Nicolás Kasanzew que "nos marcó" después de Malvinas?
-Si es que yo "marqué" Malvinas es porque los demás no se quedaron en abril y yo me quedé. Los periodistas entraban, hacían su nota y se volvían en el mismo vuelo, no se querían quedar. Por ejemplo, uno de ellos era Rony Vargas, un periodista conocido de Cadena 3. Hace unos años me lo cruzo y pregunto a Rony: ¿por qué no te quedaste?. Me dijo "porque pensé que la flota inglesa no venía". Después se cerró el bloqueo, hubo gente que quería entrar pero ya era demasiado tarde.
-¿Que sentiste cuando volviste a Buenos Aires?
-A mí me pasó lo que le pasó a los combatientes: lo mío fue un reflejo de la desviación, así como ocultaron a los combatientes del régimen militar. Cuando gana las elecciones Alfonsín, yo estaba sin trabajo. Vuelve la democracia, asume el director de ATC (Canal 7) y me convoca para hacer un programa. La noticia sale en Clarín y ese mismo día me llaman para decirme: "Mirá, te prohibieron". Quien me prohibió en democracia fue el Secretario de Cultura, Carlos Gorostiza, escritor y Subsecretario de Cultura de Alfonsín.
-¿Te lo dijeron de frente?
- Fui a buscar la respuesta y me dijeron que no tenía derecho a trabajar por haber sido la cara de Malvinas. Años más tarde me enteré que la decisión fue de Alfonsín.

-¿Por qué?
-Alfonsín le tenía odio a todo lo que tuviera que ver con Malvinas. Alfonsín prohibió conmemorar el 2 de abril. Alfonsín hizo sacar los restos del primer héroe. Tenía un odio visceral hacia Malvinas porque había sido enemigo personal de Galtieri desde el Liceo Militar. Esto es algo que mucha gente ignora. Había una camada del Liceo militar, donde estaban Alfonsín, Harguindeguy, Galtieri y Anaya. Cuando empiezan a meter presos a los militares por derechos humanos, meten a todos menos a Harguindeguy, que era el Ministro de Interior y responsable número uno de la seguridad de las personas en el país. No lo meten preso porque era amigo personal de Alfonsín.
-Quiero volver a Malvinas...¿cómo es la guerra para un periodista?
-Lo primero que sentí con los primeros balazos fue excitación, algo políticamente incorrecto pero agradable.
-¿Pensás que existe el miedo?
- Yo creo que ser valiente es tener miedo, pero que el de al lado no se dé cuenta: hay que actuar como si no lo tuvieras.
-¿Cuánto de cerca estuviste en Malvinas del miedo?
- Como yo tenía muchos problemas con la censura del Ejército, me iba casi todos los días o día por medio a la base aérea Malvinas, donde estaban los aviones y ahí me dejaban circular con bastante libertad. Había acción todos los días. Era bombardeado tres y cuatro veces por jornada. Un día llega un piloto de Pucará que viene de atacar a los ingleses, Micheloud de apellido: lo entrevistamos ahí, en caliente, en el mismo aeropuerto. De repente..."alerta roja, alerta roja". Los militares se tiraron cuerpo a tierra; mi camarógrafo y yo, que éramos civiles, miramos para abajo. Como el piso era barro mezclado con aceite no nos tiramos. Esa onda expansiva nos dio de lleno, nos puso la cara como un tomate. Por suerte no nos alcanzó ninguna esquirla, pero en ese momento alcancé a decir "Padre nuestro que estás en los cielos..."
-¿Sos o eras creyente?
- Mirá, en una guerra no hay ateos. En la guerra, los que eran ateos empezaron a creer. Yo fui testigo de cómo los curas y capellanes ofrecían, por ejemplo, un Rosario a un protestante: "Yo no padre, yo no soy católico", decían. Pero empezaban los tiros, iban corriendo a pedir un Rosario. Por eso digo que en la guerra, no hay ateos, uno se aferra a lo que puede.
-¿Cómo era tu trabajo, el reflejo del mismo en la pantalla del Canal y el envío del material desde Malvinas?
-Yo mandaba todo lo que se salvaba del primer escalón de censura, que era Puerto Argentino: lo mandaba todo por los aviones que burlaban el bloqueo. Después le perdía el rastro porque no era la época de los satélites y no tenía retorno. En ese momento, suponía que una parte habría sido apartada por cuestiones de seguridad. Cuando volví de Malvinas me enteré que entre el 90 y el 95 por ciento de material que enviamos desde Malvinas al canal, no solo no fue mostrado sino que fue destruido. Era una clara muestra que no era funcional a la propaganda triunfalista del momento.
-¿Cuál fue tu reacción?
- De todo eso me entero al volver y me quise matar. Mi camarógrafo tuvo alguna depresión y creo que desarrolló su cáncer por lo mismo. Por todas estas cosas escribí mi primer libro, porque no había podido mostrar casi nada. Te cuento algo: mi hijo menor recopiló lo que se ha salvado de la censura, está en mi canal de Youtube y orilla las cuatro horas. Según una investigación de hace poco tiempo, del Diario Clarín, faltan cien horas de grabación nuestras en Malvinas.
-¿Esperás algún milagro, que algo aparezca con el paso del tiempo?
- No espero nada. Mis compañeros me dijeron que vieron como se lo destruía. Además, yo sacaba fotos para mí y los primeros siete rollos los mandé por derecha: me los secuestró Inteligencia del Ejército y desaparecieron.
-¿Qué te va a despertar este 2 de abril?
- Como siempre, una gran emoción; no será muy diferente a la de todos los años. Es una emoción acompañada por una gran decepción porque sigue la "desmalvinización". Sin ir más lejos, hace pocos días apalearon a los veteranos en la ciudad de Buenos Aires por pedir cuidados médicos. Así como los "K" los habían apaleado cuando pedían mejoras hace unos años, ahora lo hizo el "Macrismo", con lo cual te das cuenta que no hay diferencia. Los políticos de cualquier bandería le dan la espalda a los veteranos.
-Owen me dijo que al momento de rendirnos, Argentina estaba ganando la guerra de Malvinas.
-Acá hay una explicación que me parece que es la única, porque sino no se entiende Malvinas. Los generales nunca fueron a la guerra; los almirantes pensaron que se podía hacer un toco y me voy. Cayeron en la trampa de los ingleses que los indujeron. Después no pudieron dar marcha atrás porque si vos vas a la guerra el 2 de abril y recuperás Malvinas, se supone que el 3, 4 ó 5 de abril mandás oleadas de buques con todo lo que hace falta para la defensa. No hicieron nada y vivían esperando que Estados Unidos parara la guerra. Por ejemplo, Menéndez le dejaba a los "kelpers" hacer de quinta- columnista: espiaban dónde estaban nuestros helicópteros y se lo comentaban a la flota inglesa. Tenían sus radios, sus motocicletas y él no hacía nada. No se puede entender la pasividad que hubo desde el desembarco hasta el 21 de mayo. Con respecto al último combate, los ingleses mismos te dicen que no daban más sus jefes terrestres y los jefes marítimos tampoco porque la aviación Argentina los había diezmado. Una semana más y se tenían que retirar.
-¿Cuál fue la historia "oficial" en ese momento?
- A mí muchos me dijeron: "Mirá el 14 de junio ya era demasiado tarde, ya que ofrecer resistencia hubiera sido una masacre". Acá la clave es qué Menéndez no se rindió el 14 de junio sino que llegó rendido a las islas, nunca quiso pelear, nunca dio un de ataque y nunca dio una orden de contraataque. Los generales no estaban en primera línea, nunca cruzaron a la otra isla. Cuando va el combate de Darwin lo siguieron por teléfono desde Puerto Argentino. Nosotros no perdimos la guerra por los soldados de 18 años sino que la perdimos por los Generales y Almirantes que nunca jugaron.
-¿Qué sentiste el día que murió Margaret Thatcher?
- Lo lamenté profundamente. Hubiera querido que viva hasta ver de nuevo la bandera Argentina flameando en las islas.
-¿Volverías a Malvinas?
-Tuve ofrecimientos, pero nunca quise volver. Yo respeto a los que van, que necesitan cerrar su círculo: los soldados y los parientes de los caídos. No tengo esa necesidad y a mí me dolería mucho entrar como extranjero y que me sellen el pasaporte. Y además yo ví la bandera argentina flameando sobre las islas. Me quiero morir con esa imagen en la retina y no ir para ver la bandera inglesa.
-¿Qué genera la frase "Soldado argentino sólo conocido por Dios" en el Cementerio de Darwin?
- Lo primero que te genera, por supuesto, es respeto y emoción. Ahora ya no son tan desconocidos porque se ha identificado a la mayoría de los caídos. Ojo que nunca fueron desconocidos...los nombres se conocían todos. No se conocía quién era quién en el cementerio y allí hubo una jugada sucia de presentarlos como que no lo eran.
-¿Cómo debemos recuperar Malvinas?
- Antes que recuperar Malvinas, primero tenemos que recuperar el país. Ningún país es escuchado cuando carece de Fuerzas Armadas, que es el caso de la Argentina. No tenemos nada, absolutamente nada. Hoy las Fuerzas Armadas son como un plan social: alcanzan para salarios y poco más. Es como una orquesta sin instrumentos, se te matan de risa.