El Tribunal Supremo Federal (STF) de Brasil decidió que el expresidente Jair Bolsonaro cumpla arresto domiciliario, bajo estrictas medidas de control que incluyen el uso de una tobillera electrónica. Esta medida, similar a la que se impuso a la ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, busca restringir sus movimientos y controlar sus actividades.
Prisión domiciliaria
Al igual que en Argentina con Cristina, Brasil le impuso tobillera a Bolsonaro
El exmandatario quedó sujeto a una medida cautelar que incluye control electrónico, restricción horaria y limitaciones en el uso de redes y contactos personales.
Según informaron medios internacionales, Bolsonaro deberá permanecer en su domicilio desde las 19 horas hasta las 7 de la mañana, y además, durante los fines de semana. A esto se suman otras prohibiciones: no podrá utilizar redes sociales, comunicarse con su hijo Eduardo Bolsonaro ni acercarse a embajadas, medidas destinadas a limitar su influencia y capacidad de maniobra.
Supuesto golpe de Estado
La decisión del STF surge en el marco de una investigación que apunta a un presunto plan golpista organizado en 2022 contra el actual presidente Lula da Silva. Bolsonaro y siete de sus antiguos colaboradores están siendo procesados por su posible participación en un entramado destinado a desestabilizar el gobierno y se espera que una sentencia definitiva pueda conocerse entre septiembre y octubre.
El proceso judicial ha tenido repercusiones políticas fuera de Brasil. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, criticó duramente las acciones contra Bolsonaro y aseguró que se trata de una “caza de brujas”. Además, amenazó con imponer un arancel del 50% a las importaciones que su país realiza desde Brasil, una medida que podría afectar las relaciones comerciales entre ambas naciones.
La familia Bolsonaro, a través de su hijo Eduardo, quien actualmente reside en Estados Unidos, solicitó una amnistía para el expresidente, considerándola la única vía para evitar estas represalias económicas. “Solo existe ese camino”, afirmó Eduardo Bolsonaro en relación a la amnistía, y destacó que ha estado trabajando para lograr el apoyo del gobierno estadounidense en esta causa.
Medidas concretas y situación actual
El arresto domiciliario implica que Bolsonaro debe permanecer en su casa durante las horas nocturnas y los fines de semana, mientras que la Policía Federal ya instaló el dispositivo electrónico para monitorear sus movimientos. La medida busca limitar su capacidad de actuar desde fuera del sistema judicial.
El viernes por la mañana, se desarrolló un operativo policial en la residencia de Bolsonaro en Brasilia, coordinado por la Policía Federal, con el fin de garantizar el cumplimiento de estas restricciones. El proceso judicial sigue abierto, y aunque se espera la sentencia, estas medidas cautelares ya representan un cambio significativo en la situación del expresidente.
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