Joe Campbell, un predicador pentecostal que durante décadas trabajó con niños en distintas iglesias de Estados Unidos, fue arrestado este miércoles y acusado formalmente de abuso sexual infantil. La detención se produjo en Misuri, aunque el proceso judicial se tramita en el estado de Oklahoma.
Caso estremecedor
Arrestaron a un ex pastor de niños acusado de abuso sexual tras una investigación periodística
Joe Campbell, ex ministro de las Asambleas de Dios, fue detenido en Estados Unidos y acusado de violación y actos lascivos contra menores. El caso se reactivó luego de una investigación que reveló décadas de denuncias ignoradas.
El ex pastor enfrenta cargos por violación en primer grado y actos lascivos contra una menor de 16 años. De ser hallado culpable, podría recibir una condena de prisión perpetua, según informaron las autoridades.
Una causa reactivada tras años de silencio
El arresto se concretó siete meses después de que una investigación periodística expusiera un patrón de acusaciones contra Campbell y la reiterada falta de acción por parte de líderes religiosos y autoridades judiciales durante décadas.
Al menos cinco mujeres denunciaron haber sido abusadas cuando eran niñas, en los años 70 y 80, mientras Campbell ejercía como pastor infantil. Otras víctimas relataron conductas inapropiadas, exhibición de material pornográfico y abusos de poder en ámbitos religiosos.
La acusación y el rol de la fiscalía
La causa fue presentada ante un gran jurado de Oklahoma, que emitió la acusación formal. La fiscalía sostiene que el plazo de prescripción quedó suspendido debido a que Campbell abandonó el estado, lo que habilitó avanzar con denuncias de hechos ocurridos hace más de cuatro décadas.
El fiscal general de Oklahoma calificó los presuntos delitos como “horribles” y aseguró que se buscará justicia para las víctimas que cargaron con el trauma durante gran parte de sus vidas.
Un largo recorrido sin respuestas
Campbell fue expulsado de las Asambleas de Dios a fines de los años 80, pero continuó desempeñándose en otros ámbitos religiosos y llegó a fundar un campamento juvenil cristiano que funcionó durante años. Varias denunciantes afirmaron haber alertado a autoridades eclesiásticas cuando aún eran adolescentes, sin obtener respuestas.
“Después de décadas, alguien finalmente nos creyó”, expresó una de las denunciantes tras conocerse el arresto. La causa vuelve a poner en foco el rol de las instituciones frente a denuncias de abuso en ámbitos religiosos.
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