Lacalle y Mujica fijaron sus políticas de gobierno

Los candidatos presidenciales de Uruguay, José Mujica, del oficialista Frente Amplio (FA), y Luis Lacalle, del conservador Partido Nacional (PN), reafirmaron hoy en las horas previas al balotaje que los enfrentará mañana sus probables políticas de gobierno.

Los candidatos ofrecieron sendas conferencias de prensa para más de cincuenta periodistas de medios extranjeros que asisten a la segunda vuelta electoral, debido a la veda electoral que impide que se hagan declaraciones públicas en el ámbito nacional.

Mujica, favorito según todas las encuestas a imponerse por al menos seis puntos porcentuales, afianzó durante la charla con la prensa el perfil de continuador de la actual gestión de Tabaré Vázquez, y Lacalle se mostró como la mejor opción para equilibrar el poder, dado que en el próximo período el FA tendrá mayoría parlamentaria.

Además de estas apariciones públicas de los candidatos, el clima electoral en la capital uruguaya estuvo hoy presente, más que en las calles céntricas de Montevideo, en las terminales de ómnibus y el puerto, donde gran cantidad de ciudadanos que llegaban al país para votar eran recibidos por familiares y amigos cubiertos de banderas nacionales y partidarias.

A diferencia de lo que sucede en la Argentina, la ley uruguaya permite que aún en período de veda la militancia pueda entregar en la calle las boletas que se utilizarán en la elección, hecho que suele dar gran color a las horas previas al comicio.

Sin embargo, esa actividad pasó prácticamente desapercibida al menos en el centro de Montevideo, donde muchos ciudadanos aprovecharon el descanso sabatino y un clima primaveral para salir a pasear o tomar mate frente al río.

En la charla con los periodistas extranjeros, en la que también participó el candidato a vicepresidente por el FA, Danilo Astori, Mujica dejó en claro que en su eventual gobierno habrá "continuidad en las líneas fundamentales" de la actual gestión. "No deben esperarse grandes cambios", insistió.

Rehusó darle demasiada trascendencia a las tendencias de las consultoras que le asignan un triunfo seguro, al considerar que "la verdadera encuesta es mañana", y sobre las denuncias que lo vincularon con un arsenal clandestino hallado poco después de su triunfo en primera vuelta, sostuvo que "la Justicia tiene todas las condiciones para investigar el caso y nosotros confiamos en lo que diga".

En las elecciones de primera vuelta los uruguayos rechazaron dos plebiscitos vinculantes, uno que proponía la anulación de la Ley de Caducidad (amnistía para militares acusados de represión) y otro que postulaba el voto por correo de los uruguayos que viven fuera del país.

Sobre el primero, Mujica anunció que en caso de llegar al gobierno está dispuesto a "cumplir fielmente lo que decidió el pueblo". "No me gusta la decisión, pero la acato y no la voy a cambiar usando una mayoría parlamentaria", precisó. Aclaró que "de todas formas el tiempo puede traer otras soluciones para este tema y estaremos abiertos a analizar todas las posibilidades".

En cuanto al otro referendo, Astori explicó que se insistirá con propuestas como el voto consular, tomando en cuenta que "lo que se rechazó es la modalidad del voto epistolar, no la posibilidad de los compatriotas de votar desde el exterior".

Lacalle, por su parte, descartó que en caso de ser el nuevo presidente vaya a intentar una elección parlamentaria de medio tiempo para no tener que gobernar los cinco años sin el control del Congreso.

"El Parlamento que se votó es el que estará los cinco años y no hay ninguna posibilidad de que se lo cambie antes", sentenció. El candidato "blanco" reiteró que existe un "traking" (que según explicó no es una encuesta global sino "una foto" de las preferencias electorales) que marca que Mujica tenía 47 por ciento de los votos y él 44, muestra que fue negada por la consultora Equipos Mori, a la que se le atribuyó su autoría.

Sobre el probable apoyo del Partido Colorado a su candidatura, y del que muchos políticos uruguayos de distintos partidos dudan, manifestó que no es quién "para ponerle bueno, regular o malo al Partido Colorado; cada uno sabe lo que hizo y se hará responsable".

"Creo que con los amigos colorados tenemos muchas visiones en común en varias políticas de país, y eso es lo importante", completó. Con una frase ya manifestada en la primera vuelta, describió que su ideal de política comercial exterior es la de ser "cliente de todos, amigo de muchos, aliado de quién convenga, parecido a alguien, igual a ninguno".

También se inclinó por la necesidad de sacar del contexto electoral algunas áreas de gobierno como seguridad, educación o salud "para lograr acuerdos de veinte o treinta años; políticas de Estado que estén más allá de los cambios de gobierno".