Grecia: al menos 18 personas murieron en un naufragio
Un barco que transportaba migrantes se hundió frente a las costas de Creta. Un buque mercante halló la nave semihundida y rescató a dos sobrevivientes. Participan en la búsqueda aviones, helicópteros y embarcaciones de la Guardia Costera griega y Frontex.
Embarcaciones de la Guardia Costera griega participan de la búsqueda en aguas del Mediterráneo.
Al menos 18 personas murieron este sábado tras el hundimiento de una embarcación que transportaba migrantes frente a las costas de Grecia. El hecho ocurrió al sur de la isla de Creta y volvió a exponer la crudeza de las rutas marítimas que miles de personas atraviesan cada año en busca de llegar a Europa.
La nave semihundida fue encontrada por un buque mercante turco que navegaba por la zona. Los tripulantes lograron rescatar a dos sobrevivientes que permanecían aferrados a restos de la embarcación. Ambos fueron trasladados a Creta para recibir atención médica y brindar detalles sobre la posible cantidad de personas a bordo.
Las autoridades griegas montaron un amplio operativo para identificar y rescatar a más víctimas. Hasta el momento se recuperaron 18 cuerpos, aunque no se descarta que el número de fallecidos aumente a medida que avancen las tareas de búsqueda en un área de condiciones cambiantes y alta profundidad.
Frontex desplegó un avión y un barco para colaborar en el rescate de sobrevivientes.
Una zona crítica en la ruta hacia Europa
El hundimiento ocurrió a unas 26 millas náuticas al sur de Yerápetra, en la costa meridional de Creta. Se trata de una región donde en los últimos meses se multiplicaron las llegadas de embarcaciones procedentes de Libia, en una dinámica que refleja el desplazamiento de rutas por el aumento de controles y patrullajes en el Egeo oriental.
Un avión y un barco de la agencia fronteriza europea Frontex, un helicóptero de la Guardia Costera griega y tres buques mercantes participan del operativo. Las autoridades aún desconocen el origen del barco, y los sobrevivientes no pudieron precisar el punto de partida, aunque todos los indicios apuntan a un viaje largo desde territorio africano.
Grecia sigue siendo uno de los principales puntos de entrada a la Unión Europea para quienes escapan de la pobreza, los conflictos armados y las crisis humanitarias en África, Medio Oriente y Asia. Los recorridos suelen hacerse en embarcaciones precarias y sobrecargadas, lo que aumenta de forma sustancial el riesgo de naufragios.
Investigación bajo tensión internacional
La tragedia ocurre en un contexto de fuertes cuestionamientos a las autoridades griegas por su política migratoria. En enero, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó que la Guardia Costera realizó de manera sistemática devoluciones forzadas, una práctica prohibida por las normas internacionales de asilo.
Organizaciones humanitarias señalan que los controles más estrictos en las islas del Egeo empujaron a los migrantes a intentar rutas más largas y peligrosas, como la que une Libia con Creta. Ese cruce, aunque menos vigilado, es también más inestable por la fuerza del viento y el cambio repentino de las corrientes.
El operativo se concentra al sur de Creta, donde fue hallada la nave semihundida.
Los investigadores buscan reconstruir el estado de la embarcación antes del hundimiento y determinar cuántas personas viajaban a bordo. No existen registros oficiales sobre su partida, una situación habitual en los viajes clandestinos coordinados por redes de traficantes que operan fuera de control estatal.
El gobierno griego informó que continuará la búsqueda mientras las condiciones marítimas lo permitan y reforzó los patrullajes en la zona. Las autoridades admiten que los rescates se multiplicaron en los últimos meses, especialmente en rutas más largas, donde los migrantes suelen viajar sin chalecos salvavidas ni equipos de emergencia.
El naufragio reaviva la discusión sobre la responsabilidad europea en materia migratoria y la necesidad de corredores seguros para quienes huyen de situaciones extremas. Organismos internacionales estiman que miles de personas desaparecen cada año en el Mediterráneo sin ser identificadas.