Un paracaidista australiano protagonizó un incidente aéreo el pasado 20 de septiembre de 2025, cuando su paracaídas de reserva se enganchó en la cola de una aeronave durante un salto en el estado de Queensland, en el noreste de Australia.

Un skydiver australiano quedó a merced del viento cuando su reserva se enganchó en la cola de un avión a 15 000 pies, en un video publicado por las autoridades. Logró liberarse, desplegar su principal paracaídas y aterrizar con lesiones leves.

Un paracaidista australiano protagonizó un incidente aéreo el pasado 20 de septiembre de 2025, cuando su paracaídas de reserva se enganchó en la cola de una aeronave durante un salto en el estado de Queensland, en el noreste de Australia.
El suceso se volvió viral tras la publicación del video oficial por parte del organismo nacional de seguridad aérea, que muestra al hombre colgado de la parte trasera de un Cessna Caravan a unos 15 000 pies (aproximadamente 4.572 metros) de altura, antes de lograr liberarse y descender de forma segura.
El Australian Transport Safety Bureau (ATSB), que investigó lo sucedido, difundió imágenes y grabaciones como parte de su reporte final sobre el accidente. El organismo describió que el enganche ocurrió cuando el paracaidista —previsto para un salto de formación con otros 16 saltadores— se disponía a salir del avión por la puerta lateral.
La manija de su paracaídas de reserva quedó atrapada en un dispositivo de ala conocido como flap, provocando que el paracaídas se desplegara de forma accidental y arrastrara al hombre hacia la cola de la aeronave.
Según el informe oficial, el avión había alcanzado la altitud programada para el salto en un evento organizado por un club de paracaidismo cuando comenzó la secuencia que generó la situación de riesgo.
En cuestión de segundos, la caída del paracaídas de reserva generó un tirón brusco que atrapó al paracaidista en la parte posterior del avión y causó daño estructural en el estabilizador horizontal de la aeronave.

El piloto, al detectar una inestabilidad repentina, comunicó una situación de emergencia (mayday) a los controladores de tráfico aéreo, quienes determinaron que el avión aún contaba con control suficiente para proceder a un aterrizaje seguro en Tully Airport, en el norte de Queensland.
Durante ese tiempo, varios de los participantes del salto saltaron con normalidad, mientras que otros dos permanecieron en la aeronave para intentar apoyar la maniobra de emergencia.
Para poder soltarse del paracaídas de reserva, el paracaidista utilizó un cuchillo especializado (hook knife) que llevaba consigo.
Con ese instrumento logró cortar once líneas del equipo enredado, lo que le permitió soltarse y, luego de iniciar la caída libre, activar su paracaídas principal, que se abrió, pese a haber quedado parcialmente enredado. El hombre logró descender y aterrizar con solo lesiones leves en las piernas.

El ATSB destacó en su reporte que, aunque los cuchillos de emergencia son parte del equipo de seguridad estándar a bordo, no estaban colocados en un lugar accesible para el paracaidista durante el incidente, y que fue el cuchillo personal del saltador el que resultó clave para su supervivencia.
A raíz de este caso, clubes de paracaidismo y asociaciones deportivas consideran reforzar recomendaciones para que todos los participantes carguen herramientas de corte accesibles durante saltos en formación.
La agencia también señaló que la presencia del paracaidista enganchado afectó la aerodinámica de la aeronave, reduciendo significativamente la velocidad y alterando temporalmente el control de vuelo.
El piloto y el operador del avión no indicaron fallas mecánicas previas al evento, y hasta el momento no se ha determinado que el peso adicional o la configuración del salto hayan tenido un impacto directo en la causa principal del enredo.