Los presidentes de Rusia y Estados Unidos escalaron este jueves en su entredicho con una invitación de parte del mandatario ruso a continuar la discusión sobre el uso del calificativo "asesino" en un encuentro difundido en directo, mientras que la Casa Blanca afirmó que el líder estadounidense no lamenta haber aludido a su persona con esa palabra, pero declinó la invitación a un debate.
"Me gustaría proponer al presidente Biden continuar nuestra discusión, pero con la condición de que lo hagamos en directo, en línea, como se dice", declaró Vladimir Putin a la televisión rusa y añadió que sería algo "interesante para el pueblo ruso y el pueblo estadounidense". El jefe del Kremlin dijo que la cita tendría que llevarse a cabo "rápidamente", el viernes o el lunes, y aseguró que iba a "ordenar al Ministerio de Relaciones Exteriores" que empiece a preparar este encuentro virtual.
Por su parte, la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, consultada sobre un posible arrepentimiento de Joe Biden respondió: "No, el presidente dio una respuesta directa a una pregunta directa". Asimismo, rechazó la oferta de Putin a una charla en directo, al argumentar que el gobernante demócrata ya ha dialogado con su par ruso y aún hay líderes con los que no ha hablado.
El áspero intercambio de declaraciones llegó luego de que la inteligencia de Estados Unidos desclasificara esta semana un informe en el que afirma que Putin autorizó operaciones propagandísticas para ayudar a Donald Trump a derrotar a Biden en las elecciones de noviembre de 2020 en Estados Unidos. Putin "pagará un precio" por haber hecho eso, dijo Biden el martes al anoche en entrevista con la cadena ABC.
El presidente ruso rechazó estos dichos de su homólogo estadounidense, Joe Biden e insinuó que el asesino es Biden y recordó los ataques atómicos norteamericanos sobre Japón, las matanzas de pueblos originarios de Estados Unidos y las continuas muertes de afroestadounidenses a manos de la policía.
Este jueves, Putin aprovechó una videoconferencia para conmemorar la anexión de la península ucraniana de Crimea y afirmó que los dichos de su colega reflejaban la turbulenta historia y los problemas actuales de Estados Unidos.
En tal sentido, el líder ruso dio algunos ejemplos, como ser el lanzamiento de dos bombas atómicas contra Japón durante la Segunda Guerra Mundial y las masacres de indígenas que poblaban el país americano. Además, Putin también mencionó la esclavitud de los negros, a la que sindicó como otro de los "oscuros legados" que aún pesan sobre la primera potencia.
De lo contrario, subrayó "¿Dónde se habría originado el movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan)?", haciendo referencia al movimiento surgido en Estados Unidos que denuncia el racismo y la brutalidad policial contra los afroestadounidenses y que creció luego de varios casos de "gatillo fácil" contra negros ocurridos el año pasado.
Consultado sobre qué le respondería a Biden, el mandatario ruso manifestó: "Le diría que esté bien. Le deseo buena salud y lo digo sin ironía, sin bromear". Asimismo, pensando en su niñez, Putin recordó que, cuando él o sus amigos eran insultados, respondían con una frase en rima, diciendo: "El que lo dice lo es".
"No es solo un chiste infantil en broma, tiene un profundo significado psicológico: siempre vemos en los demás nuestras propias cualidades, pensando que son como nosotros", agregó. El presidente ruso dijo que los políticos de Estados Unidos acostumbran lanzar acusaciones contra otros países en un intento por "resolver problemas domésticos y de política exterior".
Destacó que Rusia seguirá cooperando con Estados Unidos en temas que sean de interés para Moscú, y añadió que "muchas personas honestas y decentes de Estados Unidos quieren estar en paz y tener amistad con Rusia". "Estamos al tanto de ello, lo valoramos y confiaremos en ellas en el futuro", dijo Putin.
Tras los dichos de Biden, y en una decisión inédita desde 1998, Rusia llamó a consultas a su embajador en Washington para evaluar las relaciones con Estados Unidos. A su vez, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, quien había señalado que las del jefe de la Casa Blanca fueron "pésimas declaraciones", ya anticipó que el embajador ruso partirá este sábado hacia Moscú.
"Es evidente que Biden no quiere normalizar las relaciones con Rusia, y partiremos de ello de ahora en adelante", manifestó Peskov. El presidente estadounidense no ha vuelto a hacer declaraciones al respecto, pese a la crisis desatada por sus dichos.