A una semana de que inicie una nueva etapa, cada vez más violenta, de la discusión bélica entre Irán e Israel, las negociaciones parecen retrasarse aún más y las respuestas se diluyen en Medio Oriente.
El desarrollo nuclear, la estrategia inicial de Netanyahu y la participación de Estados Unidos como algunos aspectos centrales.
A una semana de que inicie una nueva etapa, cada vez más violenta, de la discusión bélica entre Irán e Israel, las negociaciones parecen retrasarse aún más y las respuestas se diluyen en Medio Oriente.
El primitivo conflicto en esta región del planeta recrudeció sus condiciones luego del atentado de octubre de 2023 por parte del grupo terrorista de Hamás a Israel. Tras dicha jornada, las fuerzas israelíes avanzaron sobre la Franja de Gaza en medio de críticas y con intercambios con Hezbollah desde Líbano. Sumando en la zona el derrocamiento de Bashar al-Ásad en Siria.
Meses después el drama de Medio Oriente escaló al nivel más temido de los tiempos actuales: la temática nuclear.
Sobre los detalles del origen de la más reciente oleada de ataques y las condiciones que atraviesan los protagonistas, Joaquín Bernardis, del Observatorio de Política Internacional (OPI) de la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF), habló respondió en CyD Litoral.
El jueves por la noche argentina, el ataque inicial de Israel sobre Irán tuvo como foco instalaciones nucleares iraníes donde hay sospechas de enriquecimiento de uranio y una “maniobra militar”, como indicó Bernardis.
“Lo que hizo Israel el viernes de la semana pasada fue decapitar toda la cúpula militar de Irán, tanto el área de inteligencia como de las guardias, el brazo armada del ayatolá, el líder espiritual iraní, y al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armada”, detalló el especialista.
“No sólo atacó instalaciones nucleares, sino que también busco que las represalias se vean disminuidas o tarden en llegar por tener que definir quién queda a cargo”, agregó.
El domingo pasado, a horas de la escalada, Mascate, Omán, debía albergar la sexta ronda de negociaciones entre emisarios de Estados Unidos e Irán para acordar lineamientos en base al extinto acuerdo de 2015 que la gestión Joe Biden dejó atrás.
Bernardis remarcó el “contexto bastante particular” en que se da la serie de nuevos ataques, indicando que “había unas negociaciones para tratar de volver a crear un acuerdo para que Irán frene su desarrollo nuclear, principalmente armamentístico, pero se había estancado en las últimas semanas”.
Desde el lado Occidental se contemplaba la posibilidad de estancamientos de las negociaciones en los días previos. Días atrás, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, había indicado que "cada vez confía menos" y que no permitirá que Teherán "se haga con armas nucleares".
Sobre el avance del desarrollo persa, el licenciado en Relaciones Internacionales también destacó el comunicado del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la Organización de las Naciones Unidas respecto a Teherán.
El organismo liderado por Rafael Grossi, un argentino, se manifestó y expuso a Irán por ocultar información a material nuclear no declarado. Bernardis agregó que “no se sabe el grado de enriquecimiento de uranio. Se sospecha que están en el 60% y si llegan al 90% llegan al uranio enriquecido suficiente para construir una arma atómica”.
“Lo que hizo Israel fue prevenir cualquier tipo de desarrollo nuclear. Obviamente desde una visión pesimista del futuro y atacó directamente centrales, cúpula militar y científicos especializados en el desarrollo nuclear. Aproximadamente 15 personas”, comentó el columnista en CyD Litoral.
Grossi también lideró un comunicado de la OIEA en el cual se pidió no atacar estructuras de desarrollo e investigación nuclear para evitar algún tipo de colapso sanitario.
Sobre la participación de Washington, con Trump a la cabeza, Bernardis indicó: “En un principio, buscaba retomar su liderazgo de lo que era su agenda de negociación entre ambas partes”.
Durante la reciente cumbre del G7 en Canadá “empezó a haber un cambio en la posición de los Estados Unidos, buscando una posible intervención. Ataques directos a Irán
“Se dice que Trump aprobó los planes pero aún no se tomó la decisión de si Estados Unidos va a intervenir y atacar específicamente las instalaciones nucleares iraníes que están en el subsuelo, donde Israel sospecha que no posee la capacidad de inflingir daño, pero EE.UU. si”, comentó.
“Donald Trump tiene una posición enigmática. Dice que todavía no tomó una decisión”, indicó Bernardis, pero aclaró: “Si uno ve los movimientos de los portaaviones, buques y fuerza aérea, está posicionado en todas las bases cercanas a Irán”.
“Parece que esto va a continuar”, respondió Bernardis en primera instancia sobre el conflicto focalizado entre Irán e Israel.
“Este ataque u ofensiva permitió limitar la capacidad de Irán. Al tomarlos por sorpresa lo que logró es debilitar muchas de las instalaciones no solo nucleares, sino también militares, con bases donde se encuentran los principales misiles hipersónicos, que son lo que más daño generan”, especificó. “Eso permite que Israel tenga la ventaja en el terreno”.
“Luego hay que ver qué están haciendo los países regionales. Arabia Saudita está teniendo comunicación directa con los dos porque no quiere que escale un conflicto en la zona. Lo mismo que los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Omán”, completó sobre lo que sucede con el resto de implicados en la península arábiga.
Sobre Europa aclaró que “están divididos, no saben a quién culpabilizar”. “La Unión Europea se alineó institucionalmente con Israel, pero los países, principalmente Francia, tienen una posición ambigua”, resaltó.
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