Mientras continúan los ataques israelíes sobre territorio iraní, Donald Trump volvió a mostrarse inflexible. En una rueda de prensa en Nueva Jersey, el presidente afirmó que sería “muy difícil” pedirle a Israel que frene los bombardeos.

El presidente de Estados Unidos aseguró que no le pedirá a Israel que frene su ofensiva militar contra Irán. También descalificó los intentos diplomáticos de Europa y habló sobre una eventual participación directa de su país en el conflicto.

Mientras continúan los ataques israelíes sobre territorio iraní, Donald Trump volvió a mostrarse inflexible. En una rueda de prensa en Nueva Jersey, el presidente afirmó que sería “muy difícil” pedirle a Israel que frene los bombardeos.
“Si alguien está ganando, es complicado pedirle que pare”, dijo Trump en el marco de un evento de recaudación de fondos en su club de golf en Bedminster.
También desestimó la posibilidad de que los países europeos logren mediar en el conflicto. “Irán no quiere hablar con Europa. Quiere hablar con nosotros. Europa no va a poder ayudar en esto”, aseguró.
La vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce, evitó confirmar si habrá presión diplomática por parte de Washington para un alto el fuego. “No vamos a especular sobre las negociaciones”, indicó.
Desde Ginebra, el canciller iraní Abbas Araqchi había exigido que EE.UU. presione a Israel como condición para retomar el diálogo sobre el programa nuclear. La respuesta de Trump fue tajante: “Estamos listos para hablar, pero no bajo amenazas”.
Sobre el terreno, Israel continúa con bombardeos en Teherán, que comenzaron el 13 de junio. Entre los objetivos atacados figuran instalaciones nucleares y zonas residenciales. En este contexto, Trump afirmó: “Israel lo está haciendo bien en términos de guerra”.

Consultado sobre una eventual intervención directa de Estados Unidos, Trump dijo que la decisión se tomará “en las próximas dos semanas”. Según él, ese sería el plazo máximo para evaluar avances en las negociaciones previstas en Omán.
Además, descartó cualquier paralelismo con la guerra en Irak: “Allí no había armas de destrucción masiva. Acá la amenaza es real”. También apuntó contra Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional, por poner en duda que Irán tenga armamento nuclear.
“No entiendo por qué insisten con el enriquecimiento de uranio, sentados sobre uno de los mayores yacimientos petroleros del planeta”, señaló.
En medio de la escalada, la Casa Blanca confirmó el envío de un segundo portaaviones al Golfo Pérsico para reforzar su presencia militar. El panorama, lejos de calmarse, sigue tensándose con cada declaración.
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