Ahmed el Ahmed, un civil de 43 años y padre de dos hijos, inmovilizó y desarmó a uno de los agresores en el ataque durante una celebración de Janucá en la playa Bondi, Sindney, Australia cuando dos hombres abrieron fuego; la policía respondió, hubo muertos y decenas de heridos y las autoridades calificaron el episodio como un ataque terrorista.
Heroica acción
Video: un civil desarmó a uno de los atacantes en el tiroteo terrorista en Australia
Ahmed el Ahmed, de 43 años y padre de dos hijos, quitó el arma a uno de los tiradores. La policía abatió al agresor y horas más tarde arrestó al otro. El ataque dejó al menos 11 muertes y decenas de heridos.
La intervención que detuvo a un tirador
En un video difundido se observa al hombre acercarse por detrás al atacante, inmovilizarlo por la espalda y quitarle el arma larga, para luego apuntársela y levantar la mano para llamar a la policía, gesto que sugiere que aparentemente no tenía experiencia en el manejo de armas. El agresor vestido con camisa negra y pantalón blanco se alejó luego del suceso.
Testigos describieron la escena como un acto decisivo que permitió neutralizar temporalmente la amenaza mientras llegaba la fuerza pública.
El segundo asaltante estaba atrincherado sobre un puente peatonal encima de un estacionamiento, a pocos metros; cuando el primer tirador se unió a él, la policía efectuó una serie de disparos que le causaron heridas de gravedad y finalmente fue arrestado en ese lugar, según la crónica.
Los dos atacantes mataron a 11 personas y las autoridades informaron además que al menos 29 personas resultaron heridas, incluyendo a dos efectivos, según Mal Lanyon, comisionado de policía de Nueva Gales del Sur.
Reacciones oficiales y alcance del ataque
Un testigo identificado como Vlad aseguró que se dispararon “más de 50 tiros” en unos cinco minutos y describió “decenas de cuerpos” a su alrededor, testimonio que refleja la confusión en la escena y que las autoridades aún no pudieron confirmar con exactitud la cifra de víctimas.
El primer ministro Anthony Albanese lamentó las “escenas impactantes y angustiosas” que llegaban de Bondi y convocó una reunión urgente del gabinete de seguridad, dijo el propio mandatario.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, calificó el episodio como un “vil ataque terrorista contra los judíos” que estaban encendiendo las primeras velas de Janucá en la playa. Mientras el primer ministro Benjamin Netanyahu apuntó contra Australia por el crecimiento del antisemitismo.
Consecuencias inmediatas
La celebración de Janucá congregó, según testimonios de asistentes, a unas 2.000 personas; las autoridades describieron el hecho como el tiroteo más mortífero en casi tres décadas en Australia, un país con leyes estrictas de control de armas.
Las reacciones oficiales incluyeron el anuncio de medidas de seguridad y la convocatoria del gabinete de seguridad por parte del primer ministro, y las investigaciones seguirán para esclarecer responsabilidades y precisar el número definitivo de víctimas.
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, vinculó el ataque con decisiones del gobierno australiano y sostuvo: “Las manos del Gobierno de Australia están manchadas con la sangre de los asesinados”.
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