Una nube espesa de humo negro sorprendió a quienes disfrutaban del verano en la Riviera Francesa. El Sea Lady II, un yate de lujo de 40 metros, ardió en llamas en el puerto de Saint-Tropez, en plena temporada alta.

El Sea Lady II, un exclusivo crucero de 40 metros, se incendió en pleno puerto de Saint-Tropez. Pertenecía al argentino José Luis Manzano, empresario con fuertes lazos en los sectores energético y minero. Los servicios de emergencia debieron contener el riesgo ambiental.

Una nube espesa de humo negro sorprendió a quienes disfrutaban del verano en la Riviera Francesa. El Sea Lady II, un yate de lujo de 40 metros, ardió en llamas en el puerto de Saint-Tropez, en plena temporada alta.
El siniestro se produjo el 10 de julio, pasadas las 20, cuando el casco delantero del barco comenzó a incendiarse y el fuego se propagó a las cubiertas inferiores.
Las autoridades desplegaron un fuerte operativo para evitar que las llamas se extendieran a otras embarcaciones. Según medios locales, dos tripulantes fueron rescatados ilesos.

Fuentes vinculadas al caso confirmaron que el Sea Lady II pertenece al empresario y lobista argentino José Luis Manzano. Socio de Daniel Vila en el Grupo América, Manzano es uno de los nombres fuertes del sector energético y minero.
Actualmente, controla empresas como Edenor, la petrolera Phoenix Global Resources y proyectos vinculados al litio en Catamarca. También es un actor clave en la relación política con distintos sectores del oficialismo y la oposición.
En las últimas semanas, Edenor concretó la compra de dos firmas dedicadas a la exploración de minerales críticos, profundizando su presencia en el negocio del cobre y el litio.

El incendio del Sea Lady II obligó a desplegar barreras anticontaminación para evitar que los 27.000 litros de petróleo a bordo y otros residuos afectaran el Mediterráneo.
Las autoridades iniciaron una investigación para determinar las causas del siniestro y no descartan que la embarcación termine hundida en el puerto de Saint-Tropez.
El Sea Lady II había sido construido en el astillero Souter, en Inglaterra. Diseñado para ocho tripulantes y diez pasajeros, su alquiler semanal rondaba los 90.000 dólares.
El video del incendio se viralizó rápidamente en redes sociales, mostrando cómo el cielo azul de la Costa Azul se cubría de humo denso y negro.
El yate contaba con cinco camarotes de lujo, cada uno con su baño privado. Había sido rebautizado luego de llamarse originalmente D'Angleterre II.
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