Enrique Cruz (h)

En comparación poblacional, la provincia que más campeones le dio al país fue Santa Fe (10 sobre 43). Hoy, el plantel de Sampaoli (también santafesino), tiene a siete nacidos en la “bota”: Messi, Di María, Banega, Lo Celso, Armani, Ansaldi y Mascherano.

Enrique Cruz (h)
Hace unos días, en una charla con Carlos Lanzaro, hablábamos de la importancia de la Copa Santa Fe en una provincia que brindó tantos jugadores a la selección nacional a través del tiempo.
Santa Fe ha sido siempre una verdadera cuna de campeones. Rosario marcó un predominio si de títulos se habla (por las estrellas que acumularon Newell’s y Central), pero en toda la extensión provincial han nacido jugadores que, a través del tiempo, nutrieron a las selecciones nacionales.
Hasta un hombre que cambió la historia del fútbol argentino, como César Luis Menotti, armó alguna vez una selección de la provincia. No lo hizo por haber jugado en Rosario Central y por ser santafesino, sino que lo hizo porque sabía —mucho más en aquellos tiempos de títulos de Newell’s y Central— que esta provincia le podía dar lo que necesitaba para jerarquizar a un fútbol argentino que venía acumulando fracasos a nivel internacional.
La realidad es que en este grupo que se encuentra “velando armas” en Barcelona a la espera de lo que ocurra en Rusia desde el 16 de junio (día del debut ante Islandia), hay siete santafesinos: Lionel Messi, Ángel Di María, Éver Banega, Giovani Lo Celso y Cristian Ansaldi son los cincos futbolistas que representan a la ciudad de Rosario. Javier Mascherano nació en San Lorenzo, muy cerquita de Rosario mientras que Franco Armani, el arquero argentino del momento y que probablemente pelee la titularidad con Caballero, es oriundo de Casilda, la misma localidad en la que nació el técnico Jorge Sampaoli.
Haciendo un poco de historia, ya en el Mundial de 1934 en Italia (el segundo de la historia), había tres jugadores santafesinos y de nuestra ciudad: Ramón Astudillo jugaba en Colón, mientras que Federico Wilde y Alberto Galateo lo hacían en Unión. Ellos fueron los que dieron el puntapié inicial a la aparición de tantos jugadores que nacieron en la provincia y que abastecieron a las distintas selecciones.
Vamos a un caso concreto: el fútbol argentino tiene 43 campeones del mundo, con la particularidad de ser Daniel Alberto Passarella el único hombre que fue parte de ambos planteles, en 1978 y 1986.
Ubaldo Fillol, Hector Baley, Ricardo La Volpe; Luis Galvan, Daniel Passarella, Jorge Olguin, Alberto Tarantini, Ruben Pagnanini, Miguel Oviedo, Daniel Killer; Osvaldo Ardiles, Américo Gallego, Omar Larrosa, Daniel Valencia, Norberto Alonso, Rubén Galván, Julio Villa; Mario Kempes, Daniel Bertoni, Oscar Ortiz, René Houseman, Leopoldo Luque, fueron parte del equipo dirigido por César Luis Menotti en 1978.
Luis Islas, Nery Pumpido, Hector Zelada; Jose Brown, Néstor Clausen, José Cuciuffo, Oscar Garré, Oscar Ruggeri; Sergio Batista, Ricardo Bochini, Diego Maradona, Héctor Enrique, Ricardo Giusti, Julio Olarticochea, Carlos Tapia, Marcelo Trobbiani; Sergio Almirón, Claudio Borghi, Jorge Burruchaga, Jorge Valdano y Pedro Pasculli, los que seleccionó Carlos Salvador Bilardo en 1986.
La provincia de Buenos Aires es la que más campeones del mundo ha legado: 11 en total. En Bahía Blanca nacieron Héctor Baley y Daniel Bertoni. En Chacabuco, Daniel Passarella y Oscar Ortiz. También Ubaldo Matildo Fillol (San Miguel del Monte), Jorge Olguín (Dolores), Rubén Pagnanini (San Nicolás de los Arroyos), Ricardo Julio Villa (Roque Pérez), Ricardo Bochini (Zárate), José Luis Brown (Ranchos) y Julio Olarticoechea (Saladillo).
El Gran Buenos Aires se anota con diez campeones mundiales: Norberto Alonso (Los Polvorines), Omar Larrosa (Lanús), Alberto Tarantini (Ezeiza), Claudio Borghi (Morón), Diego Maradona (Lanús), Héctor Enrique (Lanús), Carlos Tapia (San Miguel), Ricardo La Volpe (Lomas de Zamora) y Oscar Garré (La Matanza).
El peso específico de la provincia de Buenos Aires está claro, ya que si sumamos conurbano-provincia, la suma de futbolistas llega a 21. Casi la mitad de todos los campeones mundiales.
Pero si consideramos la población de Buenos Aires en total (más de 18 millones de habitantes según el último censo) y la de Santa Fe (algo menos de 3,2 millones), los 10 campeones del mundo que dio nuestra provincia la ponen a la vanguardia. Ellos son: Leopoldo Luque, Daniel Killer, Sergio Almirón, Nestor Clausen, Jorge Valdano, Ricardo Giusti, Pedro Pasculli, Nery Pumpido, Marcelo Trobbiani y Héctor Zelada.
Llama la atención la aparición de futbolistas nacidos en pueblos pequeños. Tan sólo Daniel Killer y Sergio Almirón son nacidos en Rosario. Leopoldo Luque y Pedro Pasculli en la capital provincial. Por su parte, Néstor Clausen es de Arrufó (2.000 habitantes), Ricardo Giusti de Albarellos (300 habitantes), Nery Pumpido de Monje (2.500 habitantes), Hector Zelada de Maciel (5.000 habitantes). Finalmente, Jorge Valdano nació en Las Parejas (12.000 habitantes), tierra natal de otro gigante de nuestro fútbol como lo fue Ermindo Onega.
También la comparación con Córdoba es muy favorable a Santa Fe. La Docta generó seis campeones del mundo con una población algo superior a la de Santa Fe. Osvaldo Ardiles, Américo Rubén Gallego, Mario Alberto Kempes, Miguel Oviedo, José Luis Cucciufo y Oscar Ruggeri.
Santiago del Estero fue la tierra de René Houseman y Luis Galván, mientras que Rubén Galván, recientemente fallecido, es oriundo de Comandante Fontana, un humilde pueblito formoseño de sólo 4.000 habitantes.
Otra provincia que ha entregado un campeón del mundo fue Jujuy. En San Salvador nació José Daniel Valencia, a quien Menotti puso de titular a pesar de las críticas que recaían sobre él y la presión para que juegue el Beto Alonso.
Por su parte, Entre Ríos también tiene en Jorge Luis Burruchaga su hijo pródigo. El nacido en Gualeguaychú (60.000 habitantes) fue el autor del gol definitorio en la final de México 1986 y hoy está en Europa acompañando a la selección y desempeñando un rol protagónico en Afa.
Lo más curioso de todo es que capital federal, tierra de los clubes más importantes de la Argentina, tan sólo tiene un futbolista nacido en su territorio y campeón del mundo: Sergio Daniel Batista.
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3 Jugadores
Militaban en Unión al momento de ir a jugar el Mundial: Alberto Galateo, Federico Wilde (ambos en 1934) y Pablo Cavallero (1998).
3 Jugadores
Militaban en Colón al momento de ir a jugar el Mundial: Ramón Astudillo (Italia, 1934) y Diego Pozo y Ariel Garcé (Sudáfrica, 2010).
7 Jugadores
de los 284 que jugaron mundiales desde 1930, nacieron en la ciudad de Santa Fe. Rosario proporcionó 23.
En 1975, Menotti armó varios equipos para ir viendo jugadores y para hacer un paneo general del fútbol argentino, sin quedarse en aquella desorganización que venía sufriendo históricamente.
Luego de haber debutado el 12 de octubre de 1974 y de haber utilizado a la “Chiva” Di Meola, delantero surgido en Colón, como su primer “9”, el Flaco armó una selección de Santa Fe para afrontar la Copa América de 1975.
No hubo una sede en particular, sino que fueron partidos de ida y vuelta en cada país. Argentina jugó en el grupo con Brasil y Venezuela. Perdió los dos partidos con Brasil y le ganó los dos a Venezuela, haciendo de local en la cancha de Rosario Central.
Menotti armó un equipo con jugadores que militaban en los cuatro clubes de Santa Fe (todos en Primera), más un par de agregados (con mucha sabiduría y sentido de futuro, Menotti había sumado a Ardiles y a Valencia, que jugaban en Córdoba).
El día del 11 a 0 a Venezuela, el 10 de agosto de 1975, esa selección que llevó la celeste y blanca formó con Argentina: Hugo Gatti; Hugo Rebottaro, José Luis Pavoni, Daniel Killer, Mario Killer; Osvaldo Ardiles (Julio Asad), Rubén Américo Gallego, Mario Zanabria (Daniel Valencia); José Bóveda, Leopoldo Luque y Mario Kempes.
Es cierto que Kempes, quien jugaba en Central, es cordobés y que Gatti, que atajaba en Unión, no es santafesino. Pero la idea del Flaco fue darle a la provincia una responsabilidad para que él era el primero en estar convencido de que se sentía capacitada. No se equivocó, más allá de las dos derrotas con los brasileños y de una pronta eliminación. El tiempo le dio la razón.
Aportó Santa Fe, desde 1930 a la fecha, a los planteles de Argentina que fueron a los mundiales. Está tercera, detrás de capital federal (61) y provincia de Buenos Aires (94). La gran diferencia se nota con Córdoba, que dio 25 jugadores a las distintas selecciones nacionales.