Un clásico para ganarlo con fútbol o con el cuchillo entre los dientes

Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Belo Horizonte, Brasil)

“Messi y Neymar son dos jugadores que no se pueden parar, pero sí se puede disminuir sus acciones. ¿Qué haré con Messi?, yo lo sé, pero no se los diré…”. Tite eludió la respuesta y fue políticamente correcto a la hora de hablar de Messi. Es como dijo Dani Alves, “Brasil no le tiene miedo a Messi, lo respeta”. Y no sólo a Messi, sino que Tite respeta a todo el fútbol argentino, empezando por Bauza. “Es un técnico campeón, está haciendo un gran trabajo y se lo dije. Argentina no viene a buscar el empate, viene a ganar el partido”, fue la frase tajante del técnico brasileño.

“Preferí jugar con un 4-4-2 para que el equipo esté lo más cerquita posible y que pelee el partido en el mediocampo. Elegí a Enzo Pérez y a Di María porque apuesto a que físicamente se banquen el ritmo que tendrá el partido”, dijo Bauza. Y si uno repasa las declaraciones después de la derrota con Paraguay, se puede desprender que la idea es jugar con las dos línea de cuatro bien juntas. “Es muy difícil entrarle y romper la estructura de un equipo que juega con dos líneas de cuatro”, había dicho el “Patón” en Córdoba aquella vez. ¿Será un presagio de lo que intentará esta noche?

La idea es que Messi se mueva delante de los mediocampistas. Y el “Patón” dijo que tanto Enzo Pérez como Di María también hicieron un trabajo para no encajonarse como volantes por los extremos, sino que se muestren para meterse en el funcionamiento junto con Messi. “La idea es jugar de tres cuartos de cancha a tres cuartos de cancha. Por eso pienso que va a ser un partido muy peleado en el medio y es fundamental que no perdamos orden”, agregó un Bauza que reconoció que no le gusta la designación del chileno Bascuñan como árbitro del partido.

“Estamos solos contra el mundo”, le dijo Bauza a Juan Pablo Sorín, el encargado de hacer la última pregunta. Bauza lo dijo por la condición de visitante que tendremos esta noche o porque realmente se siente muy solo en esta “cruzada” donde los últimos resultados –malos por cierto- ante equipos que ni siquiera están clasificando ni peleando por entrar, nos pusieron en una posición desventajosa en una tabla que debe tomarse con respeto pero sin desesperarse: faltan ocho partidos y se sabe que en este nivel, es “una vida”.

El partido es rico y atractivo para analizarlo. Ni Tite le hará marca personal a Messi, ni tampoco Bauza se la hará a Neymar. Pero ambos entrenadores saben que la influencia de ambos jugadores es clave y puede ser decisiva. Sobre todo la de Messi, si analizamos lo que pasó en los últimos partidos que jugó Argentina.

¿Dónde está la riqueza del análisis previo?, en que Brasil tiene marcadores laterales con proyección. Y Argentina apostará quizás a jugar detrás de Dani Alves y Marcelo cuando éstos se proyecten. Ganar esas posiciones permitirá que se abra la defensa rival y crezcan los espacios. Enzo Pérez y Di María son jugadores de mucha dinámica y pueden ser importantes. Zabaleta y Mas aportarán lo suyo con seguridad. Y después, la importancia de un Messi inteligente para descrifrar esos movimientos del rival que pueden abrirle espacios. Y ya se sabe lo que es Messi con espacios.

Si bien Bauza relativizó por completo esa charla en Cidade do Galo, se sabe que el Patón confía en que aparezca esa reserva espiritual que siempre sale a flote en el jugador argentino. Por eso, al partido se lo puede ganar desde el fútbol, pero también desde la entrega, la garra y el temperamento. Es un clásico. Y hay que jugarlo como tal.