Las estimaciones oficiales para la cosecha de trigo aumentó a 7,48 millones de toneladas para la campaña 2009/2010, cifra que si bien muestra un alza del 7 por ciento respecto al pronóstico anterior se sitúa lejos del récord de 16 millones de toneladas levantadas hace cinco campañas.
Según lo indicó el último informe de estimaciones agrícolas mensuales difundido por el Ministerio de Agricultura, la recuperación que presenta la producción nacional triguera está vinculada a los ‘muy buenos rendimientos‘ que exhibió este cereal en Entre Ríos, el sur de Santa Fe y el norte de la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, el área implantada fue levemente inferior a las 3,2 millones de hectáreas, con una disminución de casi el 33 por ciento en relación al ciclo precedente. La cosecha a punto de finalizar, tiene un avance del 98 por ciento, restando algunos lotes implantados en el área bonaerense de Tandil y Salliqueló.
El informe de Agricultura expresó que se constataron ‘muy buenos rendimiento‘ en amplias áreas cultivadas de trigo en la provincia de Entre Ríos, y en el sur de Santa Fe, especialmente en campos cercanos a Casilda. Allí, junto a producciones trigueras ubicadas en el norte bonaerense, como son aquellas ubicadas en Pergamino y Junín, se lograron un promedio general de 3,8 a 4,3 toneladas por hectárea.
Asimismo, a medida que nos alejamos de estas zonas hacia el norte, oeste y sur, la productividad va disminuyendo para obtenerse cifras decepcionantes en campos ubicados en la mitad sur de la provincia de Buenos Aires, realidad a la que escapan aquellas producciones de la zona de Mar y Sierra.
Donde si se constatan buenos rindes, es en La Pampa y en gran parte de Córdoba, donde en el mejor de los casos se lograron 1 tonelada por hectárea, o aún menos.
Por ello y según lo dicho por el informe oficial, al considerar la ‘importancia‘ que tuvieron Entre Ríos, junto a al sur santafesino y al norte bonaerense, esta región en la relación a la superficie cultivada con trigo en el país, ‘sus resultados repercutieron en la producción nacional, la cual se estima a la fecha en 7.480.000 toneladas‘ de este cereal.
Esta cifra exhibe un incremento del siete por ciento respecto al pronóstico de producción de 7 millones de toneladas realizados a mediados de diciembre de 2009.
Más allá del efecto seca que afecta a gran parte del país y el desinterés de siembra expresado por la producción, el pronóstico dista del récord de 16 millones de toneladas cosechados en la campaña 2004/2005. Esta cifra se constituyó en la mayor producción argentina de trigo, superando así en un 0,2 por ciento la obtenida en la campaña triguera de 2000/2001.
Se indicó además que ‘la escasez de lluvias, así como su ausencia de manera adecuada en el período óptimo de implantación de trigo en gran parte del área destinada a éste cultivo, sumado a la pobre humedad en el perfil edáfico: además de ocasionar oportunamente la menor siembra del cereal, disminuyó el potencial productivo y las expectativas de rindes‘.
Este factor climático generó una cobertura de área implantada levemente inferior a las 3.200.000 hectáreas, equivalentes a una disminución de un 32,7 por ciento en relación al ciclo precedente. A la seca, se le suma las heladas tardías ocurridas en octubre pasado, además de fuertes vientos y tormentas acompañadas de granizo que trabó aún más la intención de siembra.
Sin embargo, se indicó que a medida que la trilla avanzaba hacia el sur de la zona triguera, también aumentaba el porcentaje de lotes cuyo rendimiento desaconsejaba continuar la recolección. La suma de estos factores determinó que a la fecha se estime una pérdida de superficie implantada superior a las 477.000 hectáreas, por lo tanto la superficie cosechable es de aproximadamente 2.720.000 hectáreas.
DYN




