"Un manjar que huele a podrido"

Así califica la Federación Agraria Argentina el manejo oficial de la cuota Hilton, por el cual la Argentina puede exportar a la Unión Europea 28 mil toneladas de cortes vacunos preferenciales, sin pagar derechos para acceder a ese mercado.

El mecanismo “permite vender a US$ 12.500 la tonelada de carne que, en el mercado interno, en las carnicerías argentinas, cuanto más puede valer US$ 4.700, casi 8.000 dólares de diferencia”, explica FAA.

Cuestiona la entidad que las cuotas se adjudican a frigoríficos multinacionales y que “las Pymes frigoríficas no participan de este gran negocio”. Pero además advierte que el gobierno no terminó de adjudicar las cuotas para exportar sin pagar el arancel de acceso al mercado europeo.

“Así los argentinos les pagamos impuestos de importación (prelievos) a los europeos. Los europeos cobran ‘retenciones’ a la carne argentina y los frigoríficos no se quejan”, aún cuando pagan hasta U$S 3.000 dólares de impuestos por tonelada exportada sin la autorización de la cuota.

Dice FAA que “son los ganaderos de cría de nuestro país los que pagan los prelievos europeos porque los frigoríficos exportadores no le pagan un precio justo por sus terneros. Los frigoríficos pueden pagar el prelievo a la U.E ya que ‘aplastan’ el precio que pagan por cada ternero. El vaso no derrama, se seca hacia abajo”.

Advierte que “si continúa sin adjudicarse la cuota Hilton, los argentinos le pagaremos a Europa 84 millones de dólares, dinero que debería llegar a las manos de los productores de cría”. La entidad sugiere adjudicar la cuota a los productores de cría, y permitirles faenar en los frigoríficos con tal fin.

“El gobierno deberá tomar importantes decisiones: defender la mesa de los argentinos y estimular la producción de terneros para la exportación. Hasta ahora, la forma elegida por el gobierno de adjudicar la cuota Hilton ha beneficiado sólo a los frigoríficos exportadores amenazando la continuidad de los pequeños y medianos productores de carne, mientras las carnes en las góndolas aumentaron un 75% en el último quinquenio”, concluye.