Gendarmería Nacional detuvo este viernes el ingreso ilegal de dos serpientes de la especie pitón de cola corta (Python curtus) a Mendoza, procedentes de Chile.

Los ejemplares, un macho y una hembra juveniles, fueron hallados en bolsas dentro de un automóvil. Ambos se encontraban deshidratados y con bajo peso.

Gendarmería Nacional detuvo este viernes el ingreso ilegal de dos serpientes de la especie pitón de cola corta (Python curtus) a Mendoza, procedentes de Chile.
Los ejemplares, un macho y una hembra juveniles, fueron hallados en bolsas dentro de un automóvil durante un control rutinario en el puesto cordillerano de Los Árboles. Ambos se encontraban deshidratados y con bajo peso, lo que generó preocupación sobre su estado de salud.

La pitón de cola corta, cuyo nombre científico es Python curtus, es originaria del sudeste asiático, principalmente de regiones de Indonesia y Malasia. Esta especie no es venenosa y se caracteriza por una piel marrón oscuro con manchas amarillas o crema, con una longitud máxima que puede alcanzar aproximadamente 1,5 metros.

Se trata de serpientes constrictoras, lo que significa que matan a sus presas por asfixia. En su hábitat natural requieren condiciones ambientales específicas de temperatura, humedad y luz ultravioleta para sobrevivir y mantenerse saludables.
Las pitones de cola corta son comúnmente traficadas en el mercado ilegal de mascotas exóticas, sin embargo, el mal manejo y la falta de condiciones adecuadas en cautiverio provocan un alto índice de mortalidad. En este caso, las serpientes no contaban con la documentación legal ni con certificados sanitarios, infringiendo la normativa vigente y constituyendo un caso de maltrato animal.

Por ello, el Departamento de Fauna Silvestre del Ministerio de Energía y Ambiente de Mendoza intervino de inmediato, y los animales fueron trasladados al Serpentario del Centro Anaconda, donde reciben atención veterinaria especializada para su recuperación.
Las autoridades recordaron que la captura, tenencia y comercio de fauna silvestre sin autorización están prohibidos por la ley, y quienes violan estas disposiciones pueden enfrentar multas y penas de prisión.
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