Qué tomar en invierno: infusiones contra la gripe y el resfrío
Tres combinaciones naturales de ingredientes simples como jengibre, eucalipto y especias pueden ayudar a aliviar los síntomas de la gripe y mejorar la respiración durante los días más fríos.
Con la llegada del invierno, las bajas temperaturas y los cambios bruscos de clima suelen traer consigo el aumento gripe y resfriados. Si bien el reposo, la buena alimentación y una adecuada hidratación son fundamentales para una pronta recuperación, muchas personas recurren a remedios naturales como complemento para aliviar síntomas como la congestión, la tos o el malestar general.
Entre las alternativas más populares y accesibles se encuentran las infusiones caseras, que, además de reconfortar, pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y calmar ciertas molestias.
A continuación, en Revista Nosotros te presentamos tres infusiones fáciles de preparar en casa, con ingredientes naturales, ideales para atravesar los días fríos del invierno con un poco más de alivio.
Jengibre y limón
El jengibre es un ingrediente clásico de la medicina natural por su acción antiinflamatoria y su capacidad para generar una sensación de calor corporal. Con su sabor picante y aroma intenso, suele utilizarse para tratar dolores de garganta y mejorar la circulación, útil cuando el cuerpo se encuentra debilitado por una infección viral. Combinado con limón, se convierte en un potente tónico casero.
Preparado casero contra la gripe
Preparar este té es muy simple: se corta una rodaja fina de jengibre fresco, se la coloca en una taza con agua caliente y se le agrega el jugo de medio limón. Algunas personas también suman una cucharadita de miel para suavizar la garganta y mejorar el sabor. Esta bebida puede tomarse dos o tres veces al día, especialmente en las primeras horas de la mañana y antes de acostarse.
Además de ayudar a aliviar la congestión nasal y la irritación de garganta, esta infusión contribuye a reforzar las defensas naturales del organismo, haciéndola una aliada clave durante los días más crudos del invierno.
Eucalipto y menta
Cuando la gripe se manifiesta con congestión nasal o presión en el pecho, el vapor de ciertas plantas puede ser muy útil para abrir las vías respiratorias. Tanto el eucalipto como la menta poseen propiedades expectorantes y refrescantes que permiten liberar las fosas nasales y mejorar la capacidad de respiración.
Remedio herbal en casa.
Para elaborar esta infusión, se hierven algunas hojas de eucalipto y menta en agua durante unos cinco minutos. Luego se deja reposar brevemente antes de colar y beber. También se puede inhalar el vapor antes de tomarla, cubriéndose con una toalla para aprovechar el efecto descongestionante.
Este remedio no solo brinda alivio en caso de nariz tapada o tos productiva, sino que además genera una sensación de frescura muy apreciada cuando el cuerpo se siente pesado o cargado. Puede repetirse hasta tres veces al día y es conveniente tomarla bien caliente para potenciar sus beneficios.
Canela y clavo de olor
La canela y el clavo de olor son especias con propiedades antisépticas y estimulantes. Su infusión resulta particularmente útil cuando la gripe se acompaña de escalofríos, sensación de fatiga y decaimiento general. El aroma penetrante y el sabor especiado de esta combinación generan un efecto reconfortante que puede ser muy apreciado durante el reposo invernal.
Té con miel, jengibre y manzanilla.
La preparación consiste en hervir una taza de agua con un trozo de rama de canela y dos o tres clavos de olor. Se puede endulzar con miel y beber lentamente, idealmente en momentos de relajación o antes de dormir. Esta infusión también contribuye a mejorar la digestión, algo importante cuando el apetito disminuye por causa del malestar gripal.
Su calidez la convierte en una excelente opción para quienes buscan sentirse un poco mejor sin recurrir a fármacos, siempre como complemento a los cuidados recomendados.
En definitiva, las infusiones caseras representan una opción accesible, natural y reconfortante para acompañar los días de gripe y frío. Si bien no reemplazan un tratamiento médico cuando los síntomas son graves o persistentes, su valor como apoyo sintomático es indiscutible. Con solo unos pocos ingredientes y minutos de preparación, es posible encontrar alivio en una taza caliente y sabrosa.
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