Por Verónica Dobronich
Por Verónica Dobronich
Las recientes inundaciones en el estado brasileño de Rio Grande do Sul han dejado un rastro de devastación y desesperación a su paso. Con más de 130 muertos y millones de personas afectadas, la magnitud del desastre ha sido inmensa. Sin embargo, en medio de la tragedia, ha surgido una muestra única de empatía y solidaridad: el rescate de los animales atrapados por las aguas.
Los voluntarios, cuyo trabajo esencial es salvar a personas aisladas por las inundaciones, se enfrentan a un desafío adicional: rescatar a los animales que también se encuentran en peligro. Las imágenes de valientes rescatistas llevando a cabo misiones para salvar a perros, gatos, conejos, gallinas, cerdos y caballos han conmovido a todo el país.
Uno de los casos más destacados fue el rescate de "Caramelo", un caballo que pasó días parado sobre el techo de una construcción anegada. Las imágenes de su rescate se volvieron virales, sensibilizando a toda la población y demostrando la importancia de la ayuda humanitaria dirigida también a los animales.
La ciudad de Eldorado do Sul, una de las más afectadas por las inundaciones, se convirtió en un escenario desolador. Sin embargo, en medio del caos, surgió una muestra de solidaridad notable. Un "hospital de campaña" para animales se erigió como un faro de esperanza en medio de la desesperación. Aquí, voluntarios trabajan incansablemente para recibir, revisar, atender y alimentar a los animales rescatados.
El proceso de rescate y cuidado de estos animales es meticuloso y está lleno de desafíos. Los voluntarios, identificados por su nombre y función, trabajan en equipo para garantizar que cada animal reciba la atención que necesita. Desde perros empapados hasta caballos sedados, todos son tratados con cuidado y compasión.
Uno de los aspectos más conmovedores de este esfuerzo humanitario es el enfoque en la reunificación de animales con sus dueños. Las fotografías de los animales rescatados se suben a internet en un intento desesperado por encontrar a sus propietarios. Si no se encuentran en unas pocas horas, los animales son transportados a albergues temporarios, donde esperan ser reclamados. Si esto no ocurre, se les busca un hogar de adopción.
La historia de muchas personas, quienes se encuentra ayudando animales como perros en su mayoría, temblorosos y asustados, son un testimonio del amor y la dedicación de los voluntarios. Manifiestan que quieren contribuir de alguna forma y prefieren hacerlo con los animales que son inocentes y no pueden resolverlo solos, explican.
En medio de la devastación, estos actos de bondad y humanidad sirven como un recordatorio poderoso de la resiliencia del espíritu humano. Mientras Brasil se recupera de esta tragedia, la conexión entre humanos y animales se ha fortalecido, demostrando que en tiempos de crisis, la empatía y el cuidado pueden trascender todas las barreras.
Además, una investigación elaborada por World Animal Protection en Brasil, India, Tailandia y EE.UU. revela la importancia de proteger a los animales durante desastres naturales. Más del 60% de las personas encuestadas comparó la pérdida de un animal con la de un familiar o amigo cercano. Los resultados destacan la necesidad de incluir a los animales en la planificación de desastres para ayudar a las comunidades a reconstruir y minimizar los riesgos tanto para los animales como para los seres humanos.
Las principales conclusiones de este estudio son asombrosas:
Casi el 80% de las personas en los EE.UU. podría llevar a sus animales con ellos en un desastre.
En Tailandia y la India, al menos, el 90% de las personas en las zonas urbanas creyó necesario hacer un plan de emergencia para sus animales.
En los EE.UU., India, Tailandia y Brasil, las personas que viven en un desastre podrían llevar a sus animales con ellos en primer lugar después de que sus hijos y otros miembros de la familia.
En Bangkok, Tailandia, el 46% de las personas han tenido que evacuar sus hogares como resultado de las inundaciones - el 92% tomó sus animales con ellos.
En Brasil, el 64% de las personas les preocupa que el riesgo de los desastres naturales sea cada vez mayor.
Tener una mascota puede tener un impacto profundo en nuestras emociones. La relación entre humanos y animales domésticos es única y puede enriquecer nuestras vidas de muchas maneras. Aquí hay algunas formas en que las mascotas pueden influir en nuestras emociones:
En resumen, tener una mascota puede tener un impacto profundamente positivo en nuestras emociones, proporcionando compañía, alegría, consuelo y un sentido de conexión significativa en nuestras vidas.
Según una encuesta de la Asociación Americana de Psicología, el 74% de los dueños de mascotas reportan que su mascota les ayuda a afrontar el estrés y las dificultades emocionales.
Un estudio realizado por la Universidad de Miami encontró que el 85% de las personas que viven solas y tienen mascotas experimentan una mayor sensación de felicidad en comparación con aquellos que no tienen mascotas.
Según la Sociedad Americana para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales (ASPCA), el 50% de las personas que adoptan una mascota informan una mejora en su salud mental, incluyendo una reducción del estrés y la ansiedad.
Una encuesta realizada por la empresa Mars Petcare encontró que el 94% de los dueños de mascotas consideran que sus mascotas mejoran su calidad de vida y el 79% dice que sus mascotas les hacen sentir menos solos.
Un estudio publicado en la revista "Science" encontró que la presencia de perros en el lugar de trabajo puede reducir los niveles de estrés de los empleados y mejorar la satisfacción laboral.
Estas estadísticas destacan el impacto positivo que las mascotas pueden tener en nuestras vidas, proporcionando apoyo emocional, compañía y una sensación de bienestar general.
En la unión con nuestros animales encontramos la fuerza para enfrentar las tormentas más difíciles y la certeza de que, incluso en medio de la tragedia, el amor y la compasión pueden prevalecer.
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