Mario Massaccesi presenta en Santa Fe su obra “Soltar para ser feliz”
Periodista, conductor, coach y escritor. Mario Massaccesi trae por primera vez a la ciudad de Santa Fe su obra “Soltar para ser feliz”, una propuesta que mezcla teatro, introspección y humor. En esta entrevista íntima con revista Nosotros, reflexiona sobre el valor de animarse, el peso de lo no dicho, el poder del encuentro con el otro y las historias que lo transformaron para siempre.
Mario Massaccesi presenta una propuesta que invita a soltar el pasado y abrazar el presente.
Después de recorrer durante cinco años los escenarios de todo el país, Mario Massaccesi llega a la ciudad de Santa Fe con su obra “Soltar para ser feliz”, una puesta teatral que nace de su primer libro y que desde entonces no ha parado de convocar a cientos de “soltadores” y “soltadoras” en cada punto del mapa.
“Santa Fe era una de las plazas pendientes y que más queríamos ir. No me preguntes por qué, pero la gente nos pedía mucho. Habíamos estado en el interior de la provincia, en Firmat, San Lorenzo, también en Paraná, pero no se daba la oportunidad en la capital”, cuenta.
Finalmente, el deseo se concreta y el 28 de junio, en el Teatro Luz y Fuerza, Massaccesi y Patricia Daleiro presentarán esta experiencia escénica que invita a mirar hacia adentro para saltar hacia adelante.
Massaccecsi y Daleiro, en escena con “Soltar para ser feliz”.
De un libro a un escenario
El origen de la obra fue inesperado. “Apenas salió el libro, que fue best seller varias semanas, un productor nos dijo: ‘Mirá, los autores están haciendo presentaciones en el teatro’. Y como nos gustan los desafíos, dijimos: ‘Hagámoslo’”, recuerda.
La propuesta tomó forma durante la pandemia, con un público reducido, con barbijos y distanciamiento. “No sabíamos que se venía esto de recorrer el país con localidades agotadas. Evidentemente hay mucha gente con ganas de soltar pesos que ya no puede seguir cargando”, dice.
Pero, ¿qué es para él “soltar para ser feliz”? La respuesta es profunda y personal: “Es el resultado de más de treinta años de trabajo interno. De sanar, de salir del dolor, de dejar de estar anclado en el pasado. Cuando entendí que era posible vivir más liviano, decidí compartirlo. Sin imaginar que iba a resonar en tanta gente”.
Massaccesi y Daleiro, en escena con “Soltar para ser feliz”.
Vivir en movimiento
El concepto de “soltar” está íntimamente ligado a la acción. Y Massaccesi lo explica con claridad: “Mucha gente espera. Espera que las cosas ocurran. Pero la esperanza viene de ‘espera’. No alcanza. Hay que salir del lugar en el que uno está. A veces sin saber a dónde, pero saliendo. Y moverse sin buscar resultados concretos también es darle lugar a la sorpresa, a la magia”.
Ese impulso vital se refleja en todas sus facetas. “Yo he sido un inquieto desde siempre. Mi abuela me decía ‘langosta’, porque no paraba. Andaba de casa en casa viendo qué pasaba. Por suerte no perdí ese espíritu”.
Hoy, esa inquietud se traduce en una rutina intensa: conducción radial y televisiva, talleres, viajes, presentaciones y escritura. “Estoy en mi salsa”, asegura. “Pero también he aprendido a parar. A quedarme todo el día viendo películas, a disfrutar de la cama y el silencio”.
La ética del cotidiano
Uno de los desafíos más grandes de subirse al escenario con su historia es, justamente, exponerse. “Como periodistas estamos acostumbrados a hablar de otros. Esto es hablar de uno. Y no de los momentos más gratos, sino de los más dolorosos.
Profesionalmente es inquietante. Y personalmente, un compromiso. Porque tengo que ser coherente. No hablo de intimidad, hablo de ética: cómo trato a la gente, cómo llego a un lugar, cómo me relaciono”.
Y pone ejemplos que conmueven por su simpleza. “El otro día, en Rafaela, la señora del hotel me pregunta si iba a desayunar. Le dije que primero iba a saludar al día, que estaba hermoso. Salí, tomé sol, hice un video. Agradecer cada día no es ponerse un tercer ojo, es eso: salir al sol y reconocerlo como lo primero del día. Trato de ser coherente en esas pequeñas cosas”.
Historias reales que tocan el alma en cada función.
Historias que transforman
La obra no se trata solo de ellos dos (Mario y Patricia). También es del público. “Nos llevamos sus historias de cambio”, asegura. Como la de una mujer que había perdido a su esposo y hacía cinco años que no salía de su casa. “Le pregunté: ‘¿Qué hacés acá, si decís que no salís?’. Me dijo que la había invitado su cuñada.
Le propuse que al día siguiente fuera a una plaza. Le di mi celular y le pedí que me mandara una foto. ¡Y lo hizo! Se reencontró con dos compañeras de la primaria. Me pidió que subiera la foto a Instagram para que todos supieran que había salido. Eso es soltar”.
Otra historia que lo marcó ocurrió ese mismo fin de semana. “En Rafaela había muchos hombres, algo poco habitual. Uno de ellos se largó a llorar en plena charla. Había perdido a su esposa hacía un mes. Me dijo que ella era fanática mía.
Entonces le dije: ‘No viniste, la trajiste’. Se quebró. Me regaló una carta, la primera que escribía en su vida. Me dijo que era fabricante de macetas, que nunca había escrito una carta, pero que ese día necesitaba hacerlo. Eso es lo que me llevo: actos de coraje inmenso”.
Una soledad concurrida
A lo largo de la charla, Massaccesi repite varias veces una frase que lo define: “Me gusta la gente”. Y eso se nota. “Cuando no quiero gente, me encierro. Pero si salgo, es porque quiero compartir.
Tengo una soledad muy concurrida: soy soltero por elección, pero estoy rodeado de afectos, amigos, conocidos, colegas, gente que se cruza en mi vida y deja algo. Y yo intento también dejar algo en cada encuentro”.
En su forma de hablar se mezclan el periodista preciso, el artista sensible y el coach empático. Y también el buscador incansable. “La vida es una búsqueda permanente. A veces no sabés qué estás buscando, pero igual salís a buscar. Como los pescadores, como los que buscan oro. No saben cuántas pepitas van a encontrar. Pero no dejan de intentarlo”.
Patricia y Mario, una dupla de confianza y conexión.
La dupla con Patricia
Desde el primer día, Mario comparte escenario con Patricia Daleiro, su compañera de ruta en este proyecto y coautora de los libros. “Somos como hermanos. Hay confianza total. Incluso cuando algo no nos gusta, lo decimos. Ponemos en práctica lo que proponemos. No es una pose. Hacemos talleres, viajes, escribimos juntos. Estamos terminando el cuarto libro, que sale a fin de año”.
El mensaje de cada noche
La función del 28 de junio en el Teatro Luz y Fuerza no será una más. Será la primera vez que el público de la ciudad pueda vivir en vivo esta experiencia, que mezcla introspección, humor, emociones y verdad. Y para Massaccesi, eso lo cambia todo:
“Cada función es distinta. Cada noche nos deja algo. Y el mensaje es simple: Soltar no es perder, es animarse a dejar lo que ya no te sirve. Es saltar al buen vivir. Es abrir espacio para algo nuevo. Y para eso, primero hay que animarse a moverse”.
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