Dormir con la boca cerrada, literalmente, se ha convertido en una práctica popular entre quienes exploran nuevas formas de optimizar el descanso nocturno.
Una técnica simple gana popularidad en redes sociales entre quienes buscan mejorar la respiración nocturna, optimizar el descanso y despertar con más energía.
Dormir con la boca cerrada, literalmente, se ha convertido en una práctica popular entre quienes exploran nuevas formas de optimizar el descanso nocturno.
El fenómeno se conoce como mouth taping, y aunque a simple vista pueda parecer incómodo o hasta riesgoso, tiene detrás un principio simple: fomentar la respiración nasal y evitar la bucal durante el sueño. En redes sociales, particularmente en TikTok, cientos de usuarios comparten sus experiencias y resultados, generando curiosidad y también debate.
Sellar la boca con cinta adhesiva antes de dormir es, en apariencia, una práctica sencilla. Existen cintas diseñadas específicamente para esto, hipoalergénicas y fáciles de remover. El objetivo es que al no poder abrir la boca, el cuerpo se vea “obligado” a respirar por la nariz, algo que muchos especialistas en salud consideran más eficiente y beneficioso para el organismo.
Quienes practican el mouth taping sostienen que esta técnica ofrece una variedad de beneficios físicos y hasta estéticos. Entre ellos:
Además, respirar por la nariz permite que el aire se humedezca, se caliente y se filtre antes de ingresar a los pulmones, lo cual protege al cuerpo de irritantes y agentes patógenos. La boca, en cambio, no realiza esa función, lo que podría explicar por qué algunas personas sienten fatiga o malestar al despertar tras dormir con la boca abierta.
Por otro lado, quienes han probado esta técnica aseguran que se sienten más descansados por las mañanas, que su sueño es más profundo y que incluso han notado cambios en la concentración y el estado de ánimo.
A pesar de su creciente popularidad, el mouth taping no está exento de controversia. El primer punto de conflicto es que no todos pueden practicarlo de forma segura. Personas con problemas respiratorios, congestión nasal frecuente, apnea del sueño o claustrofobia pueden experimentar malestar o complicaciones al impedir la respiración bucal durante la noche.
También hay quienes señalan el riesgo de asfixia, aunque los defensores del método argumentan que al usarse cintas específicas —que se despegan fácilmente y no cubren toda la boca—, el peligro es mínimo. De todos modos, se recomienda comenzar con períodos cortos, probar en momentos de descanso y no implementarlo sin prestar atención a las señales del cuerpo.
Otro punto clave es no improvisar con materiales inadecuados. Sellarse la boca con cinta adhesiva común, curitas o cualquier otro elemento no apto para la piel puede provocar irritaciones, lesiones o alergias. Por eso, una de las claves es informarse antes de probar el método y, si es necesario, consultar con un profesional.
Como suele ocurrir con muchas tendencias del bienestar que circulan en redes sociales, el mouth taping genera opiniones divididas. Para algunos, es apenas una moda viral que probablemente caerá en desuso cuando surja una próxima técnica. Para otros, se trata de una práctica redescubierta, basada en el principio de que la respiración nasal es más natural y eficiente para el cuerpo humano.
En cualquier caso, la popularidad del mouth taping no parece disminuir. Ya sea por razones estéticas, por problemas respiratorios leves o por simple curiosidad, cada vez más personas lo adoptan como parte de su rutina nocturna. La clave, como en todo, está en la moderación, la información y la capacidad de escuchar al propio cuerpo antes de seguir cualquier tendencia.
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