El bailarín y artista escénico Matías Rebossio encontró en la danza contemporánea una forma de expresión y un camino profesional que lo ha llevado a destacarse dentro y fuera del país.

El artista rafaelino radicado en Buenos Aires, se especializa en danza contemporánea y ha participado en giras por ciudades de Europa y Latinoamérica.

El bailarín y artista escénico Matías Rebossio encontró en la danza contemporánea una forma de expresión y un camino profesional que lo ha llevado a destacarse dentro y fuera del país.
Nacido en Rafaela y radicado actualmente en Buenos Aires, Matías se formó en la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), donde ingresó tras superar una exigente audición.
“Fue un privilegio entrar ese año, porque la universidad tiene ingreso cada dos años y seleccionan a muy pocas personas. Es un mes entero de audiciones, así que estuvo buenísimo”, relató sobre el proceso de ingreso a la carrera de Artes Escénicas con focalización en danza.

Antes de llegar a Buenos Aires, Matías ya se preparaba en su ciudad natal. “Mucho estudio antes de llegar a Capital. En Rafaela me preparé para la universidad”, explicó. Su formación local fue en la academia Isadora, bajo la dirección Gabriela Guibert y Andrea Gutiérrez.
“Gaby fue una gran guía en esto de descubrir la danza. Ahí conocí la danza contemporánea, la improvisación y el estar en escena”, recordó con gratitud.
El ballet, técnica base del ingreso, también representó un desafío: “Sabía que no iba a ser un gran bailarín de ballet si empezaba tarde, pero empecé a estudiar de lunes a sábados. De no bailar nada, pasé a bailar todos los días”.
Hoy, Rebossio divide su tiempo entre la docencia y los proyectos artísticos. “Mi día a día está bastante copado de danza. Doy clases, bailo en proyectos de gente conocida y también en propuestas nuevas que me convocan”, contó.
Si bien actualmente está más enfocado en la enseñanza, adelantó que ya se prepara para nuevos ensayos. “Hay algunas cositas que voy a empezar a ensayar pronto. Pero sí, bailo mucho, eso siempre”.

Aunque su presente está en la capital del país, Matías mantiene un vínculo emocional con su ciudad de origen. “Me encanta Rafaela, siento que hay un montón de cosas para hacer. Volví a vivir ahí durante un año y fue hermoso. Están mi familia, mis amigos, todo”, compartió.
La danza le permitió también girar por ciudades de Europa y Latinoamérica, pero siempre con un pie en sus raíces: “Este libro, este trabajo, este camino, también tiene que ver con agradecer lo que Rafaela me dio”.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.