Teresa Pandolfo
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En los tres años de gobierno de Hermes Binner, Antonio Bonfatti fue la figura que armó internamente los cuadros y llevó adelante el modelo de regionalización administrativa.
Va de suyo que las últimas decisiones siempre estuvieron en manos del gobernador pero es indudable que Bonfatti opera como un jefe de gabinete y, en consecuencia, carga con las responsabilidades que le corresponden en los aciertos y yerros.
El binnerismo lo propone ahora como postulante para la Casa Gris. A diferencia de entrevistas realizadas por esta periodista dos o tres años atrás, ahora, Bonfatti sabe de lo que habla cuando se refiere al diferenciado territorio provincial. Esto dicho al margen de dejar en claro que el socialismo tiene su corazón puesto primero en Rosario.
En el diálogo mantenido el martes, Bonfatti se emocionó cuando refirió los resultados del Plan Raíces en la Cuña; se entusiasmo cuando relató que se construirán los acueductos que los norteños reclaman y con el proyecto de creación de un Ministerio de Hábitat, con todo lo que la propuesta encierra.
Por momentos, el ministro habló como si ya hubiera sido elegido para la Casa Gris. Hubo un instante en que la periodista lo miró (hasta con desconcierto para seguir la entrevista) por el convencimiento que expresaba respecto del futuro, pero guardó el respetuoso silencio que merece toda persona esperanzada, con proyectos cimentados en sus propias fuerzas e ideas.
Las candidaturas en el Frente Progresista tienen un final abierto: dentro del socialismo Rubén Giustiniani lanzará su postulación y el radicalismo se encolumnó mayoritariamente por Mario Barletta para la Casa Gris. Además, están el radical Luis Cáceres y Carlos Comi, del ARI, con iguales aspiraciones.
Desde un punto de vista, la continuidad es un hecho de signo positivo en una Argentina en la que cada gobierno elegido, comienza una línea de acción diferente a la administración anterior sin evaluar resultados obtenidos.
Desde lo institucional, la alternancia es un valor agregado para mantener las prácticas republicanas. De todas maneras, lo mejor sería que el partido que gane la Casa Gris se proponga continuar con los proyectos que han significado avances en términos de calidad de vida y reprograme planes estratégicos para que la provincia pueda crecer económicamente.