Viene despacio, con la elegancia innata de saber cómo moverse para que luzca aún más su lujoso "animal print" con ese dorado mezclado en negro. Lo puso de moda ya hace varios años, pero el "animal print" sigue vigente. Si Cruella De Vil (1) lo hubiese visto antes que a los dálmatas, lo hubiese elegido a él.
Ese animal perfecto (Panthera onça) se llama jaguar, nahuel (2), otorongo, yaguar, yaguara, yaguareté, jaguareté, tecuán, kiyoc en qom y tiog en wichí. Otro de sus nombres es uturunco que en la mitología del norte (Argentina y Bolivia) es el hombre-jaguar que posee una gran fuerza y ferocidad, y que ataca a los hombres sin piedad y sin ser visto. Posiblemente por eso un grupo de subversivos tomó su nombre.
Los Uturuncos, fue la primera guerrilla rural en la Argentina, formada a mediados de 1959.
Todos sus nombres llevan significados de fuerza, poder, agilidad, valentía y protección. Entre nosotros es yaguareté, palabra de origen guaraní a la que se le da diferentes significados como "la verdadera fiera" o del tupí-guaraní "el que caza de un salto".
Es más grande que el leopardo. Posee la mayor fuerza de mordida de todos los grandes felinos, incluso que la del tigre y es el único felino en América que ruge.
Todo esto lo tuve que estudiar para ser veraz en la renarración de dos de mis leyendas publicadas. Y cada vez que leía sobre él, lo admiraba más.
Incluso lo conocí en persona en la Amazonía peruana. Cerca de Iquitos, en un paisaje de jungla casi siempre lluviosa, estaba en cautiverio. Era ¡enorme! como si fuera de mucho mayor tamaño que como aparece en las fotos. Descansaba tranquilo, seguramente bien comido, con su redondeado lomo apoyado en los barrotes. El querer tocarlo, el desear acariciar esa piel dorada que brillaba al sol, era un impulso que me costó resistir. Lamento no haberlo escuchado rugir. Hubiera sido memorable. Seguramente temblarían hasta los árboles.
El yaguareté es una de las especies más amenazadas del Gran Chaco argentino.
A diferencia de otros felinos, no le temen al agua, son grandes nadadores y logran cazar y alimentarse incluso de los jacaré-açu, los caimanes más grandes de Brasil.
Es un eslabón importante en el ecosistema. Al ser el depredador de mayor tamaño regula el aumento excesivo de otros animales. "El destino del jaguar es un espejo de la salud de la Amazonía. Proteger a estos majestuosos felinos no sólo implica salvaguardar una especie emblemática, sino también preservar un ecosistema crucial. Los jaguares no son únicamente una especie que requiere conservación; son un pilar fundamental para mantener la biodiversidad y garantizar la sostenibilidad de la región amazónica". (3)
Y acá arrancan mis temores y mis dudas.
La provincia de Corrientes es la abanderada en haber protegido un área inmensa: sus famosos Esteros del Ibera, un humedal de más de 12.000 m2.
Quienes impulsaron esta mega empresa fueron los filántropos norteamericanos Douglas y Kris Tompkins, que crearon la Fundación Rewilding Argentina. Un proyecto de conservación de los Esteros del Iberá. Su trabajo se centra en restaurar tierras, reintroducir especies nativas que se habían extinguido y recuperar poblaciones amenazadas, como el yaguareté. Y en todo esto han resultado sumamente exitosos. De haber desaparecido casi completamente el yaguareté, en estos momentos leo en Perfil Nea que "la población de yaguaretés en los Esteros del Iberá ha crecido a un ritmo extraordinario, pasando de los 25 ejemplares estimados en 2024 a una cifra actual de entre 35 y 40, consolidando el proyecto de rewilding como un éxito global". Y no sólo se han multiplicado estos felinos, ahora hay más osos hormigueros, más capibaras, más guacamayos.
Pero en lo personal, no las tengo todas conmigo. Y mis dudas vienen a cuento por lo siguiente: los Tompkins compraron en el 2001 el viejo casco de la Estancia Rincón del Socorro.
Fue restaurado hasta el mínimo detalle personalmente por Douglas Tompkins y hasta los cubiertos que se usaron en esa estancia hacia 1896, los mandó a fabricar a Francia.
Esa estancia fue fundada por un poderoso estanciero mercedeño, don Luis Cabral. Dueño de otras estancias, entre ellas una en Saladas, y propietario de los padres del que hoy conocemos como Sargento Cabral.
Cuando algún sacerdote llegaba a la estancia, Luis Cabral hacía bautizar a todos y quedaban anotados como "en lo de Cabral". Los padres del sargento fueron una esclava negra y un indio guaraní. El hijo era un excelente jinete y le pidió a Cabral que lo recomendara para ingresar al ejército de San Martín. Hasta acá parte de la historia de la estancia Rincón del Socorro.
Cuando decidimos con mi esposo ir al Iberá en esa primavera de 2021, lo hicimos sobre todo porque queríamos conocer Rincón del Socorro, pues uno de los ancestros de mi marido fue justamente Luis Cabral.
Increíblemente bien restaurada y rodeada de una gran galería, ideal para ver el atardecer entre mate y mate. Nuestra casa estaba a un paso de otra similar, donde se había alojado Máxima de Holanda con toda su familia.
El yaguareté es una de las especies más amenazadas del Gran Chaco argentino. Foto: Rewilding
En ese enclave nacieron mis dudas en fomentar el turismo donde hay tantos yaguaretés sueltos.
Cruzando por esa zona toda parquizada se llegaba al comedor, sala de lectura, piscina y más y más y más.
Ya habíamos salido de excursión para ver esa maravilla de venados, aves, orquídeas también rescatadas y le comenté a la guía que por suerte allí no había pumas. (El yaguareté todavía era un anhelo).
- ¡Cómo que no hay pumas! Sí, ¡por suerte hay unos cuantos! ¡Cuando llueve a la noche, a la mañana siguiente se ve la tierra hundida en las huellas que dejaron por acá! Y señaló el contorno de nuestra residencia y la residencia contigua.
Entonces, cuando los yaguaretés empezaron a multiplicarse, me pregunté ¿Será acertado aumentar tanto el turismo también?
Los paisanos están felices, porque tienen más trabajo, porque hasta se ha puesto de moda la gastronomía correntina, porque el turismo es una industria sin chimeneas, pero "la verdadera bestia" vive muy cerca del hombre. Se manejan en la más completa libertad.
Es una fórmula difícil de resolver. Creo que la mejor seguridad de que no atacarán a las personas es que los carpinchos o capibaras abundan casi tanto como turistas y población local y son más fáciles de cazar que una persona.
Buscando en las noticias veremos que hay muchos encuentros, que no han pasado a mayores por el encendido de luces o por fuertes gritos que los han ahuyentado.
Hay turismo para todos los gustos. Pero en lo personal, prefiero guardar respetuosa distancia.
Muchos turistas y muchos jaguares en el mismo parque, no está entre mis preferencias.
Pero tampoco deseo volver a ver un fondo del mar desierto, sólo habitado por corales cerebro, como el del Caribe cubano, con barracudas que fieles al horario, aparecían cuando marineros de ese barco con fondo transparente, les tiraban comida para deleite de los que viajábamos allí.
Mientras tanto el 29 de noviembre se celebró el Día del Yaguareté porque "la conservación exitosa del yaguareté es fundamental para mantener los bosques saludables, las reservas de carbono, la biodiversidad, la disponibilidad de agua y el patrimonio natural y cultural, entre otros" nos recuerdan desde Vida Silvestre Argentina. Y es totalmente cierto. Pero también me gustaría leer en algún lado que en determinada fecha se celebra el Día del Turista Protegido.
1) Cruella de Vil es la protagonista de la novela para niños y jóvenes "Los cien y un dálmatas". Publicada en 1956 de la escritora inglesa Dodie Smith y llevada al cine varias veces.
2) significa jaguar, o tigre y es un nombre propio de origen mapuche que simboliza fuerza, poder y agilidad. El pueblo mapuche veneraba a este gran felino como un símbolo de valentía y protección