"CUACK", un libro para padres y docentes que aman a los niños

Por Roberto Carlos Strina (*)

Esta es la historia de por qué y para qué decidí escribir este libro.

Quiero comenzar por contarte la historia por la que me decidí a escribir este libro. Hace aproximadamente doce años terminaba una relación de pareja con la mamá de mis hijos: Marco y Valentín, dos niños preciosos que entonces tenían dos y cuatro años.

En ese momento llegó a mis manos un libro maravilloso llamado "Tu hijo, tu espejo", de la psicóloga mexicana Martha Chávez. Quien me lo prestó pensaba que yo no me estaba desempeñando de la mejor manera con mis hijos; le agradezco a esa persona haber tenido esa idea sobre mí y haberme hecho llegar ese apasionante libro, que me abrió la cabeza con respecto a los niños. Cuántas actitudes y pensamientos que los adultos tenemos, y no sabemos que afectan al crecimiento emocional, mental y hasta físico de los niños. Recomiendo el libro para dos tareas: aprender mucho qué hacer con los niños y reconocer las actitudes y acciones que tuvieron los adultos con nosotros cuando éramos chicos.

A partir de ese día, y después de haber estudiado Coaching Ontológico y de haber comenzado un curso de Programación Neurolingüística e Inteligencia Emocional, decidí dedicarme a la investigación sobre todo lo relacionado con los niños. Desde libros infantiles hasta cada vez que pasaba un niño frente a mí, prestaba atención a los tratos, las palabras y las acciones con las que nos desenvolvemos los adultos que estamos a su alrededor; y de ahí me vino la idea de trasmitir todo esto a los padres y docentes que sin darnos cuenta cometemos un sinfín de errores frente a los niños y con ellos.

Luego comencé a impartir un taller llamado «La comunicación y los niños» en algunas escuelas primarias, donde también aprendí un montón sobre la temática e iba trasmitiendo mis conocimientos a los docentes, que muchas veces se asombraban de las herramientas que les mostraba y de todas las formas en que se cometen errores con los niños. Les agradezco a todos los docentes que con inmenso coraje empezaron a usar dichas herramientas y sienten que cada día se aprende algo nuevo. Creo que el cuidado mental de los niños será una cláusula esencial para mejorar nuestra sociedad.

Preparé este libro como una guía práctica basada en herramientas de coaching, programación neurolingüística e inteligencia emocional, comunicación no verbal y, en gran parte, en mi experiencia personal e investigación continua durante doce años.

Quiero mostrarte también que cambiando algunas pocas -o muchas- actitudes, acciones y pensamientos en cada uno de nosotros, podemos obtener beneficios extraordinarios con los niños; y adentrarnos en un camino de ininterrumpido aprendizaje que hará que cambie no solo nuestra vida, sino la de todos aquellos niños que pasen por ella.

No sirve solo con leer las páginas de este libro, hay que poner en práctica nuevas formas de pensar y de actuar frente a los niños; ello será lo que nos dará los rendimientos distintos que estamos buscando. Espero que puedas lograr resultados maravillosos con tus hijos o alumnos.

Te comparto algunas ideas útiles que ayudaran a lograr que los niños sean felices y seguro, y que tengan un futuro maravilloso.

Ser un modelo a seguir

Es una de las estrategias más efectivas: si eres un modelo positivo para tu hijo, él aprenderá de tu manera de ser y de hacer. Los niños aprenden imitando a los adultos. Por tanto, no es efectivo que les ordenemos tener ciertos hábitos y costumbres si luego nosotros, como padres, somos los primeros en actuar de la forma contraria.

Si el niño observa que eres una persona que no se valora a sí misma, que se está quejando todo el día y que rehúye sus tareas y responsabilidades, lo más natural es que acabe adoptando este modelo negativo y se acabe pareciendo a ti. Por este motivo es necesario que cuidemos de nuestra propia autoestima, además de nuestros hábitos y valores.

Cómo influyen nuestras creencias

"Cuando tenés hijos todo cambia", una creencia arraigada en nuestra cultura que podés tomarla positivamente o negativamente. Sí, por supuesto que cambia, pero no tiene que ser un cambio negativo, todo lo contrario ¡es maravilloso tener hijos!

Las creencias que tenemos sobre los niños, influyen directamente en su comportamiento. Lo que uno piensa sobre otra persona, hace que la otra persona lo quiera cumplir, (Efecto Pigmalión), más aún con nuestros hijos.

Escuché muchas cosas durante el tiempo de investigación para mi libro, como por ejemplo, "Los niños cansan", "Cuando tienes hijos ya no podes hacer lo que querés", "Los niños son molestos", " Una vez que tienes hijos, se te termina la tranquilidad", y muchas más. Si tus pensamientos son algunos de esos, seguro que tus hijos cumplen esas creencias.

Tranquilo/a todo se puede cambiar, solo hay que poner en duda esas creencias y empezar a creer que es de la manera contraria. Hacé la prueba, empezá con algo pequeño y vas a ir viendo que tus hijos cambiarán su accionar y sus comportamientos. Probá, no tiene costo y si lo lográs los beneficios son maravillosos.

Si cuando comenzamos un trabajo nuevo, o queremos cocinar algo nuevo, le dedicamos tiempo y lo aprendemos, porqué no hacerlo por nuestros hijos y su futuro. Como dijo mi amigo Nico, comencemos con una maternidad y paternidad consciente.

Cuidar a un niño, no es difícil, pero sí es una gran responsabilidad. La misión de este libro es llevar herramientas prácticas para usar con los niños y así mejorar todo su potencial, seguridad, autoestima, creatividad y capacidad de resolución. Este libro, destinado a todos los papás y docentes del mundo, te ayudará a hacer las cosas más fáciles con tus hijos y alumnos, cuidando su seguridad, autoestima y las creencias que los acompañarán toda su vida.

(*) Coach Ontológico, PNL, Inteligencia Emocional, Comunicación no Verbal.

No sirve solo con leer las páginas de este libro, hay que poner en práctica nuevas formas de pensar y de actuar frente a los niños; ello será lo que nos dará los rendimientos distintos que estamos buscando.

Si eres un modelo positivo para tu hijo, él aprenderá de tu manera de ser y de hacer. Los niños aprenden imitando a los adultos. No es efectivo que les ordenemos tener ciertos hábitos si luego nosotros somos los primeros en actuar de la forma contraria.