Análisis literario: "Instrucciones de cuidado", los cuentos de Diego Calleja
Bajo ese título, el autor santafesino nos presenta en dieciséis relatos un universo de voces, paisajes y secretos. Un mundo hecho de cemento, campo y río donde hay algo propio y cálido, pero también algo desconocido y perturbador, que nos invita a leer y escuchar en silencio.
Diego Calleja. "Una voz que, escribiendo, arma silencio" y "se encarga de "acallar el bullicio". Gentileza
21:33
No hay en el mundo, podríamos creer, nada que no se haya dicho todavía. Pero, sobre todo, nada que no esté indicado. Nada que no grite "esto es así", "esto es de otra manera". Vivimos en un mundo en el que cada cosa lleva pegada al dorso su instrucción y su contrainstrucción, su contenido y su valor, su relevancia. Todo está recubierto de un estampado que, sospechosamente, garantiza protección. Que vende certidumbres desde el envoltorio. Que pide materia a cambio de promesas.
Tapa del libro "Instrucciones de cuidado", trabajo editado por Enero Editorial en 2022. Gentileza
Decía Franz Kafka que un libro debía ser el hacha que nos golpeara en el pecho para romper el mar helado que llevamos en nosotros. Y hoy que, además del frío y de las olas quietas, cargamos con esas voces y ese barullo ineludible, ese ruido blanco sin pausa que de todos lados viene y en enjambre nos pica, nos asalta, se nos pega, es necesario cortar la estridencia con un machete de silencio. Habilitarnos un espacio de lucidez auditiva para escuchar a las voces calmas. Diego Calleja es una de esas voces. Una voz que, escribiendo, arma silencio. Que se encarga de acallar el bullicio.
¿Pueden escucharlo? Trae cuentos, anuncia ciertas "Instrucciones de cuidado". Otras, distintas a aquellas del packaging y de la letra de los contratos. Del prospecto. Quizás una forma de música que no guarde más pretensión que ser una gambeta a la ferocidad del aturdimiento. Aunque claro, para habitar esa quietud hay una sola instrucción, tácita y constante en estos relatos. Una única premisa que indica lo básico: para leerlo, tenemos que saber dejar la desatención en pausa, girar a cero la perilla del volumen y apartarnos de los temas cotidianos y apurados.
Nos pide, la prosa de Diego Calleja, lo que, en el fondo, nos piden todos: atención. Pero no la atención crispada y eléctrica; no la del escroleo incesante, indefectiblemente frustrado. Nos pide que nos quedemos con una siesta, que escuchemos los pies que caminan un bosque amable y siniestro. Que todos nuestros sentidos se vayan al pegote de la garrapiñada, a la intriga de la niebla que crece, que tapa y muestra, al suspiro de un río sin pliegues.
El libro, en su contratapa, anuncia que hay escrituras que, como cuentan que hicieron un dios o varios o una lluvia interminable, arman vida con aire y con barro. Mezclan y distribuyen, nombran y logran que, ahí donde no había nada, aparezca el paisaje y la historia. Y agrega que, en los cuentos de Diego Calleja, vemos surgir por partes, en los gestos mínimos, en las aventuras simples (un perro que muerde, nada y se escabulle en el cañaveral, la construcción trunca de una pileta, los secretos que esmaltan colmillos de yararás), un mundo.
Los lugares son muchos y son el mismo: la frescura de una orilla dispuesta a la tarde en la infancia, el laberinto de las calles abiertas a la fantasía oscura del hombre solo, la ciudad que se desarma en la ventanilla del amante, la laguna como un pantano de misterios. Cuentos que van armando paisaje con lo que la gente hace. Porque de eso están hechas las mañanas y las noches. De las cosas pequeñas que primero son vida, después cuento y después memoria. El trabajo, la infancia, la soledad, la muerte. La vida del amor, la vida dura. El secreto que nos habita.
Los cuentos de Diego Calleja ofrecen la mirada como un rincón de descanso, un amparo. Hay una media sombra que nos dice, vengan, siéntense, miren. Además de lo demás, oscuro o no, inquietante o no, bello o espantoso, hay algo más. Pueden leerlo, en estas historias, pueden oír en el silencio.
Curriculum Vitae
Diego Calleja nació en Santa Fe y vive en Colastiné Norte. Es comunicador social, abogado y docente. Por su cuento "Carmelo" recibió el primer premio "Osvaldo Soriano" en el Certamen Nacional de Relatos Breves, organizado por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). También otros relatos suyos fueron reconocidos en su momento con premios y menciones por la Sociedad Argentina de Escritores (SADE filiales Santa Fe, San Isidro y Junín). La Federación Argentina de Colegios de Abogados en concursos y el Colegio de Profesionales del Derecho de Santa Fe lo han distinguido en diferentes oportunidades por su labor literaria. En 2018 fue antologado por la SADE Santa Fe y en 2019 por la UNLP. En 2022, Enero Editorial publicó su libro "Instrucciones de cuidado" y ese mismo año el Fondo Nacional de las Artes le otorgó la beca creación por su novela "La caja amarilla".
(*) Santiago Craig es escritor, autor de obras como "El enemigo" (2010), "Los juegos" (2012), "Las tormentas" (2017), "27 maneras de enamorarse" (2018), "Castillos" (2020), "Animales" (2021) y "Vida en Marta" (2024). Dicta talleres de escritura y publica en distintos medios.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.