Estimado señor presidente, Javier Milei. Como lo manifesté en anterior misiva, lo concretado con los índices de la inflación está funcionando. El plan macro que está llevando adelante tiene su valor, pero le falta un plan micro, que evidentemente no está dentro de vuestro real entender y saber, y eso atañe al pueblo, al ciudadano de a pie.
El poder adquisitivo de los asalariados se encuentra totalmente deprimido en relación a dos o tres años atrás.
Para la economía familiar, el termómetro es el supermercado y es totalmente falso que no aumentan los precios y costos. Por otra parte, como realidad paralela están los salarios, que no se pueden aumentar como corresponde por cuanto se insiste en que sería inflacionario, por lo que esto afecta al poder adquisitivo.
Su administración asegura que va a bajar los impuestos, pero lo que hizo no hace a la economía diaria, porque un celular –por ejemplo- no se come.
Hay 165 impuestos nacionales, provinciales y municipales (en este caso, tasas), lo que –insisto con esto desde hace años- es como que se busca que todos los ciudadanos o la mayoría de ellos trabajen en "negro", para evitar tantos descuentos y gravámenes.
Por eso hay una toda una organización de la economía de la calle y una precarización de los ingresos, rayana a la corrupción, que la ex AFIP (ahora ARCA) no detecta.
Usted tiene su política, a la denomina "liberal", pero termina de algún modo siendo "estatista", porque todo el aporte impositivo termina en Buenos Aires, es decir en un Gobierno Nacional que es "unitario". Y no los es desde ahora, los es desde 1810. No sea soberbio como gobernante; mire lo que pasa en los países limítrofes la economía que sustentan.
Hasta ahora ha demostrado una predisposición a requerir préstamos al FMI, cuando el pueblo hace sacrificios sin créditos. Baje los impuestos en serio, que va a recibir más aportes que ahora. Y si con eso no le alcanza, que el Estado haga lo que hace el pueblo: vivir con lo justo, aprender a cuidar y vivir la diaria. Ser austeros no es un pecado, es una virtud.
Gran parte de la dirigencia que tiene que conducirnos vive permanentemente haciendo política partidista eleccionaria y por ende no asume su labor y sus responsabilidades como corresponde. Parece que están en un ring y se dejan llevar por los simpatizantes de la corrupción, quedando el país en el medio de dos facciones, haciéndole un flaco favor a nuestra Patria.
El lema, su lema, debería ser "Producir y dar trabajo". Eso es desarrollismo: implica no explotar al que produce. Yo a usted lo elegí y lo voté; no deje que lo distraigan con la politiquería y entienda que su responsabilidad es una sola: la Patria.