Las cosas por su nombre. ¿Qué pasaría si, en el contexto de una situación distópica o hipotética, los paraguayos del límite recordaran los eventos de la guerra contra el Paraguay (1864-1870), reclamaran a Corrientes como suya y comenzaran una guerra de guerrillas para "reconquistarla"? La sociedad argentina está marcada por la experiencia de una guerra no deseada, la de Malvinas, donde hubo casi 700 muertos y 1.000 heridos. La distancia de las islas Malvinas al continente es de 600 kilómetros; la guerra fue en un marco acotado y la población no la sufrió en forma directa. Nadie tuvo que ser evacuado de su ciudad, a nadie lo masacraron, quemaron, violaron, robaron, le tiraron misiles antitanques a la casa o granadas. Nadie tuvo que correr al refugio durante cuatro meses como ocurre hoy en día en las zonas aledañas a la Franja de Gaza o en el norte de Israel.
La sensación de pertenencia y el amor al terruño, como suele decirse, es muy grande. El israelí promedio, varones y mujeres, que se haya enrolado en el Ejército y haya realizado su "aporte a la patria", posee un consenso de aceptabilidad alto en todos los estratos de la sociedad. Téngase en cuenta la cantidad de guerras que Israel como Estado ha sufrido a lo largo de sus más de setenta y cinco años de constitución (1948). Sumemos la necesidad de fuerzas de seguridad en la confrontación permanente en diversas zonas del país, los territorios de Cisjordania, los límites, Jerusalén, la seguridad interna, etc.
El presente conflicto ha exacerbado la postura por la defensa de "la casa", como se publicita desde el gobierno. La caída de los paradigmas que un gran sector de la población pregonaba, con una resolución pacífica y consensuada con los vecinos árabes locales tambalean. Los acontecimientos del 7 de octubre de 2023 han sido como un balde de agua helada sobre aquellos que pretendían caminos moderados para la solución. La leña en el fuego la suma el mito de la Gran Arabia en estas tierras, y la formación de un Estado desde el río al mar es el sustrato real que mueve a todas las acciones tanto del Hamás en Gaza como a la población de Cisjordania.
¡Hay que gritarlo a todas voces: son educados y adoctrinados desde la más "tierna" infancia con los conceptos antes vertidos! Los israelíes no están dispuestos a perder "los laureles, que supieron conseguir", luego de varias generaciones de esfuerzo y de absoluta dedicación, con logros concretos reconocidos a nivel mundial. Un "paisito" más chico que el corazón de argentina, Tucumán. El último logro, en el marco de la calamidad que implica esta guerra, es el rescate heroico (superando tal vez las hazañas de Rambo en sus mejores momentos), de dos ciudadanos argentino-israelíes que estuvieron secuestrados por los terroristas más de 130 días. Literalmente, los sacaron de las manos del Hamás en una acción combinada de varias fuerzas especiales.
Esta puntual acción no significa que a futuro puedan realizarse otras acciones similares, dado que lo que se está comenzando a planificar contra el Hamás es en una zona que hoy es la mayor concentración poblacional del mundo (1.500.000 personas, además de las milicias extremistas por debajo), en la zona de Rafia (o Rafah), en el límite con Egipto. Las próximas horas irán definiendo los vericuetos de esta madeja infinita y todos deseamos ver la luz al final del túnel, por lo pronto, la luz, está apagada.
(*) Profesor de Educación Física santafesino, vive en Israel desde el año 2002.
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