Carlos Mario Peisojovich (El peiso)
Carlos Mario Peisojovich (El peiso)
Cuenta el mito, ya leyenda urbana, contada por propia palabra dicen algunos, que de un sueño narcótico que lo tenía como principal víctima a Charly García, surgió el tema “No bombardeen Buenos Aires”. Charly en aquellos días posguerra de Malvinas, se despegaba del emblemático grupo “Serú Girán” y arrancaba con su carrera solista allá por el año 82º con su primer disco “Yendo de la cama al Living”, empapado del pasado pesado de la dictadura que dejaba atrás y fortalecido por el presente que auguraba aires de cambio estructural, algunas de sus letras dejaban entrever, siempre como eje el de sus trabajos artísticos, toda una producción cultural que estaba embebida por el contexto social y económico de aquel momento. La verdad que desconozco si la historia de su pesadilla fue real o no, pero cuenta la historia, siempre en el plano mítico, que escuchaba bombas y que se tiró debajo del sofá, quizás yendo de la cama al living para refugiarse de dicho bombardeo que lo tenía como protagonista único de semejante ataque. Quizás su sueño estaba atado al clima de paranoia que existía por la dictadura y particularmente por la guerra de Malvinas.
Todo esto, ya lo he contado, lo viví de cerca estando muy lejos, llevaba casi una década viviendo en España, y lo viví con una intensa angustia aquella irresponsabilidad que llevó a nuestros pibes a disputar una guerra que desde todo punto de vista era desventajosa. Es que todo tiene que ver con todo... y mis “Peisadillas” hoy son una bomba, ni de papas ni de cremas, son bombas de agua, de bombitas, esas que pegan sin doler, que mojan sin herir. Mucho se habló ésta semana de bombas. Pero si mi cabeza loca me deja ordenar las ideas, voy a bombardearles de la información que nos bombardeó en las pasadas semanas. En los últimos meses se hablaba de la bomba económica, de cómo desactivarlas y de qué planes se utilizarían, todo esto fue acompañado de una troupe de economistas avezados en deudas y números, circunscriptos a alguna idea económica que usaban de muletilla, los de la izquierda, los de la derecha, y los del centro, no se cansaban de repetir lo que hace cuatro años vienen diciendo. Quiero hacer un apartado: muchachos, afinen el lápiz, porque nadie le pegó nunca un número, y estamos hablando de que la matemática es exacta, y exactamente lo que dijeron e hicieron, fue todo lo contrario, está bien, no es solamente la ciencia de los números, estamos hablando de economía y con razón me dirán que existen muchas variables, internas como externas, que van modificando lo establecido o lo que era deducible, pero bueno, es lo que el gato nos legó, y hasta pareciera ser que fue allá lejos y hace tiempo, pero no, recién pasó un mes en que la dupla F.F. pasó a ser parte de la gobernabilidad, y que todo el ejercito de C.E.O.S que nos estuvieron gobernando hasta el 10/12 se fueron cabizbajos hasta las playas del Este del vecino país Oriental. Bonos de por medio, aumentos salariales en dos cuotas, cuotas congeladas a los jubilados que se endeudaron, bonos navideños y tarjetas para combatir la pobreza, aumentos frenados, precios cuidados, servicios congelados, impuestos acalorados, son las desactivaciones de “Los Fernández”, que al menos dicen, será por tres meses, después se verá.
Y las fiestas pasaron, sin explosiones ni “cuetes”, sin bombas de estruendo, pero apenas pasados unos días del 2020, una bomba guiada mató a un alto jefe del ejército iraní, esa vieja costumbre que tienen los Estados unidos de mantener la paz a los tiros, siendo los adalides de la paz, la libertad y la justicia, se arrogan el derecho de hacer lo que quieren, ese grandísimo H. de P. (hijo del Pato) que es Donald Trump pone su grandísima cara de rubio natural y peinado “yankilandés” diciendo que “All is well”, pero no todo está bien “Trumpito”, el mundo gira por el petróleo, y el dedito que señaló la muerte del alto militar iraní les puso el dedito en el pocito petrolero que es la zona donde provocaron la reacción de los iraníes, tan dispuestos a odiar al imperio americano, y en la que en éstos aciagos días no se saben en que terminarán.
Mientras los E.E.U.U. intentan hacer la guerra, Evo Morales intenta recuperar La Paz y la Argentina intenta firmar la paz con el F.M.I. No se sabe a ciencia cierta de que tratarán los tratados, pero ellos tratan, destratando a las clases medias y altas, y los altos mandos mandan soluciones a las clases bajas.
¿Irán a solucionar las cosas?, ¿vendrán los verdes dólares que tantos dolores de bolsillo causan a nuestra tan singular economía argenta? Esto y mucho más, no se develarán en la próxima “Peisadilla”. Pero sigamos soñando. Nadie nos quitará ese derecho. Aunque estemos torcidos.