Lo ideal, en realidad, era imposible: que la semana no hubiese empezado. La familia ensamblada fue obligada a la reunión dominical. Es rara la familia rosarina. Realmente raro el ensamble. Todos nos negamos al ensamble, al "rejunte", pero este domingo fue inevitable. Se necesitaba. En fin… diciembre llegó con una novedad no tan "novedosa" pero, entiendo, definitiva: la fiesta de la familia ensamblada. No sólo la del partido de fútbol, la de varios frentes también.
Tiempo de fotos. Muchas fotos. Se podría hacer un álbum… y serían fotos verdaderas de una situación mentirosa. Personalidades de las que me alejaría, como algunos gobernadores cuasi feudales, como también dispararía de senadores procesados por supuesta violación (ay, ay, ay estas sororas que en algunos casos se enojan rápido y en otras olvidan demasiado), también de diputados multiprocesados, sumados a verdaderos laburantes de la gestión pública reunidos, durante toda la semana, en las fiestas, las fotos de la familia ensamblada.
En la oooootra vereda, el peronismo reconstituido para el vals de los 15, el casamiento o, si lo prefiere, la fiesta de los 75 años. Todos en la foto y, perdón por la metáfora, todos cerca de la Torta de la Fiesta. Con y sin condena, con y sin advertencia ("no seré candidata a nada", pero a perder el bastón de mando no mi estimado, porque para eso no se precisa candidatura). La oposición igual. Demasiadas fotos y sonrisas para una unión que no es -todavía- la de José Hernández ("tengan unión verdadera")
Diciembre arrancó con una canción extranjera que traducida llevaría este título: "Todos juntos ahora". La familia ensamblada arrancó una fiesta con todo: mostacilla, fuegos de artificio, confites y regalitos para los infantojuveniles. Se sienten dueños de la provincia… y de la ciudad sureña. Javkin va con su relato a cuestas y el ABL sin resolver. No es el único.
Nunca, como en estos últimos días, se ha visto que el presente es eterno, que complica el pasado y anula el porvenir. CFK procesada y condenada, en un diciembre con la Virgen, el Mundial y la condena convertida en fiesta. Una condena no quita poder ni influencias. Perón estuvo dieciocho años proscripto y en el exilio.
Vivir un presente sin recambio pone los mismos títulos y las mismas personas en las mismas páginas, los mismos noticieros y los mismos retuits en las redes. Ya es una constante en los políticos, los actores políticos de primera categoría y en el periodismo, en rigor en lo que somos: los actores políticos de segunda categoría, ya es una constante -se repite- la escritura y re escritura permanente del pasado.
Se sabe que toda traducción es una traición, pero le hemos agregado que toda re escritura es una invención. Estamos re inventando la obra pública y los sobreprecios… y el destinatario de las diferencias. Como el éxito deportivo, que se dificulta y si, además, se lo explica una vez con la épica del relato político, una vez terminado se convierte en una re escritura teórica de una realidad… práctica fantasiosa, miserable. No es eso. Quieren eso.
Queremos traducirnos y tropezamos con nuestras propias invenciones. Queremos re inventarnos y fracasamos. Deberíamos aprender que la imposibilidad existe, aunque se quiera sobornar el dogma. Habíamos re escrito la cuenta regresiva para el Mundial de Fútbol de Qatar y re significamos la espera como argumento pasatista de una política alocada y sin destino que, parece chiste, anunció que dependería -el humor popular- del resultado del Mundial.
Ya terminó, no hay re escritura posible ni vivir del relato que viene porque en esta oportunidad, con el mundo por testigo, verdaderamente sucedió. La teoría dio paso a la práctica y el fin de la película apareció en los carteles. Se teorizaba sin pudor. Y le metimos velocidad a los DNU sin pudor. Festejamos los tres años de fracasos de los Fernández y el pueblo quiere saber de qué se trata. ¿Por qué no habrá fracaso económico social con copa o sin copa? Este es el día de esta semana para la pregunta.
No es un disparate el éxito como droga alucinógena, la película "Good Bye, Lenin" demuestra cómo aquel mundial que ganaron los alemanes justo sobre la unificación -las dos Alemanias convertidas en una, Caída del Muro mediante- tuvo, en esa bandera triunfadora por las calles, una sola esperanza alemana, un corazón emocionado que perdonaba casi todo. Alta política. Teníamos que perder los "sudacas", nosotros. Alta política tras el grito de gol. Vean la película.
La vida política y Messi, qué difícil sumatoria pero parece que será así y debemos reconocerlo. El primer plazo nacional era Qatar. Listo. Terminado. A otras cosas, mariposas. La iconografía está requerida a toda máquina. Las muertes de Perón (1 de julio) y de Eva Perón (26 de julio) no alcanzan. Los fastos de octubre agotados. CFK en Tribunales ennegrece. La condena no la quita del medio, ya lo hemos escrito, pero no es lo mismo que con todos los millones (de aplausos) disponibles.
Las metas inflacionarias. Las visitas de los auditores de organismos internacionales de crédito de quienes dependemos en nuestra economía. La relación/distorsión y dependencia que deviene de Argentina Distrito Electoral Único (unitarismo en estado de máxima pureza).
Los subsidios, las coparticipaciones, los viejos y queridos DNU y el Ministerio Aglutinador (que aglutina) y que la fiesta ensamblada mostró que era eso: una fiesta que sucedió porque somos los mismos pero arrancamos de nuevo. El mismo jabón para lavar la misma cara. Aparece cierta congoja, se comprende.
Se revisó todo. Los mensajes de los protagonistas de la política socioeconómica general y particular, sus inocultables entrecruzamientos familiares. El análisis no es positivo. Es imposible que el juicio a CFK y su familia como solidarios responsables no sea parte del juego. Las razones del expediente por un lado, las razones de Estado por el otro. Lo que pensamos los comunes sobre el robo, el soborno y el enriquecimiento a expensas del Estado y sin excusas, por otro…Y el mundial. Uff.
Le agregamos, en una seguidilla que agobia e impide respirar sin sobresaltos, los avances de las adicciones definidas/ permitidas/ consentidas/ auspiciadas en el narcomenudeo que pasa a mayores, la corrupción como novela manuscrita con manuscritos perdidos, perdidos y fotografiados y nombres y fechas y detalles de un ayer que no quiere retirarse. Se queda.
Se anuncia el re estreno de "Los Cuadernos de Centeno o las fotocopias como arma de guerra". El dólar como un eje tan inatajable que semeja una deidad y acaso lo sea. La lluvia y la sequía como las causas de los fracasos. Vamos para, al menos, 6 a 7 dólares diferentes. Parece demasiado, es demasiado. Somos tan locos que hacemos una "canasta de monedas", con una sola moneda.
Hay una Peste Mundial que no se fue y una guerra lejana pero de altísima incidencia (Rusia-Ucrania). Todo en mitad del mantel de la fiesta, como adornos, como centros de mesa. En la fiesta ensamblada que indicó el "vamos de nuevo todos juntos ahora" omitimos la historia y cerramos la memoria.
Paremos un minuto, un solo minuto. "Time out" pero poquito. Borges, que no quiere explicar lo que escribió, ante un pedido de síntesis intenta aclarar una de sus más bellas historias que, como toda su obra, creció interpelando el tiempo como destino y la realidad como una imaginación equívoca. Y de ése modo define, en 1941, cuando lo escribió, nuestro presente nacional, tal parece que nosotros somos esto que explica Jorge Luis. Probemos, don Jorge: ¿Qué es la fiesta de la familia ensamblada?
"El jardín de senderos que se bifurcan" es una imagen incompleta, pero no falsa, del universo tal como lo concebía Ts'ui Pên. A diferencia de Newton y de Schopenhauer, no creía en un tiempo uniforme, absoluto. Creía en infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos.
"Esa trama de tiempos que se aproximan, se bifurcan, se cortan o que secularmente se ignoran, abarca todas la posibilidades". Gracias don Jorge. No debe aclararse nada más. Divergentes, convergentes, los diversos tipos de peronismos (¡Ejem!... y antiperonismos) son ese jardín del que habla el escritor. Todos en la fiesta. Es un momento en la serie de infinitos tiempos que vivimos. Vivimos en mitad de eso, de la fiesta ensamblada.
Argentina se bifurca para multiplicar el yerro. Acaban de agregarle la ineptitud. Fernández fue/es la exasperación del equívoco. Massa debe enfrentar eso. Los tiempos de la corrupción abarcan todas las posibilidades. La ineptitud no es incompatible con el robo. El pecado es acogedor. Massa debe enfrentar eso. Argentina precisa que todos los que están en la fiesta se quieran bien… y no haya nadie fuera, con la ñata junto al vidrio. Definiría si "ensamble" es rejunte o esperanza.