Por Susana Merke


Por Susana Merke
"Escribir es un oficio solitario. Para leer nos aislamos del mundo. Pero, de forma inesperada, la suma de esas soledades y esos aislamientos crea una poderosa comunidad. Nos unen hebras de creatividad, Gracias a quienes, al leer inventáis mundos". Irene Vallejo
La solitaria tarea que emprendió María del Pilar Rodríguez creando textos y enhebrando hilachas de su vida, con sus recuerdos y las presencias que aún la asisten, generó una sucesión de relatos. Su escritura la transformó en una tejedora implacable para que su tejido de entramado preciso viera la luz. Recorre la niñez con imágenes ingenuas que cobran vida y nos obligan a retroceder en la intimidad, para asociarlas a hechos vividos que pasaron desapercibidos. Cada palabra es un aprendizaje constante que compromete al lector activo, y que ella generosamente nos regala con esa escritura simple y sencilla, donde nunca abandona la poesía, moviliza las fibras interiores y suman fuerza al recorrer las páginas.

"Después del sol", publicado por Editorial CG (2023), es un libro íntegro, donde la narrativa muestra la necesidad de compartir con amigos y lectores fieles sus expresiones literarias ricas en metáforas e imágenes. El compartir exige hacerse cómplice de extrañas miradas que abren puertas a la imaginación negada o despiertan experiencias adormecidas. La organización del libro nos permite acompañar en "Ni tan locos ni tan bajitos" las vivencias de la escuela primaria, la presencia de compañeros con rasgos particulares, que muestran esa niñez de inocencias, juegos y crudas verdades. Relatos que producen sonrisas y añoranzas donde el humor no está ausente para poblar nuestra infancia de recuerdos.
En "Las unas y los otros" recorre otra etapa de su vida y allí retoma personajes familiares con historias que merecen ser recuperadas. En cada texto está presente su abuela madraza, la llegada del abuelo a la Argentina con su ideología más viva que nunca; huir no fue olvidar, fue sostener y hacer crecer sus ideales. La autora siente el compromiso de dar a conocer ese testimonio construyendo la América santafesina. No olvida recurrir a los amores ausentes, los que no pudieron perpetuarse, los viajes, sus padres con dichas y desdichas, todo narrado en ese profundo tono poético que tiene internalizado y que torna la lectura en un viaje de placer.
Escribir prosa implica escribir textos poéticos, donde la musicalidad unida a las imágenes genera en los relatos la necesidad de recorrer las páginas con un doble placer: leer y disfrutar. Todos podemos escribir, pero sólo algunos escriben Literatura con mayúsculas, y María del Pilar tiene esa magia innata en su estirpe de mujer culta y elegante como lo es cuando selecciona con rigurosidad cada palabra para que ocupe el lugar exacto en el texto.
"Los que tomamos el té" es el cierre merecido del libro y con un relato breve y conciso "Bitácora de otoño", que es un poema narrativo donde juegan y se entrelazan los recursos estilísticos para dejar entreabierta esa pequeña ventana, que ella sabe que con la última luna de otoño regresarán "las sombras de los amores traicionados (…) la memoria que tropezó con el escalón del último olvido". Las palabras no son suficientes para reproducir la interpelación a la que es sometida en ese juego entre pasado y presente, todo sumado al diálogo íntimo al que se obliga dar respuesta como mujer-escritora.
Hice referencia a que es un libro íntegro y esto implica el original diseño de tapa con un cuadro de Edward Hopper, "El sol de la mañana", escogido por su sencillez y el profundo contenido que encierra al que la autora le dedica el primer relato del libro: "Demos gracias". El amable prólogo de Silvia Beltrán, a su vez, nos invita a ingresar al mundo de María del Pilar y con la mayor sagacidad lo nombra "libro-sendero, libro-tránsito… como todo en la infancia, la experiencia se adelanta al concepto". También sostiene que "con el avance de los cuentos… todo se ha puesto más reflexivo, más maduro, más condescendiente y la sutileza, ganando batallas".
La vida convertida en palabras que dicen, cuentan, recuerdan se desdramatiza y logra desacralizar la historia ancestral, lo repentino, la incertidumbre. Todo lo percibido en la lectura merece una biografía como si se tratara de un autorretrato que nos permite conocer a la verdadera mujer, madre, esposa y escritora que vive sufre y goza de la vida. Para cerrar, Germán Bartizzaghi se encarga de la contratapa del libro donde la nostalgia de lugares que la vida siempre atrapa como refugio, expone un comentario que estimula a tomar un ejemplar en las manos, aferrarse a él porque en él estamos todos los dispuestos a regresar a los años olvidados de nuestra existencia. Solo hay que atreverse a seguir los pasos de la autora.
María del Pilar Rodríguez nació y vive en Santa Fe. Le gustan los trenes, los acantilados del cantábrico y las abadías. Perfuma la cocina con canela y vainilla. Algunos días la iluminan soles que reposan. Otros, la oscuridad borra horizontes. Entonces se refugia en el sueño a la espera de milagros. Ni bella ni bestia. Ni necia ni astuta. Da hospitalidad a búhos, a perros innominados y a quien le pida una sopa de arroz en las noches de invierno. Es generosa, pero no comparte el chocolate, ni el cabernet sauvignon, ni los libros del viejo Sandor. Defiende su derecho a ser la última en llegar. Mientras tanto, escribe…
Egresada de la Escuela Nacional de Comercio Juan del Pino de Rivadavia, posteriormente cursó Bibliotecología en el Instituto Nº 12 de Santa Fe. Diplomada en Humanidades de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la UNL, también tiene estudios de inglés, italiano y francés. Cofundadora, en el año 1998 del grupo literario Temps era Temps y del Fondo Editorial Cooperativo Los Juegos del Temps. Como autora individual ha publicado "Soles en reposo" (Editorial Ciudad Gótica, Rosario, 2006); "La última en llegar" (edición de autor, 2011) y "Después del sol" (Editorial Ciudad Gótica, Rosario, 2023).
También supo participar de las siguientes antologías: "Los Juegos del Temps" (en colaboración), Centro de publicaciones UNL (2000); "Últimas nociones de la fe y los buenosaires" (en colaboración), Centro de publicaciones UNL; "Cuentos que hacen el cuento", Fondo Editorial Los Juegos del Temps (2017); "Somos porque decimos", Fondo Editorial Los Juegos de Temps (2019); "El día que guardamos los abrazos", Editorial Thelema, CABA; "Voces y colores de Navidad" ERA (2023); Antologías de la SADE Filial Santa Fe.
A ella también le debemos una traducción del italiano al castellano del comentario de Anna Laura Puliafito (Universidad de Basilea): "Qual saldo, fermo e constante scoglio. Biografía y praxis. Dedicatoria en algunas dedicatorias latinas y en lengua vulgar de Giordano Bruno", Revista El Hilo de la Fábula, UNL, año 2005, Nº 4.
(*) Profesora en Letras UNL, Santa Fe.
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