La expresión del encabezado no es chauvinista, es la prueba de que todos los intentos de destruir Israel en el tiempo, inclusive si nos remontamos a la historia de los judíos antes de 1948 (la que incluye expulsiones, persecuciones y proyectos como el de la "solución final" a cargo del nazismo), han fracasado. Resiliencia. ¿Les dice algo esta palabra? Un conteo aproximado de los conflictos que Israel tuvo que enfrentar desde el año de su creación como Estado libre da la cifra de cuántos misiles Israel recibió hasta el día de hoy: 100.000. Sí, cien mil.
Es una cuenta simple: 1.298 por año; 100 por mes; 3 por día. ¿Les dicen algo esos números? Repito, eso es resiliencia: resistencia y tenacidad. Desde el alto el fuego, como dicen por la calle, "el pescado está sin vender". Todo está por definirse. ¿Hacia dónde nos llevarán los devenires de los acuerdos? ¿Qué sucederá? ¿Quién marcará el ritmo de los acontecimientos futuros? ¿Quién tendrá más influencia? ¿A quién favorece el frágil alto el fuego? Todos sufren, el poder sobrevive y los de abajo reciben los palos.
Todas las opciones están servidas. Las más extremas, o las indefinidas, y en lo que nos toca a los deseos del hacedor de la paz (por lo menos es lo que ha prometido en campaña) del señor presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aparenta marcarse un camino que a mí parecer será sinuoso si no se trabaja para desmantelar el régimen de los ayatolás. Lo mismo sucede en el conflicto entre Rusia y Ucrania, porque no hay resultados favorables.
Vuelvo a recalcar que por abajo de la mesa están los acuerdos con las otras potencias hegemónicas. Creo que Estado Unidos recibió carta blanca solo para bombardear el proyecto atómico descabellado de Irán, después que Israel hiciera el trabajo sucio inicial intentando desmantelar el proyecto misilístico y atómico iraní. ¿Habrá sido suficiente? Es la pregunta del millón.
Imagen ilustrativa. Crédito: Amir Cohen/Reuters
En estos días de guerra Israel neutralizó entre el 90 y el 95 por ciento de los envíos iraníes (misiles y drones), pero los que pasaron evidencian el poder destructivo de las armas del enemigo. Seguramente han podido verse imágenes de la magnitud destructiva con cientos de heridos y decenas de muertos. Seguimos en la cadena fatídica, la que comenzó con el coronavirus (por la discontinuidad laboral y educativa durante el encierro) y siguió con las acciones bélicas.
El uso de medicamentos por la presión psicológica ha aumentado el 25 por ciento, mientras que los institutos de recuperación de heridos así como los hospitales sufren una sobrecarga excesiva. En dicho contexto pareciera tener inicio otra guerra fría, en donde las grandes potencias –haciendo alarde de su poderío bélico- intentan disuadir a sus contendientes de que se mantengan al margen y no intenten acciones de agresión o de intromisión en sus zonas de influencia.
La guerra entre Rusia y Ucrania, tan publicitada al fin y al cabo, a partir de una invasión injustificada, responde a la ruptura de los pactos pos guerra mundial. Moscú, al ver amenazados sus límites con la ampliación de la OTAN y el establecimiento de bases misilísticas, reaccionó con su incursión al territorio ucraniano, tras acusar a Kiev de haber roto el acuerdo denominado Protocolo de Minsk (firmado en 2014).
El conflicto en el que Israel opera es diferente: es por la supervivencia. Y nadie nos vendió esto como una suposición, las pruebas están a la vista. Se lucha contra el "Círculo del Mal" organizado por Irán (al que ellos llaman "Círculo de la Resistencia"), contra el potencial armamentístico iraní y contra su proyecto atómico.
Funeral en Bat Yam, Israel, este 30 de junio. Crédito: REUTERS/Ronen Zvulun
El negociador de Trump para Medio Oriente, Steven Witkoff, ha expresado que próximamente se sentarán las bases de un nuevo acuerdo, por lo que hay que recordar sus propias expresiones: "Irán no puede enriquecer uranio bajo ningún concepto, ni desarrollar armas de destrucción masiva" (se refiere al proyecto misilístico). El mundo ha quedado expectante y las poblaciones de varios de los países de la región con gran incertidumbre.
Dentro de ese panorama, hay que destacar que muchas declaraciones no perciben la complejidad del cuadro, relativizando la infiltración de terroristas en todas las esferas de las sociedades implicadas. Al margen de ello, se observa un cambio favorable luego de las acciones realizadas por Israel a partir del ataque del 7 de octubre de 2023. Para la gente de a pie no queda más que esperar con esperanza o sufrir si las decisiones son equivocadas.
(*) Santafesino radicado en Israel desde 2002.
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