Por Mercedes Viola

Reencontrarte fue una sinfonía, mundo cruel

Mundo, crueldad y maravilla, no hay guantes ni desinfectantes que nos puedan proteger de vos y de nuestro destino. Podemos solo viajar con un libro cerrado sobre las piernas, jugando obsesivamente a protejernos de tus sorpresas, funestas o encantadoras que sean, o abrir los brazos y las manos y los ojos y darte el alma, y tomar los trenes que pasan.

Tatiana BrodatchTatiana Brodatch