Luis Eduardo Chizzini Melo
Luis Eduardo Chizzini Melo
Vicepresidente Asociación Cultural Sanmartiniana
El diez de noviembre de 2022, en horas del mediodía, se pudo detener a un individuo que se llevaba en un carrito de supermercado una urna. Se trataba de una pieza histórica, retirada del Atrio de la Catedral Metropolitana de la ciudad de Santa Fe. Gracias a la rápida intervención de una señora que dio aviso, se logró recuperarla. Hace dos años, se robaba la tapa de esta urna la cual debió ser reemplazada por una tapa simple, ya que rehacer la original es complicado y debe buscarse una empresa que prepare el molde y luego fabrique la tapa. En la fotografía se muestran las dos urnas que en 2028 cumplirán su primer siglo de colocadas.
Las mencionadas urnas contienen los restos de dos santafesinos que acompañaron al general José de San Martín durante toda su campaña. En ellas reposan los restos de José María Aguirre y Juan Apóstol Martínez. La que contiene los restos de este último fue vandalizada primero e intentada sustraer el día diez de noviembre del Atrio de la Catedral Metropolitana en pleno centro cívico de la capital provincial. Lo lamentable es el ataque a elementos que marcan una época y contienen los restos de quien ofrendara su vida sirviendo a la Patria en forma destacada. El lugar se mantiene abierto en ciertos horarios porque allí llegan aquellas personas que necesitan recurrir por alimentos, ropa, remedios, o una simple bendición.
En reiteradas oportunidades publicamos artículos referidos a estos prohombres que ofrendaron su vida por la Patria.
Juan Apóstol Martínez, nacido el 10 de junio de 1783 en la provincia de Santa Fe, pero las fuentes discuten si fue en Coronda o en la ciudad de Santa Fe. En 1811 se incorpora como alférez de Artillería a órdenes de Artigas. Participó en las Batallas de Las Piedras, Cerrito, en el Sitio de Montevideo, donde es condecorado con el Escudo de Honor. Luego, ingresa a órdenes de Las Heras en el regimiento n°11 que se agrega al Ejército de los Andes, comandado por el general San Martin. Participa en Chacabuco, Curapaligüe, en Cerrito del Gavilán donde a su solicitud pasa a formar parte de las tropas montadas. De acuerdo al parte firmado por Las Heras, fue distinguido en todas las operaciones.
En el combate de Curampagüe a órdenes del teniente coronel Freyre (también santafesino) fue condecorado con el Escudo "por su participación, destacándose porque con otros oficiales cruza el río a nado bajo fuego de las armas enemigas para continuar el ataque. Luego, participó de los combates de Arauco y en el asalto a Talcahuano, Cancha Rayada y en Maipo. En 1821, en la campaña al Perú recibió el grado de teniente coronel y pide la baja del ejercito del Perú, retornando a Buenos Aires.
Por limitaciones físicas, no puede seguir en caballería. Es designado jefe de la Isla Martin García, se embarca en la escuadra de Brown y participa de los combates de Juncal y de los Pozos, donde asciende a coronel. Se incorpora desacertadamente a las fuerzas de Lavalle, enfrentando a Rosas y López, participando de la derrota de Puente Márquez. Aquí creo que no observó lo enseñado tantas veces por San Martín, metiéndose en luchas entre compatriotas, intentando colocar en Entre Ríos a López Jordán, integrando las fuerzas para apoyar a los revolucionarios del sur de Buenos Aires, donde alcanza el grado de general. Luego fue designado segundo jefe del gobernador Juan Pablo López, se enfrentó con Oribe y Echagüe, pero Martínez fue entregado por su guía, y su antiguo amigo y compañero de batallas en la Banda Orienta, Oribe, lo manda a degollar, colocando su cabeza en una pica, en proximidades de Colastiné.
Sus restos fueron trasladados a Santa Fe, a la Catedral en 1928; en la cañonera Paraná. El destino hizo que una escuela de "La Guardia" n°941 lleve su nombre con mucho orgullo.
Los que nos preocupamos por la historia y los hombres que dieron su vida por nuestro independencia, pedimos a las autoridades políticas y judiciales que sean estrictos al penalizar estos hechos que terminan con símbolos que son imposibles de reponer.
Los actos vandálicos que se vienen produciendo estos últimos años han permitido la sustracción de las placas del monumento al general San Martín. Una de ellas fue construida en 1902 con el material de un cañón que fuera utilizado en la lucha por la independencia. También, esto demuestra un desconocimiento de nuestra historia y del valor de las piezas que son imposible de recobrar. Pedimos a los medios de difusión que colaboren en generar toma de conciencia sobre el valor del patrimonio histórico cultural de la provincia.