El tatengue cerró el año con un logro inolvidable en la Liga Santafesina
Un final perfecto para Unión: presente sólido, futuro promisorio
El Tatengue completó una temporada brillante en la Liga Santafesina de Fútbol, coronando un año que marcó crecimiento, identidad y sentido de pertenencia. La labor de Juan de Olivera como entrenador y la irrupción de jóvenes como Santino Sottocorno fueron claves para alcanzar un título del Clausura que quedará grabado en la memoria del club y de sus hinchas.
Unión de Santa Fe encontró en este 2025 un punto de equilibrio entre trabajo, proyección y resultados. El cierre del año deportivo no podría haber sido mejor: un equipo joven, formado en gran parte en la casa, logró hacerse un lugar en la historia reciente de la Liga Santafesina al conquistar un título que significa mucho más que una copa.
Es la confirmación de un proyecto, la reivindicación del esfuerzo diario y la muestra palpable de que en la Avenida López y Planes se respira fútbol, pero también compromiso y sentido de pertenencia.
Al frente de este proceso aparece Juan de Olivera, un entrenador que conoce como pocos las entrañas del club. Formado en Unión y con una mirada integral del deporte, logró conducir a un grupo de jóvenes a su máximo potencial.
La final frente a Colón de San Justo fue el ejemplo más claro: un equipo que jugó con madurez, solvencia y un respeto deportivo destacado ante un rival que, año tras año, se posiciona entre los más fuertes de la competencia.
Juan de Olivera y Santino Sottocorno, Unión campeón de la Liga Santafesina. Foto: Flavio Raina
Unión, un cierre perfecto y mucho por destacar
“Estos pibes tienen un gran futuro. Están preparados para dar el gran salto. Estos logros, como el campeonato obtenido, dan muestra cabal del sentido de pertenencia por la camiseta de Unión.
El trabajo de Unión sigue siendo integral: buenas personas y buenos jugadores es lo que se logra con el trabajo a diario”, sostuvo De Olivera, convencido de que lo conseguido es apenas un escalón dentro del proyecto mayor que el club impulsa.
Créditos: Manuel Fabatia
La consagración de Unión
La final ante Colón de San Justo no solo significó una consagración, sino también una demostración de carácter. Unión fue superior a un adversario acostumbrado a pelear arriba, con un plantel semi profesional y experiencia en competencias de alto nivel.
Sin embargo, el Tatengue mostró su mejor versión, jugó el partido más completo del año y dejó en claro que la juventud, cuando está respaldada por trabajo y convicción, puede imponerse sin titubeos.
“Creo que fuimos los mejores y lo demostramos durante el campeonato. En la final dimos una muestra de caballerosidad deportiva ante uno de los mejores del torneo. Los pibes se recibieron de jugadores altamente calificados.
Ganamos un partido que para ellos quedará en la memoria y para el hincha de Unión, que esperaba un campeonato en Liga local”, explicó el entrenador, destacando la magnitud del logro y poniendo en valor el esfuerzo colectivo.
Uno de los nombres propios del año es el de Santino Sottocorno. El juvenil oriundo de Gálvez decidió apostar fuerte por Unión y su crecimiento futbolístico fue paralelo al del equipo.
En la final y en los momentos determinantes del torneo mostró personalidad, técnica y un compromiso absoluto con el proyecto.
“Después del triunfo ante Independiente de Santo Tomé sabíamos que el campeonato no se nos podía escapar. Colón de San Justo es un gran equipo, formado para competir incluso en ligas superiores. Nosotros sabíamos que era hora de dar un salto de calidad y lo conseguimos ante uno de los mejores del torneo local.
Unión forma parte de mi vida y le estoy enormemente agradecido a todos”, afirmó Santino, reflejando el espíritu de una camada que promete darle grandes alegrías al club.
El título obtenido no es solo un trofeo para las vitrinas. Representa el crecimiento de un plantel que supo construir su identidad a base de esfuerzo, un cuerpo técnico que creyó siempre en su proyecto y una institución que continúa apostando al desarrollo integral de sus jugadores.
Para Unión, este cierre perfecto es también un punto de partida: el año que viene asoma exigente, con nuevos desafíos y expectativas renovadas.
Por ahora, los pibes disfrutan. Se lo ganaron. Y el hincha Tatengue, que tanto esperó este momento, celebra un campeonato que reafirma que el camino es el correcto: trabajo, humildad, identidad y un futuro que ya empezó a escribirse.