El fútbol formativo de la Liga Santafesina, especialmente Unión, sigue siendo una usina inagotable de talentos y, en ese contexto, el nombre de Nazareno Fazzi empieza a ganar espacio propio.

Tiene 18 años, nació en Álvarez, Santa Fe, y fue una de las figuras del equipo liguista de Unión que se consagró campeón bajo la conducción de Juan De Olivera. Con una historia forjada en el club de su pueblo, debut precoz en Primera y un presente que ilusiona, Nazareno Fazzi transita sus primeros pasos firmes con la rojiblanca, sin perder la humildad ni el entusiasmo por lo que viene.

El fútbol formativo de la Liga Santafesina, especialmente Unión, sigue siendo una usina inagotable de talentos y, en ese contexto, el nombre de Nazareno Fazzi empieza a ganar espacio propio.
Joven, decidido y con una historia que combina sacrificio, pertenencia y oportunidades bien aprovechadas, el pibe de Unión fue una de las grandes apariciones del equipo liguista tatengue que se quedó con el título y dejó una muy buena imagen colectiva a lo largo de la temporada.
Fazzi fue parte de un grupo de jugadores que se destacó por su funcionamiento, su compromiso y su personalidad dentro de la cancha.

Bajo la conducción de Juan De Olivera, el equipo encontró identidad y equilibrio, y en ese engranaje el juvenil nacido en Álvarez aportó regularidad, despliegue y carácter, atributos que no pasan desapercibidos en un proceso formativo que mira tanto el presente como el futuro.
Nazareno nació el 30 de diciembre de 2006 en Álvarez, localidad santafesina ubicada a pocos kilómetros de Rosario. Por apenas dos días no fue categoría 2007, un detalle que suele aparecer en charlas de vestuario pero que no modifica el recorrido de un futbolista que empezó a escribir su historia muy temprano.
Sus primeros pasos los dio en Sportivo Fútbol Club, el club del pueblo, donde se formó íntegramente en divisiones inferiores dentro de la Liga Rosarina.
“Mis primeros pasos como jugador fueron en el club del pueblo, Sportivo Fútbol Club. Ahí hice todas las divisiones inferiores en la Liga Rosarina hasta llegar a la primera de mi club y debutar con 15 años. No me olvido nunca de ese lindo momento”, recuerda Nazareno con una mezcla de orgullo y emoción.
El debut precoz en Primera no fue casualidad: fue el resultado de años de aprendizaje, entrenamientos y una madurez futbolística que lo empujó a dar el salto antes que muchos.
Ese proceso en su club de origen le dio bases sólidas, no sólo desde lo técnico y táctico, sino también desde lo humano. El sentido de pertenencia, el valor del esfuerzo diario y el respeto por la camiseta son aspectos que Fazzi arrastra desde Álvarez y que hoy replica en cada entrenamiento con Unión.
La llegada a Unión y la adaptación
El punto de inflexión en su carrera llegó en agosto de 2023, cuando se concretó su arribo a Unión de Santa Fe. El contacto se dio a través de Miguel Fregenal, quien trabajaba en su club y tenía vínculos con la institución rojiblanca.
“Trabajaba en mi club de Álvarez y tenía gente conocida en Unión. Me llevó a mí y a cuatro chicos más del club a probarnos. Ahí quedé y empecé a disfrutar de lo maravilloso que es Unión”, cuenta el propio Nazareno.
La adaptación no siempre es sencilla para un juvenil que deja su pueblo y se suma a una estructura más grande y exigente, pero Fazzi logró integrarse rápidamente.
El día a día en el predio, la competencia interna y el roce con compañeros de gran proyección lo ayudaron a crecer y a entender qué significa vestir la camiseta de un club con historia y responsabilidad.
En ese camino, el equipo liguista se transformó en un espacio clave para sumar minutos, confianza y rodaje. Allí, Nazareno encontró continuidad y respondió con actuaciones sólidas, siendo parte activa del funcionamiento colectivo y aportando en los momentos importantes del torneo.
El título obtenido en la Liga Santafesina fue un premio al trabajo de todo el grupo y, en lo personal, un hito especial para Fazzi. Festejar un campeonato con Unión, y hacerlo siendo protagonista en el equipo que dirige Juan De Olivera, no es un dato menor. Es una señal clara de que el camino elegido va en la dirección correcta.
Consultado sobre su situación contractual, el juvenil es cauto y realista: “No, no. Yo tendría que firmar en 2026, todos los 2006 esperamos poder firmar el contrato el año que viene”. Sin apuros, con los pies sobre la tierra, Nazareno entiende que cada etapa tiene su tiempo y que lo fundamental es seguir creciendo dentro de la cancha.
Hoy, el pibe de Álvarez disfruta del presente, aprende de cada experiencia y alimenta la ilusión lógica de todo jugador formado en el interior: seguir avanzando, consolidarse y aprovechar cada oportunidad.
El fútbol, como la vida, se construye paso a paso. Y Nazareno Fazzi ya dio varios firmes, con la camiseta de Unión y el respaldo de un título que potencia su sueño. Que sigan los éxitos.