El ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó hoy que "bajo ningún concepto" el Gobierno ingresará en el terreno del ajuste económico y remarcó que la eventual derogación del Impuesto al Cheque recién tendría vigencia a partir del año que viene.
En un informe que brindó ante miembros de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Senado, que duró más de cinco horas y media, Boudou también descartó de plano algunas sugerencias de la oposición de rediseñar el Presupuesto 2010 y ratificó la decisión del Gobierno de pagar los compromisos que vence durante el corriente año con reservas de "libre disponibilidad".
"El uso de reservas para cancelar los vencimientos de la deuda no sólo es razonable, también es beneficioso y esto quedó demostrado en los mercados financieros", señaló Boudou.
Además, el ministro defendió la actitud del Gobierno nacional porque "toma decisiones y no duda".
"Este gobierno no duda. No dudamos con la asignación universal por hijo ni con la movilidad jubilatoria. Tampoco con el cambio competitivo ni con la acumulación de reservas. Nosotros no dudamos. Tomamos decisiones dentro de un contexto internacional favorable porque tenemos un gobierno que toma decisiones", sentenció Boudou.
El ministro agregó que "el no dudar permite que la Argentina vaya avanzando".
Además, el secretario de Programación Económica, Roberto Felletti, informó que las anteriores autoridades del Banco Central habían pronosticado un incremento de diez mil millones de dólares en las reservas para este año.
"Hicimos seis simulaciones, incluyendo el pago de la deuda con reservas, sobre las reservas del Banco Central. En todas hay excedente de reservas. Nosotros no dudamos, hacemos los cálculos y proponemos las medidas", expresó.
El ministro comenzó su informe minutos después de las 11 y finalizó, tras un breve intermedio, a las 16.30 en un debate que contó con algunos contrapuntos con el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, quien le dijo que el uso de reservas para el pago de la deuda "está al filo de la justicia".
Por su parte, Boudou no solo negó las acusaciones del radicalismo, sino que le aseguró que en cuanto al canje de deuda el Estado argentino "no va a pagar comisiones a los bancos de ningún tipo, ni hablar de compensaciones o de trato diferencial".
Asimismo, y tras recordar que, en su momento, se canceló la deuda con el Fondo Monetario Internacional con reservas de libre disponibilidad, el ministro subrayó que el Gobierno "no promoverá políticas macroeconómicas que tengan impacto negativo para la comunidad".
Por otro lado, señaló que la utilización de reservas para garantizar los pagos a acreedores permitirá "ahorrar unos 800 millones de dólares anuales en concepto de intereses".
Además, resaltó la profundización del proyecto político que "a lo largo de estos años acrecentó sus reservas, ya que en el 2003 (cuando asumió el ex presidente Néstor Kirchner) había 8 mil millones en el Banco Central, mientras que en la actualidad superan los 48 mil millones de dólares".
La utilización de reservas para el pago de la deuda "es la opción más inteligente para no tener que bajar recursos destinados a los jubilados o al sector público".
"Cuando se utilizaron reservas para cancelar la deuda con el FMI se tomó el 30 por ciento del total y la totalidad de las reservas de libre disponibilidad y ahora estamos aplicando el 30 por ciento de las reservas excedentes", explicó.
Al respecto, añadió que "con esta medida la Argentina se ahorrará unos 800 millones de dólares anuales en concepto de intereses".
Boudou negó que el año pasado se haya registrado una fuga de capitales "porque no bajaron los reservas", y adjudicó la presión de precios del primer bimestre "al aumento impresionante de la carne".
"Sin tomar las estadísticas del INDEC, sino las del promedio de los institutos provinciales se verifica que fue impresionante el impacto del tema de la carne, ya que el 85 por ciento de los aumentos de precios fue por el rubro alimentos y bebidas y el 70 por ciento por la carne", señaló.
Télam




