Nancy Balza | [email protected]
Convocada por la Cámara de Diputados, la artista plástica rosarina Claudia Raimondo trae a Santa Fe una instalación que recoge sólo algunos casos de hombres y mujeres que buscan su origen. La provincia cuenta con una ley de Identidad. Más de 250 presentaciones en la Secretaría de Derechos Humanos.
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Graciela, de Rosario; Horacio, de Santa Fe; Jorgelina, de Chaco; Estela, de Buenos Aires; Alejandra, de Córdoba, son algunos de los 89 nombres que integran la muestra “De esto no se habla” de la artista rosarina Claudia Raimondo que busca concientizar sobre la búsqueda de la identidad biológica. El rostro de Raimondo también integra la muestra desde una de las batitas que cuelga de una red desplegada en lo alto del hall de la Legislatura provincial.
Allí se habilitará la exposición este miércoles a las 18.30, a partir de la invitación del presidente de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti y la diputada provincial Alicia Gutiérrez, impulsora de la ley de identidad que obtuvo a fin del año pasado sanción definitiva y quedó promulgada con el número 13.725.
Una paciente tarea es la que emprendió Raimondo el lunes, desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la tarde, para montar la muestra con los paneles que resumen la historia de cada uno de los 89 buscadores que la integran, y las batitas blancas con los rostros estampados. Batitas como las que visten a los bebés recién nacidos, “porque fuimos todos tan chiquitos cuando se vulneraron nuestros derechos”. También hay algunas prendas “en blanco”, sin rostros ni nombres estampados, que representan a aquellas personas que todavía desconocen que fueron apropiadas. Fue una tarea paciente como su propia búsqueda que se inició el 25 de noviembre de 2000 cuando, a los 38 años supo, de boca de su madre de crianza, que a mediados de abril de 1962 la fue a buscar a un hospital de la provincia de Buenos Aires donde fue entregada en la puerta misma del edificio por una monja dominica.
Estas 89 batitas están lejos de contener todas las historias: algunas más están en proceso para una próxima muestra, y sólo en la provincia se presentaron al registro que funciona en la Secretaría de Derechos Humanos unas 260 personas que buscan su identidad. Más de 1000 se presentaron ante el organismo nacional y la presunción es que son muchos y muchas más quienes sospechan o saben que no pertenecen a la familia que los crió.
“Mucha gente, por tapar a sus papás de crianza y no contar que cometieron el delito de anotar un hijo con un certificado falso, terminan ellos mismos sintiendo una vergüenza ajena y no comienzan la búsqueda”, dice Raimondo.
- ¿Por eso son las batitas en blanco?
- Son por las personas que no saben que fueron apropiadas y quizás nunca lo sepan porque el pacto de silencio que se tejió alrededor es tan fuerte que a lo mejor nunca lleguen a enterarse. Si preguntás, en todas las familias siempre hay alguien que conoce un caso, pero esa persona no lo sabe, como yo hasta los 38 años. Y yo preguntaba ¿las familias del barrio lo sabían? Sí. ¿El panadero que estaba enfrente de casa lo sabía? Sí. Hay gente que no tiene nada que ver con vos pero conoce tu origen, o tu falta de origen, y vos lo desconocés. Ese es nuestro gran enojo al principio con nuestros papás, porque nos quitaron la posibilidad de ir creciendo y madurándolo. Cuando te enterás y ves que hay muchos casos de robos de bebés te preguntás cómo habrá sido, ¿me entregaron de buena voluntad?, ¿a mi madre biológica le mintieron, le dijeron que yo había nacido muerta como tantos casos de mamás que buscan? Surge la necesidad de querer saber.
- ¿Cuánto llegaste a saber?
- Llegué a saber que me entregó una monja en la puerta del hospital Eva Perón en la provincia de Buenos Aires. Por el motivo que fuera, esa monja ayudaba a las mamás que no podían quedarse con sus hijos y entregaba el bebé -como me dijeron las otras monjas con las que hablé- “a una familia como Dios manda, casada, que tuviera la posibilidad de dar todo lo económico que la otra mamá quizás no podía”. A lo mejor era una excusa, andá a saber si las monjas no presionaban viendo a una mamá soltera, porque una de ellas me dijo: “Vos hubieras sido una bastarda”. Yo no podía creer que quizás se la presionó a mi madre biológica porque su hija iba a ser señalada y me perdí la posibilidad de crecer en mi familia de origen. ¿Con qué agumentaciones de poder sobre alguien indefenso quizás se jugó mi destino en manos de una cosmovisión de aquel momento? La monja con la que hablé también me dijo: “Hoy ya no sería así y te pido perdón porque quizás nos equivocamos”.
- ¿Está tu rostro en una de las batitas?
- Si, es ésta (la señala). Ves que pongo que hubo una monja como intermediaria.
- Sos artista plástica desde antes de los 38 años.
- Desde los 6 años que empecé con un bollo de arcilla en mis manos. Mi mamá de crianza tenía un taller de arte para niños y crecí haciendo arte. Al principio empecé a trabajar el tema de la identidad con huevos y trataba el tema del origen de manera indirecta hasta que decidí hacerlo visible, tal como lo siento y buscando la forma de concientizar.
- ¿Cuanto hace que empezaste a trabajar en este proyecto?
- Lo escribí en 2015, y en 2016 lo presenté en un congreso de Derechos Humanos que se hacía en la Facultad de Humanidades y Artes (de Rosario) donde pedían obras de identidad y memoria. Siempre que hablan en esos términos se refieren al período de lesa humanidad. Tuve que decir: esto es identidad y es memoria, porque es traer a la memoria colectiva un problema que todavía no se ha dado a la luz. Lo llamé “De esto no se habla” porque de los desaparecidos y de los nietos sí se habla. Pero si hay más de 3 millones buscando su identidad en el país quiere decir que hubo 6 millones de papás que llevaron un certificado falso a un Registro Civil y hubo 12 millones de abuelos que lo consintieron. Es decir que hay 18 millones de personas en la Argentina que por nosotros hicieron el pacto de silencio y de esto no se habló. Por eso también es que si un niño era apropiado en la dictadura no llamaba la atención, porque esa práctica ya existía. Hay gente de más de 70 años en esta muestra, o sea que se viene haciendo desde todas las épocas.
La muestra
“De esto no se habla”, de Claudia Raimondo, quedará inaugurada el miércoles a las 18.30 y permanecerá abierta al público en el hall de la Legislatura santafesina (General López 3055) hasta el próximo viernes. La actividad es organizada por el presidente de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti, y la diputada provincial Alicia Gutiérrez.
Cada rostro, una historia
Las 89 batitas blancas cuelgan de una red que simboliza el entramado de entrega, de tráfico, de pase de mano en mano, de un tejido armado y consolidado. “Algunas veces no hay plata de por medio, pero sí un entramado que se teje para cambiar el lugar del niño a otra familia”, dice Raimondo aunque aclara que “muchos de los que están acá fueron vendidos”. Y hay otras historias, como las de mamás de crianza que fingieron su embarazo entero.
La muestra ya visitó varios lugares y, después de Santa Fe, la esperan La Rioja y Neuquén. Este año estuvo colgada en Rosario, en varias secretarías de Buenos Aires y en Mendoza, “siempre en espacios públicos para que los funcionarios empiecen a trabajar o porque una ONG la está pidiendo”. Como en La Rioja, donde viajará a solicitud de una diputada que quiere impulsar un proyecto de ley.
Como se dijo, en Santa Fe la invitación fue promovida por Bonfatti y Gutiérrez, quien impulsó la sanción de la norma que está en etapa de reglamentación. “Santa Fe es la única provincia que tiene ley de identidad, y la nuestra es la única secretaría que hace búsquedas en este sentido”, destacó Raimondo, aunque consideró que es necesario “cerrar el tema para que esté completo: tiene que estar la ley con las pautas a seguir para tener la seguridad de que su aplicación no va a depender del funcionario de turno”.
- ¿Seguís buscando tu origen?
- Sigo por etapas. En 2015 hice un ADN que dio negativo con una señora que había parido en el mismo hospital donde nací y el mismo día. Fue duro ver el resultado negativo y la desesperanza en el otro. Cuando uno busca moviliza un montón de cosas en otras personas, porque así como busco mi identidad, hay mamás que buscan a sus hijos. Esa señora tenía 83 años y le abrí la duda. Hasta acá llego y si se presenta otra pista seguiré buscando.
En todos nosotros la búsqueda va y vuelve, hay épocas de necesidad en que no es un tema fácil de sacar de la cabeza. Porque si todos los seres humanos tenemos preguntas existenciales, sumale que te enteraste que no naciste en la familia que te crió. Cuando me hice activista en este tema, conocí tantas historias fuertes y feas, y pienso: a lo mejor simplemente soy la hija de una persona que no podía tenerme y me entregó a una religiosa que estaba en el hospital cuando se iba a hacer los controles. Esa sería una historia tranquila, la mejor de las historias porque mi mamá fue valiente, me tuvo y le pidió a una monja que me encontrara una buena familia. Después...
La muestra
“De esto no se habla”, de Claudia Raimondo, quedará inaugurada el miércoles a las 18.30 y permanecerá abierta al público en el hall de la Legislatura santafesina (General López 3055) hasta el próximo viernes. La actividad es organizada por el presidente de la Cámara de Diputados Antonio Bonfatti, y la diputada provincial Alicia Gutiérrez.