¿Alguien podría oponerse a que los bomberos voluntarios obtengan de manera gratuita su licencia de conducir? Más allá de la obvia respuesta, en la Cámara de Senadores sucede algo curioso, que bien describe la paralización de la actividad legislativa en lo que va del año electoral. Ese mínimo reconocimiento para quienes arriesgan sus vidas por los demás, extrañamente figura en los dos cuadernillos que quedaron sin tratar, al caerse este jueves 24, la sesión ordinaria de la Cámara alta por decisión de los jefes de bloques (mientras se hacía más extensa de lo previsto la Asamblea Legislativa).
La insólita repetición tiene cómo ser explicada: la iniciativa es de la diputada radical Georgina Orciani y quien lea la frustrada agenda del Senado (los dos cuadernillos) verá que su idea está, para la misma sesión, tanto preparada para ser sancionada como ley entre los expedientes con media sanción como la Preferencia, como recién ingresada en los Asuntos Entrados. Obviamente con números diferentes.
En realidad, se trata de una insistencia de la Cámara de Diputados que al ver que había perdido estado parlamentario el primer proyecto (que recibiera media sanción en 2022) el pasado 4 de agosto hizo lo mismo con otro, nuevo e idéntico. Solo que como el Senado no ha vuelto a reunirse desde entonces no pudo aún pasar al archivo al que tenía la consideración preferencial y no se había tratado.
En otras palabras, en el Senado aún no había muerto por falta de interés (y de sesiones) el 46270 CD cuando ya nacía el 49566 CD para su consideración. A esta altura, ya es casi una paradoja temporal propia de la ciencia ficción. Para la técnica legislativa es como lo que sucede en la película "Volver al Futuro", cuando su protagonista Marty McFly en una escena en la que es un intruso en su propio pasado alcanza verse, a espiarse, más joven. Mientras tanto, los bomberos voluntarios siguen sin esa norma bien intencionada.
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