En un contexto en el que los subsidios nacionales para el transporte público de pasajeros llegan solo a porteños y bonaerenses del Amba, hay al menos una noticia relevante para los habitantes del resto del país.

La Casa Rosada mantiene fuertes ayudas estatales para el subterráneo, los trenes y los colectivos de la ciudad de Buenos Aires y su Conurbano. Pero no aporta recursos al interior para el transporte en las provincias.

En un contexto en el que los subsidios nacionales para el transporte público de pasajeros llegan solo a porteños y bonaerenses del Amba, hay al menos una noticia relevante para los habitantes del resto del país.
Por primera vez en el décimo mes del año no se registran subsidios nacionales destinados a abaratar las tarifas de la empresa estatal Aysa, cuya área de concesión está formada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y su Conurbano en la Provincia de Buenos Aires.
Aguas y Saneamientos Argentinos SA recibió cero pesos en lo que va de 2025 según el Reporte de Tarifas y Subsidios correspondiente a octubre, elaborado por el Observatorio de Tarifas y Subsidios (IIEP) de la Universidad Nacional de Buenos Aires y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
La misma fuente había señalado una fuerte reducción del 58% en el mismo mes de de 2024 y ahora señala el redondo cero que para el interior del país tiene una lectura diametralmente opuesta a la de sus efectos en los bolsillos de los usuarios del agua potable y las cloacas del Amba.
Mientras, el mismo cuadro del informe de la UBA y el Conicet muestra que para los viajes en ómnibus, trenes y subtes de porteños y bonaerenses se han gastado en lo que va de 2025 nada menos que 5.568.644 millones de pesos reales (a valores de este mes).

Y aunque la cifra se achica, porque en 2024 fueron 7.176.144 M, ese aporte explica en buena medida por qué es tan caro el boleto en el resto del país. (La tarifa de la ciudad de Santa Fe es la segunda más cara a nivel nacional luego de la de Bariloche).
La Casa Rosada prepara una privatización que, además de la ventaja de llevarse adelante en el mercado más concentrado del país, lo que reduce costos, cuenta con muy buenas condiciones para atraer inversores ya que a las inversiones las ha realizado antes el Estado.
En Aysa, entre 2006 y 2023, la cobertura de agua potable pasó de 76% al 90%; y la de cloacas, de 57% al 75% según distintas fuentes consultadas. (Y fueron aportes de todos los argentinos al servicio que solo se presta a porteños y bonaerenses del conurbano).
La distribución del servicio es, por supuesto, muy desigual en la principal mancha urbana de la Argentina. La totalidad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tiene agua potable. Pero en los diferentes municipios del Gran Buenos Aires, la presencia de la infraestructura es en extremo dispar.

En realidad, será una "reprivatización" la de Aysa si finalmente se concreta, ya que en 1993 las redes sanitarias distribuidoras de agua para consumo humano y recolección de aguas residuales fueron concesionadas a Aguas Argentinas SA.
Esa compañía era de iguales capitales franceses que Aguas Santafesinas SA, que en Santa Fe, inició un proceso muy similar en noviembre de 1995, con idénticas posteriores reestatizaciones ante el fracaso del esquema planteado en la privatización luego de congelamientos de obligaciones contractuales durante la Convertibilidad y números en rojo tras su estallido.
Hubo una suerte de vidas paralelas entre aquel proceso de privatización a nivel nacional y la hecha a nivel provincial, aunque el retiro de los inversores franceses y argentinos por aquí fue anterior al de Buenos Aires. En pocas palabras, allí y aquí no hubo canon para explotar el servicio a cambio de que fueron ampliadas las redes. Sucedió muy poco de esto último.
Hoy la privatización de Aysa está a cargo de Diego Chaher, mano derecha del asesor presidencial Santiago Caputo y titular de la Agencia de Transformación de Empresas Públicas, que también lleva adelante otras privatizaciones como las de las centrales hidroeléctricas cuyas concesiones han terminado el año pasado y otra vez se prorrogan por las turbulencias propias de los comicios del 26 de octubre.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.