Bryan J. Mayer integró la delegación argentina ante UNESCO en París para la protección de bienes culturales en conflictos armados
El funcionario nacional oriundo de Rafaela fue parte de la convención que se encarga de proteger elementos de relevancia para la humanidad en procesos armados. Su pasado como corresponsal de guerra.
Bryan J. Mayer integró la delegación argentina ante UNESCO en París
La capital francesa es sede central de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y allí se reunió la comunidad internacional para llevar adelante los trabajos de la 16ª Reunión de las Altas Partes de la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado. También se reunieron las partes de su segundo protocolo, suscrito en 1999. Argentina es miembro de ambas herramientas, que actualmente tienen fuerte vigencia en Medio Oriente, Europa del Este y África. Un santafesino fue el enviado del gobierno nacional para sumarse a la discusión.
Bryan J. Mayer se dedicó al periodismo hasta la asunción del actual gobierno nacional, del que ahora forma parte como Director de Institucionales en un organismo descentralizado del Ministerio de Justicia de la Nación. Durante su etapa periodística, cubrió tres veces el teatro de operaciones ucraniano y una vez el israelí, para informar el estado de situación bélico desde el terreno. Varias de esas coberturas muestran el impacto político, militar, económico y también cultural de la guerra. Mayer también es miembro del Instituto de Seguridad Internacional y Asuntos Estratégicos del CARI, el think thank internacional más importante del país. Son agregados de valor que lo posicionaron como una fuente técnica de consulta frecuente en temas de Defensa, seguridad internacional y geopolítica.
Bryan J. Mayer se dedicó al periodismo hasta la asunción del actual gobierno nacional
Ahora, desde el CIPDH, lleva adelante las relaciones con actores locales, nacionales e internacionales para promocionar los derechos humanos desde una óptica moderna y universal, como publicó tiempo atrás en el sitio oficial del organismo. Allí aseguró que su objetivo era “reinsertar la promoción de los derechos fundamentales de todas las personas en la agenda institucional, política y civil de organismos y particulares de nuestro país y de todo el mundo” al tiempo de “revalorizar el concepto de derechos humanos y lograr asimilarlo con la defensa de la vida desde la concepción, la dignidad y la libertad, y no como un nicho de corrupción, negocios o persecución ideológica”. Bajo esa lógica proponía “alianzas con aquellos que reconocen que la promoción de los derechos humanos constituye un mecanismo de protección y no otra cosa”, algo que demuestra estar llevando a la práctica según un repaso del contenido del CIPDH, a cargo de la Dra. Ana Mármora.
En ese marco, combinando su actualidad, su pasado periodístico y su reciente rol de asesor del ministro de Defensa argentino, Mayer fue enviado por el gobierno de Javier Milei a la sede de UNESCO para sumarse con su mirada técnica al representante permanente ante ese organismo, el diplomático Rafael Dalo.
Según explicó el propio CIPDH en sus redes sociales, “la Convención es un tratado internacional que protege el patrimonio cultural -monumentos, obras de arte, archivos y otros bienes de valor histórico- frente a los daños que puedan producirse en conflictos armados”. Explicaron que dicho mecanismo se adoptó “tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial, establece obligaciones para que los Estados salvaguarden estos bienes, preservando así la historia, la identidad y la cultura de los pueblos.”
Por su parte, Mayer publicó que “como corresponsal de guerra vi los esfuerzos para destruir y ahora puedo colaborar en herramientas para preservar parte fundamental de la historia de comunidades y la humanidad”. Vale destacar que, si bien es uno de los miembros más jóvenes del oficialismo nacional, el rafaelino también tuvo experiencias previas en diversas oportunidades con organismos multilaterales de fuerte dominio militar, como la OTAN y de impacto político y económico, como la Unión Europea. Ahora, habría aprovechado su estancia en París para mantener reuniones con organismos y referentes de Derechos Humanos franceses e internacionales que se alinean a la lógica de “vida, dignidad y libertad”.
Según los documentos oficiales de UNESCO, si bien los esfuerzos están concentrados en Ucrania, Medio Oriente y países de África, donde los conflictos están en niveles bélicos, países como Chile y Brasil recibieron colaboración del Comité de aplicación de la convención durante el último tiempo para preservar bienes históricos. La expectativa crece con el trabajo que realiza el CIPDH en temas de actualidad y su vinculación con este tipo de entidades internacionales que pueden contribuir a fortalecer el trabajo cultural profesional en nuestro país y, especialmente, en nuestra provincia. Mayer suele consolidar en propuestas locales o proyectos formales aquellos temas en los que trabaja, por lo que seguramente se llevarán adelante reuniones en ese sentido próximamente.