El presidente del radicalismo, Felipe Michlig, venía trabajando desde hacía varias semanas en la cumbre de Unidos para ratificar la alianza para las elecciones de convencionales. La hora de la reunión coincidió con el inicio del partido entre Unión y Boca lo que hizo que algunos dirigentes faltasen al encuentro político aduciendo problemas personales.
Michlig explicó que la convocatoria de Unidos generalmente se realiza los miércoles para aprovechar la presencia de legisladores en Santa Fe. Por lo bajo, algunos dirigentes no dejaron de recordar que el presidente del radicalismo es fanático de River y no tiene en la cabeza el calendario boquense. En la comida que siguió al encuentro, varios dirigentes estaban con el auricular siguiendo los últimos minutos del partido.
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