Rodrigo Pretto | [email protected]


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La localidad de Cañada Rosquín se transformó en la primera del departamento San Martín en implementar los Test de Anosmia (pruebas de olfato) para detectar pacientes asintomáticos con Covid-19. La iniciativa surgió luego de que personal encargado de llevar adelante los controles en los accesos le propusiera al presidente comunal, Ulises Puntonet, de implementar la herramienta. Con el visto bueno del funcionario, la medida ya rige desde el pasado martes 9 de junio.
Fueron las nuevas flexibilizaciones provinciales las que motivaron a agudizar los controles en los accesos al ejido urbano. Y el objetivo es más que claro: detectar pacientes que hayan contraído el virus y no manifiesten los síntomas más comunes. Hasta el momento, según explicaron, el resultado aún -y por suerte- sigue siendo negativo.
“Momentáneamente seguimos trabajando sobre la prevención para controlar que la gente que ingresa a la localidad lo haga con las correspondientes autorizaciones. Gracias a todo esto pudimos autorizar muchas actividades urbanas debido a los controles ejercidos y al no poseer casos de coronavirus”, indicó quien está al frente del Ejecutivo local.
Tres accesos
Desde que se endurecieron las medidas de control, Cañada Rosquín tiene sólo tres accesos habilitados. Por un lado, uno exclusivo para el tránsito pesado -maquinaria agrícola y camiones que se dirigen a las plantas de silos. Por otro, y el principal, ubicado sobre Ruta Nacional 34 el utilizan todos los transeúntes. Mientras que existe un tercero destinado a una empresa de la localidad que emplea a 150 personas y a quien le autorizaron un paso particular controlado por un sereno municipal y un trabajador de la misma firma.
“Con los test de olfato buscamos brindar un mayor cuidado para la sociedad. El factor más importante es la salud de los vecinos. Tenemos la particularidad que un 25% es gente de la tercera edad, una población de mucho riesgo a la cual debemos cuidar. Y acá no tenemos en cuenta a quienes padecen alguna patología”, explicó Puntonet.
Cañada Rosquín, por su ubicación geográfica, se encuentra emplazada sobre la vera de la Ruta Nacional 34, un corredor nacional transitado por vehículos pesados que provienen del otro lado de la frontera argentina para recorrer el país. Y ese factor se termina transformando en un riesgo para la ciudadanía local por contar con un amplio parador que sirve como punto estratégico para choferes que deben realizar largas distancias.
“Tenemos muchos conductores que son de otras provincias e incluso de países limítrofes. Nos ha pasado que ha llegado un hombre que se desplazaba a dedo y venía desde Chile. Tenía la intención de ingresar a la localidad a realizar compras y no se le permitió por prevención”, sostuvo el jefe comunal.
En la misma sintonía, el funcionario aseguró que en el propio parador ubicado en la intersección de Ruta Nacional 34 y Ruta Provincial 64 -y en el cual trabajan vecinos de Cañada Rosquín- se realizan controles para evitar algunas sorpresas. “Los empleados tienen los protocolos que les dieron desde la firma a la cual responden y los están respetando a rajatablas por la exposición que enfrentan”.
¿En qué consisten?
La anosmia (pérdida de olfato) es una de las consecuencias provocadas por el Covid-19 y ataca las vías respiratorias. A personas que no exteriorizan los síntomas más comunes, el virus se les manifiesta mediante la pérdida del olfato.
Las pruebas de anosmia son sencillas: a los conductores de vehículos se les hace oler un papel previamente aromatizado con alguna fragancia (por lo general es café, vinagre o limón) para que la identifique. Si no logra detectarla, quienes se encuentran realizando los controles proceden a la activación del Protocolo de Seguridad para realizar los estudios más específicos de coronavirus.